En este apartado se analiza el que, en una economía de mercado como la nuestra, constituye, indudablemente, el principal agente económico: el sector empresarial. Para ello, se utilizará como principal fuente estadística el Directorio Central de Empresas (DIRCE) del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicación anual, cuya última edición disponible en el momento de la elaboración del presente Informe corresponde al 1 de enero de 2007. Conviene recordar, a este respecto, que el DIRCE no incluye a las ramas primarias; unas actividades, económica y socialmente, muy significativas en nuestra Comunidad Autónoma.
Aparte del análisis general del tejido empresarial, también se abordan de manera separada dos colectivos empresariales con características claramente diferenciadas y de notable importancia en la región: la economía social y los autónomos.
Según el DIRCE, a principios de 2007 existían en nuestra región un total de 132.906 empresas activas, lo que representaba el 3,98% de las existentes en España. Respecto al año anterior se produjo un incremento del 6,83%, claramente superior al experimentado en el conjunto nacional, que fue del 5,11%. Con esta cifra, Castilla-La Mancha se situaba como la novena Comunidad Autónoma con mayor número de empresas activas, idéntico lugar que ocupó a inicios de 2006.
Ahora bien, si para realizar comparaciones homogéneas, ponderamos el número de empresas de cada Comunidad Autónoma por su población (como se hace en la tabla 1.8.1), nuestra región se sitúa, con una ratio de 67,2 empresas activas por mil habitantes, en el puesto número 15, únicamente por encima de Andalucía, Extremadura y Ceuta y Melilla.
Por otra parte, Castilla-La Mancha ha mostrado un notable dinamismo en la creación de empresas en los últimos años acumulando un incremento en el número de las mismas del 35,42% desde 1999, casi tres puntos superior al experimentado en el conjunto de España. Como se observa en el gráfico 1.8.2, este dinamismo ha sido especialmente significativo a partir de 2002, año desde el que el incremento en el número de empresas en nuestra región (32,26%) ha superado en más de 9 puntos al de España.
En el reparto provincial del tejido empresarial (gráfico 1.8.3) destaca Toledo, donde radica casi el 35% de las empresas regionales. Le siguen, por orden de importancia, Ciudad Real, con casi el 24%, y Albacete, con el 20,37% del total. Cuenca (11,09%) y Guadalajara (9,69%), son las provincias que contaban con un menor número de empresas en 2007.
Desde el punto de vista de la evolución, aunque todas las provincias han experimentado notables incrementos en el número de empresas activas en los últimos años, Guadalajara ha sido la que ha mostrado una mayor capacidad de creación de empresas, con un aumento del 8,87% interanual y un 36,64% acumulado en los últimos cinco años, en los que ha aumentado su peso relativo en el total del tejido empresarial en casi un punto. También Toledo, con incrementos del 8,30% interanual y 28,72% quinquenal, ha mostrado gran dinamismo empresarial.
En el análisis de la evolución del tejido empresarial de la región nos queda por recoger el flujo de entrada y salida del mismo, es decir, las empresas creadas y disueltas en Castilla-La Mancha. Para ello se cuenta, como única fuente con desagregación por Comunidades Autónomas y provincias, con la Estadística de Sociedades Mercantiles del INE, que no incluye, por tanto, ni a las personas físicas ni a otras formas como las Comunidades de Bienes, que, como veremos, tienen una gran importancia cuantitativa en nuestra región.
Teniendo en cuenta esta salvedad, en la tabla 1.8.3 se recoge los principales datos. Como se observa, en 2007 se crearon 5.880 empresas mercantiles en Castilla-La Mancha, prácticamente las mismas que el año anterior. Por el contrario, el número de Sociedades Mercantiles disueltas en 2007 en la región (459) se incrementó casi un 40% respecto a las de 2006 (que fueron 331).
Para caracterizar la estructura empresarial de Castilla-La Mancha, la analizaremos desde un triple punto de vista: sectorial, por tamaño y por forma jurídica. Comenzando por la distribución de las empresas entre los grandes agregados sectoriales (excluida, como se ha dicho, la agricultura) y como se desprende del gráfico 1.8.4, es el sector Resto de los Servicios (que agrupa al sector servicios, excluido el comercio) el que cuenta con un mayor número de empresas en la región, con casi el 43% del total a principios de 2007. Le seguían el Comercio, con casi el 27% y la Construcción, con algo más del 20% del total de empresas activas. La Industria, por el contrario, agrupaba tan sólo a algo más del 10% del total.
Respecto al conjunto de España, se observan significativas diferencias que se pueden resumir en un mayor peso relativo de las empresas de los sectores de la Industria, el Comercio y, especialmente, de la Construcción, que representa en nuestra región un porcentaje sobre el total que es casi seis puntos mayor que el que representan en la media española. Por el contrario, el peso de las empresas del sector Resto de los Servicios era casi diez puntos inferior en nuestra región que en el conjunto nacional.
En los últimos cinco años el sector que se ha mostrado más dinámico, en cuanto a creación de empresas se refiere, ha sido el de la Construcción, con un 51,24% de incremento en el número de las mismas; también destaca el 31% de incremento en el sector Resto de los Servicios. Por el contrario, tanto Industria como Comercio han presentando incrementos mucho menores.
Por lo que se refiere al tamaño de las empresas y utilizando como criterio el número de trabajadores (tabla 1.8.5), en nuestra región existe un ligero predominio de las empresas con asalariados, que representaban a principios de 2007 el 50,52% del total. En el conjunto de España, por el contrario, predominan las empresas sin asalariados, con un 51,13% del total. A nivel provincial, como se observa, tan sólo en Cuenca y Guadalajara son mayoritarias -siempre ligeramente- las empresas sin asalariados.
Dentro de las que cuentan con asalariados, la mayoría de las empresas de Castilla-La Mancha tienen menos de 50 trabajadores, es decir, son pequeñas y medianas empresas. En concreto, tan sólo el 1,15% de las empresas regionales con asalariados tienen 50 o más trabajadores El tramo de asalariados donde mayor número de empresas se concentra es en el de 1 a 2 asalariados, que representa el 57,46% (56,90% el año anterior). Por otro lado, las microempresas -es decir, las empresas con hasta nueve trabajadores- representan el 88,76% de las empresas con asalariados de Castilla-La Mancha (88,67% a principios de 2006). A nivel provincial se observa un reparto muy similar a la regional, tan sólo cabe destacar el mayor peso en Cuenca de las empresas con 1 ó 2 trabajadores (60,37% del total de empresas con asalariados).
Esta estructura regional es, asimismo, muy similar a la nacional, de la que quizás la mayor diferencia es la inexistencia en nuestra Comunidad de muy grandes empresas (las de 5.000 ó más trabajadores) y el menor peso de las de 1.000 a 4.999.
Por otro lado, como se desprende de la tabla 1.8.6, el tamaño de las empresas varía notablemente entre los distintos sectores económicos. Así, las empresas sin asalariados suponen 23 puntos más en el sector Resto de los Servicios que en el industrial. Dentro de las empresas con asalariados, en todos los sectores predominan las del estrato de 1 a 2 trabajadores, especialmente en el de Comercio, en el que este tipo de empresas representaron en el año 2007 un 64,57% de las empresas con asalariados.
El Sector con empresas de mayor tamaño es el industrial, en el que las empresas de más de 50 trabajadores representan el 2% de las empresas; por el contrario, en el de Comercio, se daba una casi total ausencia de grandes empresas, con tan sólo un 0,18% de empresas con más de 50 trabajadores. Además, la Industria es el sector con menor presencia de microempresas (un 83,8% del total de las empresas del sector) mientras que el del Comercio es el que cuenta con un mayor peso de las mismas (prácticamente el 97% del total).
La estructura empresarial por tamaño y sector de Castilla-La Mancha no difiere, en líneas generales, de la que se da en España: predominio de las microempresas y presencia mayoritaria de las empresas de uno a dos trabajadores en todos los sectores. También es el sector Industrial el que posee a nivel nacional -y de una manera más acusada que en nuestra región (un 4,46% de las empresas con asalariados del sector)- un mayor porcentaje de empresas de más de 50 trabajadores y un menor peso de las microempresas.
Hay que señalar que no es posible realizar el análisis del reparto provincial de las empresas por tamaño y sector al no suministrar esta información el DIRCE.
El último aspecto relevante a la hora de analizar la estructura empresarial es el de la forma jurídica que adoptan las empresas. Como se recoge en la tabla 1.8.7, a 1 de enero de 2007 la forma jurídica más utilizada para la realización de una actividad empresarial en Castilla-La Mancha es la de Persona Física, que suponía algo más del 58% del total. Le siguen en importancia las empresas de Responsabilidad Limitada, con el 31,23% del total de empresas activas. Esta estructura se repite en todas las provincias de Castilla-La Mancha.
En relación al conjunto nacional, se observa en nuestra región un menor peso de Sociedades de Responsabilidad Limitada y Anónimas y un mayor peso de Personas Físicas, Comunidades de Bienes y Cooperativas.
Aunque no existe una definición clara de lo que se entiende por economía social, bajo esta denominación se suele encuadrar la actuación de una serie de entidades con formas jurídicas heterogéneas que actúan en el mercado, y en las que -como principal característica diferenciadora- la distribución del beneficio y la toma de decisiones no están directamente relacionadas con el capital aportado por cada socio, sino que todos los socios pueden participar por igual en la toma de decisiones (Barea Tejeiro y Monzón, 1992).
Se podrían englobar dentro de la Economía Social las Cooperativas, que constituyen, sin duda, el componente más claro y genuino, las Sociedades Laborales, las Sociedades Agrarias de Transformación, las Cajas de Ahorro y las Mutuas de Seguros y las Mutualidades de Previsión Social.
Ahora bien, dada la indefinición comentada, y atendiendo al colectivo de economía social que maneja el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y que, por otra parte, es sobre el que existe información estadística oficial, en este apartado nos ceñiremos al concepto más restringido y comúnmente aceptado de la misma, que engloba a las sociedades cooperativas y las laborales (ya sea anónimas o de responsabilidad limitada), dejando aparte sectores mucho más difíciles de cuantificar. Aparte, y dada su trascendencia en la región, también se hará una pequeña mención a las Sociedades Agrarias de Transformación.
Pues bien, según los datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (tabla 1.8.8), en nuestra región existían a finales de 2007 un total de 3.339 empresas que el propio Ministerio considera de economía social, lo que reperesentaba el 7,3% del total de existentes en España, porcentaje que casi dobla el que supone el total de empresas de la región sobre el total de empresas de España, lo que pone de manifiesto la notable presencia de la economía social en Castilla-La Mancha.
Por tipo de sociedad, las Cooperativas y las Sociedades Limitadas Laborales, son los tipos de empresas más numerosas, con un peso muy similar sobre el total, en torno al 47%. Las Sociedades Anónimas Laborales, por su parte, representaban tan sólo el 6,4% del total. A nivel nacional, por el contrario, se da un mayor peso de las Coopertativas, que representaban a fines de 2007 el 56,6% del total de sociedades de economía social, mientras que las Laborales Limitadas representan algo más del 38% y las Anónimas Laborales el 5,2%. No se tienen datos oficiales que permitan establecer la distribución por sectores económicos.
Por lo que se refiere al empleo generado por las empresas de economía social, tal como se recoge en la tabla 1.8.9, ascendía a 23.565 puestos de trabajo a fines de 2007, un 5,32% del total de empleos de la economía social en España, que eran algo más de 442 mil.
Como se observa, también en el empleo se pone de manifiesto la mayor importancia de la economía social en nuestra región respecto a la que se da en el conjunto de España, puesto que en Castilla-La Mancha se daba una tasa de 27,7 empleos de economía social por cada mil ocupados, claramente superiror a la tasa de 21,6 que representaban en el total nacional. No obstante, respecto a 2006 se produjo un descenso en el empleo de la economía social tanto en la región ( 3,02%) como a nivel nacional (1,15%).
Por sectores, es el de Servicios el que agrupa un mayor número de empleos de economía social con algo más de 9.400 que representaban el 40% del total a finales de 2007; le siguen el sector industrial, con un 30,63%, y el de Construcción con el 22,56% del total del empleo en economía social. El sector Agrario, por el contrario, tan sólo recogía el 6,75%. A nivel nacional, si bien el orden de importancia del empleo en los distintos sectores era el mismo que en nuestra región, se observa un mayor peso relativo del empleo del sector Agrario y de Servicios y un menor peso del industrial y, particularmente, del de Construcción.
Sin embargo, si se tiene en cuenta el peso sobre el total de cada sector, es en el industrial en el que la economía social tiene una mayor importancia en términos de empleo, con una tasa de 49,6 empleos por cada mil ocupados, seguido de la Construcción con 38,6 y el Agrario con 24,6, pasando el sector Servicios a ocupar el último lugar con una tasa de 18,7. Una vez más, a nivel nacional se observa una mayor importancia relativa que en nuestra región del empleo de economía social en Agricultura, mientras que en el resto de sectores ésta es menor.
Por último, y dentro del análisis general de la economía social en nuestra región, se recogen en la tabla 1.8.10 las principales magnitudes de las cuentas de explotación de las sociedades de economía social publicadas por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y que corresponden al ejercicio 2004. De ellas cabe destacar el importante volumen de consumos intermedios, que genera el sector, que suponen más del 80% del valor de la producción y que, por tanto, revelan su importante efecto en el resto de la economía. Por lo demás, también es relevante la menor capacidad de generación de valor añadido que presentan las cooperativas respecto a las sociedades laborales. Todos estos rasgos se dan tanto en nuestra región como en el conjunto de España.
Pasando ya a analizar los distintos tipos de entidades que integran el núcleo de la economía social, hay que comenzar señalando que, a finales de 2007, existían en nuestra reigión un total de 1.541 cooperativas inscritas en la Seguridad Social, lo que representaba prácticamente el 6% del total de las existentes en España (tabla 1.8.11). Respecto a 2006, se ha producido un incremento del 4,1% en el número de cooperativas inscritas en Castilla-La Mancha, aumento que contrasta con el práctico estancamiento producido en el conjunto de España. En los últimos cinco años el aumento acumulado en nuestra región (8,7%) ha sido también notablemente superior al del total nacional (3,2%).
Las cooperativas inscritas en la Seguridad Social a finales de 2007 ocupaban a un total de 13.291 personas, lo que representaba el 4,19% del total de trabajadores de cooperativas de España. Respecto a finales de 2006 se produjo una disminución del 1,66% en nuestra región, superior al muy ligero descenso producido en el conjunto de España.
El tamaño medio de las cooperativas de nuestra región cayó un 5,22% en 2007 para situarse en 8,6 trabajadores por cooperativa a finales de ese año. Con esta cifra, Castilla-La Mancha se situaba como la tercera Comunidad Autónoma con menor número de trabajadores por cooperativa. A este respecto, como se observa en la tabla 1.8.12, existen notables diferencias entre las distintas regiones. Así, las Cooperativas de mayor tamaño se sitúan en el País Vasco (con 37,6 trabajadores de media), mientras que, en el extremo opuesto, las cooperativas de Cataluña sólo contaban con una media de 7,5 trabajadores y Castilla y León de 7,8.
Por provincias (tabla 1.8.13), a finales de 2007, Toledo era la que, con 523, acogía un mayor número de cooperativas, casi un 34% del total regional. Le seguía Albacete, donde radicaban algo más del 26% y Cuenca, con un 19,2% del total. Ciudad Real contaba con casi otro 19%. En Guadalajara, por el contrario, sólo estaban inscritas el 1,9% de las cooperativas de la región. Además, Guadalajara fue la única provincia en la que se produjo una disminución en el número de cooperativas respecto a las inscritas a finales de 2006. El reparto del empleo es muy similar al del número de sociedades, con la salvedad de que Ciudad Real, en este caso, supera a Cuenca. Este hecho se deriva del mayor tamaño medio de las cooperativas de Ciudad Real, que de hecho, son las que mayor número de trabjadadores tienen, con una media de 10,8, por el contrario en Toledo, sólo cuentan con 7,2 trabajadores de media.
El reparto de las cooperativas por sectores de actividad se analiza en la tabla 1.8.14, en la que se recogen los datos del MTAS (que se refieren a Centros de Cotización, aunque, la correspondencia con las entidades es casi total). Como se aprecia, el sector que agrupa un mayor número de cooperativas en nuestra región es el de la Industria Manufacturera, con algo más del 38% del total, le sigue el sector de Comercio y Hostelería y el de Agricultura, Ganadería, Caza y Silvicultura, con porcentajes del 16,52% y 16%, respectivamente. También es significativo el número de cooperativas del sector de la Construcción, que suponen algo más del 12% del total de la región.
Respecto al total nacional, se observa una mayor presencia en las cooperativas de los sectores industrial, agrario y construcción, mientras que los de Comercio y Hostelería e Inmobiliarias y Servicios a Empresas cuentan con una presencia notablemente menor en Castilla-La Mancha que en la media española.
Dentro del análisis de las cooperativas, cabe señalar, por último, que en 2007 se constituyeron en Castilla-La Mancha 53 nuevas sociedades, más del doble de las constituidas el año anterior, lo que rompió la tendencia descendente de años anteriores y de lo ocurrido a nivel nacional. Como se observa en la tabla 1.8.15, el número de socios iniciales de las cooperativas creadas en la región en 2007 fue de 2.030, con un importantísimo incremento respecto a 2006, muy superior al experimentado en el número de sociedades creadas, lo que se refleja en que, mientras que el número de cooperativas creadas representó el 4,65% del total nacional, los socios iniciales de esas cooperativas supusieron más del 21% del total de socios iniciales de España.
En cuanto a las Sociedades Laborales, este tipo de empresas tiene una fuerte presencia en nuestra Comunidad. Así, las 1.798 existentes a finales de 2007 en Castilla-La Mancha representaban el 9,11% del total de las existentes en España, porcentaje muy superior al que representan el total de empresas de la región sobre el total de empresas españolas. De hecho, como se comprueba en la tabla 1.8.16, nuestra región era la tercera Comunidad, tras Andalucía y Madrid, con un mayor número de Sociedades Laborales en 2007. Esta importancia, además, ha aumentado en los últimos cinco años en los que se ha producido un incremento acumulado de casi el 16% en el número de este tipo de empresas en la región, más del doble del experimentado en el conjunto de España.
Como en años anteriores (tabla 1.8.17), Toledo y Ciudad Real son las provincias con mayor número de Sociedades Laborales inscritas en las Seguridad Social, con un total, 572 y 433, respectivamente, a finales de 2007, agrupando entre ambas casi el 60% del total regional. Albacete contaba con algo más del 24% y Cuenca con casi el 12% del total de Sociedades Laborales de Castilla-La Mancha. Guadalajara, por el contario, no llegaba a agrupar al 5%. Respecto al año anterior, el número de Sociedades Laborales aumentó en todas las provincias excepto en Guadalajara.
El empleo de las Sociedades Laborales en la región ascendió a 10.426 ocupados a finales de 2007, un 8,36% del total del empleo en este tipo de sociedades en España. Por provincias, son también Toledo y Ciudad Real las que cuentan con un mayor porcentaje sobre el total regional, aunque en esta ocasión es en esta última en la que existía el mayor número de ocupados en Sociedades Laborales. No obstante, como se observa en 2007 se produjo un descenso en el empleo de estas entidades en todas las provincias, descenso que fue especialmente significativo en Guadalajara (21,20%) y que alcanzó el 5,08% a nivel regional y el 4,19% en el conjunto del país.
Por otra parte, el número medio de trabajadores de las Sociedades Laborales en nuestra región, 5,8, era ligeramente inferior a la media española. Ciudad Real y Guadalajara eran las provincias que contaban con Sociedades Laborales de mayor entidad en cuanto a empleo se refiere, con 6,8 trabajadores de media por Sociedad. No obstante, en todas las provincias descendió el número medio de empleados por empresa respecto a finales de 2006.
Por sector de actividad (tabla 1.8.18), los que agrupan un mayor número de Sociedades Laborales en Castilla-La Mancha son los de Comercio y Hostelería y Construcción, con porcentajes superiores al 30% del total de Sociedades Laborales de la región cada uno. Del resto de sectores, tan sólo la Industria Manufacturera presenta porcentajes significativos, con algo más del 20% del total. Respecto a la media española, se da una menor importancia en este tipo de sociedades del sector agrario y, especialmente, del de Inmobiliarias y Servicios a Empresas.
En cuanto a las Sociedades Laborales, se puede señalar, por último, que en 2007 se crearon 200 en nuestra región que contaban con un total de 700 socios. Estas cifras representaban porcentajes en torno al 8,5% de sus respectivos totales nacionales. Tanto en el ámbito regional como en el nacional, las Sociedades Laborales creadas en 2007 contaron con una media de 3,5 socios.
Como se dijo en la introducción, nos referiremos, por último, a las Sociedades Agrarias de Transformación (SS.AA.TT.), reguladas por el Real Decreto 1776/1981, de 3 de agosto, que las configura como una sociedad civil de finalidad económico-social constituida para la producción, transformación y comercialización de productos agrícolas, ganaderos o forestales, la realización de mejoras en el medio rural, la promoción y desarrollo agrario y la prestación de servicios comunes que sirvan a esa finalidad.
Según datos de la Consejería de Agricultura, organismo encargado en nuestra Comunidad del mantenimiento del Registro en el que deben inscribirse, actualmente están inscritas en el mismo 1.400; ahora bien, aproximadamente un 34% de ellas se consideran por la propia Consejería de Agricultura como inactivas, al no haber actualizado sus datos desde varios años en el mismo y no haber presentado la documentación obligatoria anual.
Pues bien, tal como se recoge en la tabla 1.8.20, a finales de 2007 existían en nuestra región 937 SSAATT activas. A nivel nacional, el único dato disponible, publicado por el entonces Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y referido a 31 de diciembre de 2005, indica que, a esa fecha existían un total de 12.225 SSAATT. en España, por lo que las de Castilla-La Mancha supondrían el 7,66% del total nacional, aunque hay que tener en cuenta que respecto a éste, no existen datos que permitan establecer el porcentaje de estas empresas que estaban realmente activas.
Por provincias, destaca la poca presencia de este tipo de sociedades en Toledo, que agrupa tan sólo el 2,45% del total regional; por el contrario, Guadalajara contaba a finales de 2007 con casi el 30%. Respecto al año anterior se produjeron incrementos en el número de SSAATT en todas las provincias, aumento que, a nivel regional, fue de casi el 4%.
Por otra parte, las SSAATT existentes a finales de 2007 en la región contaban con algo más de 19 mil socios, lo que daba una media de 20,7 socios por sociedad. Entre las distintas provincias se da una gran disparidad en el tamaño de este tipo de empresas; así, mientras que en Toledo, cada sociedad contaba con 81,3 socios de media, en Cuenca no llegaban a los 11.
Dentro de la actividad agraria que deben tener todas las SS.AA.TT, se recoge en la tabla 1.8.21 la distribución de las mismas entre los distintos objetos sociales que comprende. Como se observa, la explotación comunitaria de tierras es la actividad mayoritaria, agrupando a casi el 60% del total de sociedades inscritas en el Registro a finales de 2007. También es relevante el porcentaje de SS.AA.TT que se dedican a la ganadería (14,73%) y a la administración de riegos (9,71%).
Señalaremos, por último, que durante 2007 se constituyeron en Castilla-La Mancha 35 SSAATT, lo que supone un descenso respecto a los últimos cinco años. Por provincias, Toledo con 12 Sociedades Agrarias de Transformación, es la que mayor número tiene. El número de socios de las Sociedades Agrarias de Transformación creadas en Castilla-La Mancha aumenta un 15,8 % en el último año, para situarse en 520 en 2007.
La definición legal del autónomo se encuentra en la actualidad en la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del Trabajo Autónomo, que entiende por tal la persona física que realiza de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, una actividad económica o profesional a título lucrativo, dé o no ocupación a trabajadores por cuenta ajena.
Se configura así, por tanto, una figura híbrida de autoocupación laboral y de actuación emprendedora en el mercado. Una forma de trabajo en la que (como se recoge en Informe de la Comisión de Expertos, designada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, para la elaboración de un Estatuto del Trabajador Autónomo) el salario pasa a ser la renta residual de una actividad empresarial o profesional que remunera tanto el trabajo como la organización, en la que el capital se aporta también por el propio trabajador y en la que, incluso, pueden generarse otras rentas laborales para los trabajadores "típicos" que los autónomos puedan tener a su cargo.
Esto hace que dentro del concepto de autónomo coexistan desde los trabajadores autónomos propiamente dichos a los "autónomos dependientes" en su capacidad de decisión o su poder de mercado, desde los profesionales liberales a los emprendedores con o sin trabajadores a su servicio, y desde los agentes mercantiles o comerciales, a los administradores de sociedades mercantiles, los transportistas o los socios de cooperativas de trabajo asociado.
Todas estas circunstancias hacen especialmente difícil medir y caracterizar frente a esa diversidad del trabajo autónomo, la tarea de "pesar, contar y medir" resulta especialmente difícil de abordar y, sobre todo, de precisar. Para ello contamos, fundamentalmente, con dos fuentes estadísticas: la Encuesta de Población Activa (EPA) y la del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Hay que tener en cuenta que tienen metodologías, ámbitos temporales y obtención de datos distintos, por lo que, aunque no coincidentes, ofrecen ambas perspectivas complementarias sobre este colectivo.
De la EPA, en la que el concepto de autónomo se asimila al de trabajador por cuenta propia, y en la que no se suministran datos a nivel provincial, se pueden obtener datos generales sobre el volumen y evolución de este colectivo. Los principales resultados se recogen en la tabla 1.8.23. Como se observa, en 2007 existían en Castilla-La Mancha casi 175 mil ocupados por cuenta propia de media, lo que representaba el 4,87% del total de trabajadores por cuenta propia del país.
De esta información se desprende, asimismo, una mayor importancia del colectivo de autónomos en nuestra región que en el conjunto nacional. Así, el porcentaje que los trabajadores por cuenta propia representaban sobre el total de ocupados en Castilla-La Mancha en 2007 (20,72%) era 3,1 puntos superior al peso relativo del empleo autónomo en España.
De la información contenida en la EPA se pueden extraer algunas características, como que las mujeres representaban el 27,3%, porcentaje cuatro puntos inferior al del conjunto de España y nueve al que suponen las mujeres en el total de ocupados de la economía regional. Pero quizás, el rasgo más significativo que se pone de manifiesto es el de la situación profesional de este colectivo. A estos efectos, la EPA los divide en cuatro categorías: Empleador (aquéllos empresarios que tienen trabajadores a su cargo), Empresario sin asalariados, Miembro de cooperativa y Ayuda familiar. Como se observa, el colectivo más importante es el de Empresario sin asalariados, que representa más del 62% del total de trabajadores por cuenta en 2007; también es numeroso el de Empleador, con un 26,67% del total. Del resto de colectivos, hay que destacar que el de Ayuda familiar agrupaba casi al 10% del total.
Esta estructura del colectivo de autónomos reflejada en la EPA presenta algunas diferencias con la que se da en el conjunto de España, consistentes, fundamentalmente, en un mayor peso en nuestra Comunidad de los Empresarios sin asalariados, compensado por una menor presencia de los Empleadores.
Para analizar más detenidamente a los autónomos debemos recurrir a la segunda fuente comentada, el Ministerio de Trabajao y Asuntos Sociales, que caracteriza un colectivo que denomina "Autónomos propiamente dichos", que, partiendo de los ficheros de afiliados a los distintos regímenes por cuenta propia de la Seguridad Social, excluye del mismo a los que están integrados a sociedades mercantiles, cooperativas u otras entidades, así como a los colaboradores familiares y los que están integrados en algún colectivo especial de trabajadores. Por lo tanto, se configura así, una visión más ajustada al concepto de autónomo y que tiene mejor cabida como integrante del tejido empresarial.
Pues bien, como se recoge en la tabla 1.8.24, a finales de 2007 existían en nuestra región algo más de 108 mil personas que se podían calificar de Autónomos propiamente dichos, lo que representaba el 4,84% del total nacional y un 3,89% de incremento respecto al año anterior.
También esta fuente estadística pone de manifiesto la creciente importancia del colectivo en Castilla-La Mancha: desde 2004 (primer año en que se realizó), el número de autónomos se ha incrementado en algo más del 7%, muy por encima del 2,47% de incremento experimentado a nivel nacional.
Por provincias (tabla 1.8.25), Toledo, agrupa casi la tercera parte del total de autónomos regionales. También en Ciudad Real se da una importante presencia de este colectivo, con algo más de la cuarta parte del total regional. Guadalajara, por el contrario, es la provincia en donde, a finales de 2007, existían un menor número de autónomos, que no alcanzaba el 10% del total. No obstante, ha sido precisamente Guadalajara la que ha visto crecer en mayor medida este colectivo, con un 13,48% en los últimos cuatro años y casi el 10% interanual. Los incrementos de Toledo están también claramente por encima de la media regional.
Como primera característica de este colectivo se puede señalar que únicamente el 5,35% de los autónomos de la región simultaneaban su actividad con otra por cuenta ajena, porcentaje muy similar al que se da en España (tabla 1.8.29). Por otra parte, casi el 19% del total de autónomos de la región tenían asalariados a su cargo a finales de 2007, ligeramente por debajo de la media española. A nivel provincial destaca el caso de Cuenca, donde los autónomos que emplean a asalariados descienden hasta el 15,5% del total de autónomos de la provincia.
Por sectores productivos, tal como se recoge en la tabla 1.8.27, más de la mitad del colectivo ejerce su actividad en el sector Servicios, casi un 23% en la gricultura, casi el 20% en la Construcción, mientras que la Industria sólo agrupa al 6,39% del total de autónomos de la región. No obstante, esta distribución encubre notables diferencias entre las distintas provincias. Así, en Cuenca la Agricultura agrupa a casi el 40% de los autónomos, prácticamente el mismo porcentaje que los Servicios. Por otro lado, en Toledo el sector industrial tiene mayor peso que en la media regional, lo mismo que ocurre en Albacete con el de Servicios.
Respecto al conjunto de España, se observa un peso mucho menor del sector Servicios dentro de los autónomos de nuestra región (que es casi catorce puntos inferior a la media española), compensado con una mayor importancia de los sectores de la Construcción y, especialmente, de la Agricultura.
Como último dato interesante que se puede extraer de la información publicada por el Ministerio, hay que señalar que los autónomos extranjeros (tabla 1.8.28) representaban el 5,63% del total en Castilla-La Mancha, porcentaje inferior al que se daba en el conjunto nacional que era del 7,15%. Dentro de nuestra región destaca la fuerte presencia de los extranjeros dentro de los autónomos de Guadalajara, donde representaban casi el 12% del colectivo a finales de 2007; por el contrario en Albacete no llegaban al 4%. La importancia de los extranjeros entre los autónomos de la región se ha incrementado notablemente en los últimos años, baste señalar a este respecto que en 2004 únicamente suponían el 1,22% del total.