I.- LA ECONOMÍA DE CASTILLA-LA MANCHA EN 2007

1.2. PRODUCCIÓN

En este apartado se utilizan como elemento de base desde el Informe de 2004, las estimaciones de la Contabilidad Regional de España (CRE). La información que proporciona permite analizar y evaluar la estructura y evolución de las economías regionales, y sirve de base estadística para el diseño, ejecución y seguimiento de las políticas regionales. Las cuentas regionales son una especificación de las cuentas nacionales; es decir, la Contabilidad Nacional de España (CNE) constituye el marco de referencia conceptual y cuantitativo en el que se integra la CRE.

Como se recoge en la tabla 1.2.1, el crecimiento económico de la región, medido a partir del Producto Interior Bruto a precios de mercado (PIBpm) en términos reales, alcanzó el 4,24%, superior en 41 centésimas al registrado en España, que fue del 3,83%. Por sectores, la agricultura presentó un crecimiento del 4,97%, frente al aumento del 3,77% que registró la media nacional. La energía y la construcción tuvieron un comportamiento menos dinámico en Castilla-La Mancha en comparación a la media nacional al crecer un 0,50% y un 2,97%, respectivamente, frente al 1,03% y el 3,84% del conjunto nacional. La industria presentó una tasa de crecimiento superior en Castilla-La Mancha que en España con un 4,43% frente al 3,08%. En esta misma línea se encuentran los servicios, tanto de mercado como de no mercado, ya que presentan tasas de crecimiento superiores a la media nacional. Así, los servicios de mercado crecieron en nuestra región un 4,55%, frente al 3,98% de crecimiento medio nacional. Los servicios de no mercado alcanzaron una tasa de variación del 5,63%, superior al 4,95% de media nacional. En cuanto a los impuestos netos sobre los productos, en Castilla-La Mancha crecieron un 3,85% frente al 3,44%. En resumen Castilla-La Mancha presenta un comportamiento más dinámico en agricultura, industria y servicios que la media nacional.

Tabla 1.2.1

Si analizamos detalladamente la aportación al crecimiento de cada sector al total del crecimiento de la región debemos tener en cuenta tanto la tasa de variación del sector considerado como su peso sobre el total. Como se aprecia en la tabla 1.2.2, en la estructura productiva de Castilla-La Mancha la agricultura tiene un peso muy superior al que ostenta en el conjunto de España (el 9,50% frente al 2,91%), aumentando su peso en Castilla-La Mancha en relación al año 2006. Por su parte, la construcción tiene un peso de casi dos puntos porcentuales más en Castilla-La Mancha frente a España (10,26% y 8,68%). En el caso de los servicios de mercado el peso es inferior en casi 13 puntos porcentuales en nuestra Comunidad en comparación al de España, ya que en nuestra región representa el 35,07% del PIB, frente al 47,45% en España. En cambio, en el caso de los servicios de no mercado el diferencial es de 3,06 puntos al representar en nuestra región el 16,71% frente al 13,65% de la media nacional. Por último, la energía y la industria son los sectores que más similitudes en cuanto a su ponderación sobre el total tienen en España y nuestra Comunidad. La energía representa el 3,53% en la región, frente al 2,43% de media nacional. La industria representa en Castilla-La Mancha el 14,58% frente al 14,57% de su peso en España. Por último, señalar que el peso de la imposición indirecta es idéntico en nuestra región y en el total nacional, 10,18%.

Tabla 1.2.2

Estas distintas ponderaciones implican que la aportación al crecimiento de cada una de las ramas productivas en España y en Castilla-La Mancha sea algo distinta, como se desprende de la tabla 1.2.2. En Castilla-La Mancha el crecimiento se cifra en 4,24 puntos de los cuales la agricultura tiene una aportación de 0,46; la energía el 0,02; la industria tiene una aportación del 0,64; la construcción 0,29; los servicios de mercado el 1,55, los servicios de no mercado 0,92 puntos y los impuestos netos ligados a los productos 0,36. Mientras que en España, con un crecimiento de 3,83, la aportación de la agricultura es de 0,11; la energía el 0,02; la industria 0,45; la construcción 0,33; los servicios de mercado 1,89 y los servicios de no mercado 0,68 y los impuestos netos ligados a los productos 0,35.

Como se aprecia de lo anterior los sectores que están actuando de locomotora del crecimiento no difieren mucho en Castilla-La Mancha y España. En ambos casos son los servicios de mercado los que aportan más al crecimiento general, en nuestra región su contribución equivale al 36,50% del crecimiento total, mientras que en España su porcentaje es del 49,32%. En nuestra Comunidad el segundo sector que más aporta al crecimiento es el de los servicios de no mercado, con un porcentaje del 21,68% del crecimiento total regional en 2007, mientras que en España su contribución es del 17,68%. La industria con un porcentaje del 15,09% es la tercera rama en cuanto a contribución, siendo este porcentaje algo superior al de España con 11,75%. La construcción ya muestra en 2007 claros signos de desaceleración tanto en nuestra región como a nivel nacional al caer significativamente su contribución al crecimiento del año 2006 al año 2007 con un descenso de más de 8 puntos porcentuales sobre el total de crecimiento en nuestra región.

La mayor discrepancia entre nuestra Comunidad y España se concentran en la contribución del sector agrícola. La agricultura tiene una aportación al crecimiento del 10,84% en nuestra Comunidad, mientras que en España esta misma contribución se cifra en el 2,87%, siendo pues la diferencia entre ambas de 7,97 puntos porcentuales. Por último, la energía aporta el 0,47% del crecimiento regional, mientras que para el conjunto nacional su aportación es del 0,52%.

Gráfico 1.2.1 Gráfico 1.2.2 Tabla 1.2.3 Tabla 1.2.4 Tabla 1.2.5

En las tablas 1.2.3 a 1.2.5 estudiamos la posición de la economía castellano-manchega desde una perspectiva multirregional. En dichas tablas resumimos el producto interior bruto a precios reales de las diferentes Comunidades Autónomas, así como la estructura porcentual sobre el total nacional y las tasas de variación de cada una de las Comunidades.

El PIB real ascendió en 2007 en Castilla-La Mancha a 27.299.200 miles de euros lo que supone el 3,42% del total nacional cifrado en 798.103.677 miles de euros. Este dato pone de manifiesto el incremento en una centésima del peso porcentual que representaba el PIB real de nuestra Comunidad en 2006. La explicación a esta evolución radica en que el diferencial de crecimiento existente en 2007 es muy importante, ya que nuestra región ha crecido el 4,24%, la segunda Comunidad que más crece después de Aragón, frente al 3,83% de media nacional, lo que supone 41 centésimas más. Hay que señalar que el diferencial entre la Comunidad con mayor crecimiento, Aragón, y nuestra región se sitúa en 0,30 puntos, lo que representa el 7,19% de nuestro crecimiento. En el lado opuesto, el diferencial entre Castilla-La Mancha y la Comunidad con menor crecimiento, el Principado de Asturias, es de 0,61 puntos porcentuales, lo que supone el 14,52% de nuestro crecimiento. Por último, señalar que la distancia máxima, entre Aragón y Asturias, es de 0,92 puntos porcentuales, lo que implica que en 2007 el crecimiento de todas las Comunidades ha sido muy homogéneo.

Gráfico 1.2.3

En términos de crecimiento medio, nuestra Comunidad ha registrado una tasa acumulada de crecimiento del 27,98% entre 2000 y 2007, superior a la registrada por el conjunto nacional del 26,63%. Estas tasas suponen una tasa media acumulativa del 3,59% frente al 3,43% de España, lo que implica que durante este periodo nuestra región ha convergido en términos del PIB real en relación a la media nacional.

Si analizamos el PIB per cápita a precios de mercado en términos reales comprobamos como Castilla-La Mancha alcanza los 13.806 euros por habitante en 2007, siendo la Comunidad número 17, delante de Andalucía y Extremadura. En comparación con el año 2006 nuestra región ocupa idéntico lugar. En términos porcentuales, el PIB por habitante de nuestra Comunidad representa el 78,19% del total nacional y el 58,86% del PIB per cápita de Madrid, Comunidad que se encuentra a la cabeza. En el otro extremo, el PIB por habitante extremeño representa el 89,61% del valor de nuestro PIB per cápita. La diferencia entre nuestra Comunidad y la de Madrid, la primera con un PIB por habitante de 23.455 euros, es de 9.649 euros, lo que supone un aumento de 440 euros frente a 2006. En el otro extremo, la diferencia entre Castilla-La Mancha y Extremadura, la región con menor PIB por habitante (12.372 euros) es de 1.434 euros, lo que supone una reducción de 188 euros con relación a 2006. Si comparamos con la media nacional, 17.657 euros, la diferencia es de 3.851 euros lo que implica un 27,89% del PIB por habitante de nuestra región, porcentaje 20 centésimas mayor al del año anterior.

Tabla 1.2.6 Tabla 1.2.7 Tabla 1.2.8 Gráfico 1.2.4

La evolución del índice del PIB per cápita de Castilla-La Mancha ha sido decreciente en 2007 respecto a 2006 al representar el PIB por habitante de nuestra región el 78,19% del de España frente al 78,65% del ejercicio precedente. Esta evolución supone la confirmación del cambio de tendencia apuntado en 2006, siendo el tercer ejercicio consecutivo en el que el índice decrece.

En cuanto a la tasa de variación del PIB real per cápita, nuestra Comunidad se ha situado en 2007 en el 0,64%, por debajo de la tasa de variación de España que fue del 1,22%. Esta tasa de variación coloca a Castilla-La Mancha por delante de cuatro Comunidades: Baleares, la Comunidad Valenciana, Ceuta y Melilla e igualada con Cataluña. La distancia del crecimiento registrado en nuestra región frente a la Comunidad con mayor crecimiento, País Vasco, es de 2,14 puntos porcentuales. Por otra parte, en términos acumulados desde 2000 la tasa de crecimiento de Castilla-La Mancha se sitúa por debajo de la media nacional al ser el 12,28% frente al 12,80%. Esto ha supuesto una tasa media acumulativa en nuestra región del 1,67% frente al 1,74% de media nacional, lo que supone un alejamiento de nuestro PIB real per cápita a la media nacional durante los últimos cinco ejercicios.

Gráfico 1.2.5

Una vez vista la evolución del PIB per capita de la región en los últimos años, creemos necesario analizar las causas que están conduciendo a nuestra región a alejarse de la media nacional en los tres últimos años. Para ello, aplicaremos la metodología que otros Consejos Económicos y Sociales utilizan para obtener la descomposición del crecimiento del PIB per cápita. Dicho método se basa en la toma en consideración de los diferentes factores que determinan el crecimiento económico. Para ello se utiliza el PIB per cápita, ya que es el principal indicador del grado de desarrollo de las economías regionales y nacionales. La evolución de ese indicador se ve influida tanto por los resultados del crecimiento de la actividad económica como del aumento de la población. Por este motivo, es conveniente aislar que parte de su evolución se debe al crecimiento económico y que parte a la evolución de la población. Históricamente, se ha venido generando un proceso de convergencia del PIB per capita entre naciones y regiones, ya que las regiones menos desarrolladas expulsan población que es absorbida por las regiones más prosperas, haciendo que el PIB per cápita crezca más en las regiones de menor desarrollo y menos en las más desarrolladas.

Por este motivo, y con el fin de analizar la evolución de la economía regional tenemos que descomponer la tasa de variación del PIB per capita, expresada como:

Fórmula 1.2.1

entre el factor de crecimiento económico (FCE), definido como el aumento del PIB per cápita bajo el supuesto de constancia de la población, y se calcula mediante la siguiente expresión en la que t se refiere al tiempo y H a los habitantes:

Fórmula 1.2.2

y el factor de crecimiento demográfico (FCD) que se obtiene de manera residual como diferencia entre el incremento del PIB por habitante y el factor de crecimiento económico.

Fórmula 1.2.3

De esta forma nos quedaría que la tasa de variación del PIB per cápita es igual a la suma de ambas tasas:

Fórmula 1.2.4 Tabla 1.2.9 Gráfico 1.2.6

Tal como se aprecia en la tabla 1.2.9 el modelo de crecimiento de Castilla-La Mancha refleja la unión de un fuerte crecimiento económico junto a una atracción de población, básicamente inmigrante. Como suma de ambos factores, en 2007 el PIB per cápita de la Comunidad de Castilla-La Mancha se ha incrementado un 0,64%. Este dato es consecuencia de un crecimiento económico del 4,24%, sensiblemente superior al registrado en el resto de España con el 3,83%, al que el factor demográfico, debido al aumento de población en más de 68.000 habitantes, restó 3,60 puntos porcentuales, mientras que en España el factor demográfico restó exactamente un punto menos.

Si en lugar de analizar el último año observamos el conjunto del periodo 2001-2007, podemos apreciar que la mejora de bienestar de la Comunidad de Castilla-La Mancha, cifrada en 1,67% de tasa anual acumulativa, ha estado determinada por el factor económico con una tasa del 2,11% muy superior a la media nacional del 1,76%, mientras que el factor demográfico ha restado 0,44 puntos, 40 centésimas más que al conjunto de la nación.

Otro de los aspectos interesantes que permite la utilización de las series de CRE es el cálculo del producto por trabajador o productividad media, ya que el INE suministra información tanto sobre el PIB como el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en cada Comunidad.

Tabla 1.2.10

De esta forma, dividiendo el PIB real de cada Comunidad por los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo podemos obtener el producto medio por trabajador o productividad media del trabajo. En 2007, la productividad media en Castilla-La Mancha ascendió a 32.815 euros por trabajador (32.639 en 2006), frente a los 36.968 de media nacional (que fue de 36.766 el año anterior). Nuestra Comunidad se sitúa en el tramo inferior en cuanto a la productividad al ser la antepenúltima en cuanto al valor de la productividad media, por delante únicamente de Extremadura y Murcia. La distancia frente al País Vasco, la Comunidad más productiva es de 10.239 euros lo que supone el 31,20% de nuestro producto medio, mientras que la diferencia con Extremadura es de 1.033 euros lo que implica el 3,15% de nuestro producto por trabajador.

Gráfico 1.2.7

Un elemento de análisis adicional es la descomposición del crecimiento económico teniendo en cuenta las ganancias de productividad y los aumentos en el empelo potencial de trabajo existente en la economía. De esta forma, podemos descomponer el PIB per cápita de la siguiente manera:

Fórmula 1.2.5

donde:

Como apreciamos en la tabla 1.2.12 y el gráfico 1.2.9, el modelo de crecimiento de la economía de Castilla-La Mancha en cuanto al PIB per cápita real se fundamenta básicamente en un aumento de la tasa de empleo con una tasa de variación del 3,14%, mientras que la productividad decrece un 1,63%, siendo la contribución del factor demográfico del 1,11%. Para el conjunto de España, se aprecia cómo la productividad crece un 0,72%, la tasa de empleo un 1,29% y el factor demográfico resta un 0,78%.

Tabla 1.2.12 Gráfico 1.2.9

En cuanto a la evolución futura, y dada la situación actual de elevada volatidlidad, que hacen necesario revisar constantemente las previsiones de crecimiento por parte de los distintos organismos, este año se ha renunciado a incluir ninguna de ellas.

En otro orden de cosas, uno de los aspectos interesantes a la hora de estudiar la contabilidad regional es poder comprobar cómo se distribuye el PIB entre los distintos factores de producción, es decir, que parte del valor añadido bruto generado en la región se destina a pagar el factor trabajo y que parte se destina a pagar al capital, observando igualmente el peso que tiene la imposición indirecta dentro del PIB regional. Esta distribución primaria del valor añadido bruto es el paso previo a la distribución de la renta, que necesita de un mayor desglose estadístico. Este análisis exige una desagregación elevada, motivo por el que el último dato disponible es de 2006, sin embargo debido a su relevancia se incluye esta nueva información en el Informe.

En la tabla 1.2.13 se aprecia cómo la remuneración de asalariados supone el 45,56% del PIB, el excedente bruto de explotación/renta mixta bruta el 44,78% y los impuestos indirectos el 10,93% restante. Si observamos la serie vemos como la remuneración de asalariados y la imposición indirecta han ganado peso desde el año 2000, mientras que el excedente bruto de explotación se ha reducido en cerca de 0,55 puntos. De hecho, en el año 2000 la renta del capital y la remuneración de asalariados representaban casi el mismo porcentaje, el 45,17% la primera y el 45,33% la segunda, evolucionando hacia un mayor peso de la remuneración de asalariados en los siguientes 6 años.

Tabla 1.2.13

Para finalizar este apartado, recogemos los datos de la CRE para las provincias de nuestra Comunidad. Estos datos se introducen por primera vez en esta edición y, al igual que en el caso de la distribución de la renta de los factores de producción, a pesar de tener 2 años de retraso frente a 2007 consideramos que la evolución provincial del PIB y sus componentes merece ser descrita en el Informe a pesar del retraso de aparición de los datos debido a la complejidad que supone para el INE la desagregación provincial de las estimaciones de la CRE. El primer aspecto que podemos apreciar es que Toledo y Ciudad Real son las provincias que aportan un mayor peso al PIB regional con el 31,08% y el 27,16% del total del PIB regional. Después se situaría Albacete con el 19,23%, seguida ya a mucha distancia por Guadalajara y Cuenca con el 12,10% y el 10,42%, respectivamente.

Gráfico 1.2.10

Sin embargo, en cuanto al PIB por habitante vemos como el orden de las provincias se altera significativamente. En este caso, es Guadalajara la provincia que presenta un mayor PIB por habitante con 18.627 euros, seguida de Ciudad Real con 17.108 euros, ya por debajo de la media de la Comunidad, situada en 16.625 euros, se encuentran Toledo con 16.403 euros, Albacete con 15.769 y Cuenca con 15.716 euros por habitante. La diferencia entre Guadalajara y Cuenca se cifra en 2.911 euros por habitante, mientras que esa misma diferencia era en 2000 de 1.731 euros por habitante lo que indica que se están incrementando las diferencias entre las provincias de nuestra región.

Tabla 1.2.14 Tabla 1.2.14 Gráfico 1.2.11 Gráfico 1.2.12