Durante 2007 el mercado de trabajo de Castilla-La Mancha presentó un excelente comportamiento en sus indicadores básicos de actividad, ocupación y desempleo. Las tasas de crecimiento de la población activa y de la población ocupada fueron ampliamente superiores a los observadas en el conjunto de España y, además, a diferencia de años anteriores, el ritmo de descenso del desempleo en la región fue significativamente mayor que a escala nacional.
La tasa de creación neta de empleo en la región fue del 5,6% en el último año, una de las más elevadas del periodo reciente, sólo superada por la tasa máxima del 6,5% lograda en 2005. El descenso en la cifra de parados se situó en un -9,9% (frente al un -0,2% en el conjunto nacional). Con ello, en términos absolutos, la cifra media de población ocupada en Castilla-La Mancha según los datos de la Encuesta de Población Activa alcanza un total de 843 mil personas y la de parados desciende hasta el nivel existente en 2002, por debajo de las 70 mil personas.
Estos buenos resultados se reflejan también en los avances que experimentan las tasas relativas de actividad, ocupación y paro. En concreto, la tasa media de actividad, en porcentaje de la población de 16 y más años, gana un punto porcentual hasta alcanzar el 56%. La tasa de empleo, en relación al mismo colectivo poblacional, aumenta en 1,6 puntos porcentuales hasta el 51,8%. Ambos cambios permiten una cierta reducción del diferencial en estos indicadores con el conjunto de España, aunque manteniéndose aún las divergencias estructurales que caracterizan al mercado de trabajo regional en ambas variables. En cuanto a la tasa de paro, tras dos años en los que Castilla-La Mancha se situó en niveles similares e incluso superiores a la media nacional, el descenso hasta una tasa del 7,6% de la población activa permite de nuevo recuperar en 2007 un valor claramente inferior a la tasa media de paro nacional (8,3%).
El panorama general de las características básicas que en 2007 presentó el mercado de trabajo de Castilla-La Mancha se completa con una revisión de la estructura desagregada de sus principales colectivos de población en relación con la actividad laboral. La comparación permite apreciar adecuadamente la situación regional actual respecto al conjunto nacional, tanto en términos absolutos como en tasas de variación anual respecto a 2006.
En 2007 la población potencialmente activa, es decir, la de 16 y más años, es decir, la que se encuentra en edad de trabajar, se situó en la región en 1.629 miles de personas, lo que supone un crecimiento del 2,4% respecto al año anterior, por encima del 1,8% logrado en el conjunto de España.
De este colectivo de potenciales activos, 912,6 miles de personas corresponden a la población activa regional, con un incremento del 4,3% respecto a 2006, por encima del ritmo de crecimiento medio nacional que se situó en el 2,8%. El proceso de intenso crecimiento de la población activa que viene experimentando la región en el periodo reciente y no sólo en el último año, queda reflejada en la comparación entre la cifra actual y la existente en 2002 que era de 729 mil personas. Este aumento neto de 183 mil personas constituye un ascenso relativo de la oferta de trabajo disponible de un 25% en tan solo seis años. En el conjunto de España, la población activa ha pasado de 18,7 millones de personas en 2002 a 22,2 millones en 2007, es decir, un incremento del 18,7%. En todo caso, tanto para el mercado de trabajo regional como nacional, se trata de una situación excepcional que está permitiendo incrementar de forma muy rápida el tamaño de ambos y que aparece vinculada al intenso ritmo de incorporación de población activa inmigrante, pero también de población femenina. Todo ello en un contexto propicio de intensa creación de oportunidades de empleo que ha contribuido a su vez a mejorar los niveles de crecimiento económico.
El análisis de la estructura de la población activa según sexo confirma el intenso crecimiento del número de activos entre los colectivos masculino y, sobre todo, femenino. En el caso del colectivo masculino, la tasa de incremento regional es ligeramente superior a la tasa media nacional en 2007 (2,6% frente a 2,1%, respectivamente). En el caso de las tasas de variación de la población activa femenina, el aumento del 7,1% en Castilla-La Mancha supone un ritmo casi dos veces superior al observado a nivel nacional durante el mismo periodo. La población activa femenina regional alcanza una cifra próxima a 350 mil personas, lo que supone el 38,3% de su población activa total, aún por debajo -no obstante- del correspondiente peso relativo del conjunto de España, situado en el 42,3%.
Entre 2002-2007, el incremento neto registrado en la población activa femenina de Castilla-La Mancha ha sido de 92 mil personas, es decir, un crecimiento acumulado del 35,5%, frente al 25,3% registrado durante el mismo periodo en España.
Por tramos de edad, la población activa de Castilla-La Mancha crece de forma importante en el grupo de jóvenes entre 16-19 años, en contraste con el descenso de 2006, así como, sobre todo, en el caso del colectivo de adultos entre 25-54 años. A continuación se sitúa el crecimiento más moderado del colectivo de 55 y más años. En cambio, cabe hablar de una situación de relativo estancamiento en el tramo de población activa de jóvenes entre 20-24 años.
El análisis conjunto de las variables sexo y edad permite apreciar que el notable crecimiento de la población activa se explica fundamentalmente por las tasas de incremento de la mayoría de tramos de edad básicos del colectivo femenino. Destacan en especial los incrementos anuales de la población activa femenina entre 16-19 años (11,7%) y entre 25-54 años (7,9%). En los tramos de edad del colectivo masculino, la variación más relevante corresponde también al grupo de adultos entre 25-54 años (3,3%).
El balance de crecimiento de la población activa femenina adulta entre 25-54 años durante el periodo 2002-2007, el más importante para valorar la evolución del conjunto del mercado de trabajo regional y sus posibilidades de convergencia con la media nacional, muestra un aumento acumulado de 77 mil personas, es decir, un incremento relativo del 38,5%.
Por sectores productivos, la población activa regional aumenta en 2007 su importancia relativa en los sectores de Construcción y Servicios, en cambio desciende en Agricultura e Industria. Tras estas variaciones, los pesos relativos de la población activa en Industria y Construcción convergen hacia porcentajes en torno al 16,5% en ambos casos, mientras que la población activa agraria alcanza un valor mínimo por debajo del 7% y la población activa en el sector terciario alcanza un valor máximo del 57,1% del total. En comparación con el conjunto nacional, se mantiene la situación de menor peso relativo en el sector terciario, aunque consiguiendo reducir distancias respecto al año anterior (de 8,2 puntos a 6,8 puntos). En contraste, se mantiene la relativamente mayor representación de la población activa regional en los otros tres sectores, especialmente en Agricultura y Construcción.
A escala provincial, durante el último año las variaciones más significativas, tanto entre la población activa masculina como femenina, correspondieron a las provincias de Albacete y Toledo, con incrementos del colectivo femenino del 16,4 y 11%, respectivamente. En el resto de provincias merece atención la escasa variación de ambos colectivos en la provincia de Ciudad Real y el estancamiento anual de la población activa femenina en Cuenca e incluso el descenso de ésta en Guadalajara.
En términos absolutos, la provincia con mayor población activa es Toledo (309 mil personas), a continuación se sitúan Ciudad Real (224 mil) y Albacete (190 mil). A mayor distancia se encuentran las dos restantes provincias. No obstante, en el caso de Guadalajara su población activa alcanza un total de 104 mil personas, 33 mil más que en 2002. En Cuenca se sitúa en 87 mil personas, lo que significa un ligero descenso respecto al año anterior, aunque mantiene un incremento de 10 mil personas respecto a 2002.
La provincia con un mayor peso relativo del colectivo femenino entre su población activa es Albacete (40,2%). A continuación se sitúa Guadalajara con un 39,3%. En Ciudad Real y Toledo los porcentajes son muy similares, en torno al 38%, mientras que el peso relativo más reducido corresponde a la población activa femenina de Cuenca (36%).
Por lo que se refiere a la población inactiva, es decir, la de 16 y más años no incorporada al mercado laboral, ésta se situó en 2007 en 716,5 miles personas en Castilla-La Mancha, tan solo un 0,2% más que en el año anterior. El análisis de su estructura muestra como colectivo más importante en términos relativos al de Jubilados y Prejubilados que representa entre la población inactiva regional un 40%, cuatro puntos por debajo de su peso en el conjunto nacional. Le siguen las personas dedicadas a Labores del Hogar con un 37,9%, ampliamente superior a su peso relativo en el conjunto nacional (31,6%).En cuanto a los restantes colectivos, la comparación entre la región y el conjunto de España muestra un porcentaje ligeramente inferior a la media nacional en el grupo correspondiente a Estudiantes, así como en el caso del colectivo de Incapacitados.
La tasa de actividad de Castilla-La Mancha alcanza el 56% de la población de 16 y más años, un punto más que en 2006, lo que supone un ritmo de incremento similar al conseguido también un año antes. Durante el periodo 2002-2007 la tasa de actividad de la región ha logrado un avance acumulado de 5,1 puntos porcentuales, frente al aumento de 4,6 puntos observado en el conjunto de España.
La tasa de actividad de Castilla-La Mancha mantiene un diferencial de 2,9 puntos por debajo de la media nacional. Sin embargo, se trata del menor diferencial en los últimos años, consolidando una tendencia decreciente desde los diferenciales superiores al 4% que se observaban a principios de la presente década.
El análisis de la tasa de actividad por sexos muestra un estancamiento respecto del año anterior en el caso del colectivo masculino, en un contexto de moderado ascenso de la tasa media nacional. En cambio, la tasa de actividad femenina de Castilla-La Mancha aumenta en 2007 dos puntos, hasta alcanzar el 43% de su población activa, mientras que la correspondiente tasa nacional sólo se ha incrementado en un punto adicional. Tras esta evolución reciente, la diferencia en la tasa de actividad masculina respecto al conjunto nacional se incrementa ligeramente en 0,2 puntos, mientras que en la tasa de actividad femenina regional se logra un descenso de 6,9 a 5,9 puntos. En el periodo 2002-2007, el indicador relativo de incorporación de mujeres al mercado laboral de Castilla-La Mancha ha avanzado 8 puntos mientras que en el conjunto de España se incrementó tan sólo en 6,7.
El análisis desagregado de la tasa de actividad, según principales tramos de población indica un incremento moderado en el colectivo de jóvenes menores de 25 años, en contraste con el descenso a nivel nacional. En el caso de la tasa de actividad de adultos, se alcanza un nuevo máximo en la región del 56,2% de la población potencialmente activa, lo que representa un crecimiento más intenso que el observado a escala nacional. Tras estos cambios recientes, la tasa de actividad juvenil de la región incrementa su diferencial favorable respecto a la media nacional y la tasa de actividad adulta se mantiene en valores inferiores al conjunto de España pero logra reducir la diferencia por debajo de 4 puntos.
Entre la población activa masculina de Castilla-La Mancha, la tasa de actividad juvenil registra un ligero descenso y la tasa de actividad adulta se mantiene constante. En cambio, entre el colectivo femenino la tasa de actividad avanza, tanto en el caso de las mujeres jóvenes como, sobre todo, de las mujeres adultas de 25 y más años, cuya tasa pasa del 40,2 al 42,4%, lo que reduce el diferencial con la media nacional para este grupo de edad a 6,7 puntos porcentuales (frente a 7,7 puntos en 2006).
El balance del periodo 2002-2007 muestra precisamente como cambio más destacable el avance en el nivel de actividad laboral de las mujeres en Castilla-La Mancha. El aumento acumulado de la tasa de actividad femenina regional de 25 y más años fue de 8,2 puntos (frente a los 6,9 del conjunto de España). En el caso de la tasa de actividad femenina del tramo juvenil, el aumento regional fue de 7,4 puntos (5,5 a nivel nacional).
El análisis comparativo de la tasa de actividad entre Comunidades Autónomas indica que Castilla-La Mancha se mantiene un año más como la sexta región con una tasa de actividad más reducida. Con tasas de actividad inferiores aparecen Asturias, Ceuta y Melilla, Extremadura, Castilla y León y Galicia.
En un nivel intermedio, con tasas de actividad comprendidas entre el 56 y 59% de la población de 16 y más años, se sitúan las regiones de Andalucía, País Vasco, Cantabria, Aragón y País Vasco. Por encima de la media nacional, con tasas superiores al 60% e inferiores al 62%, están La Rioja, Comunidad Valenciana, Murcia, Navarra y Canarias.
Las Comunidades Autónomas con tasas de actividad más elevadas, por encima del 62% en 2007, son Cataluña, Comunidad de Madrid y Baleares. El nivel máximo continúa correspondiendo a Baleares con un 64,1% de su población de 16 y más años, aunque se reduce en una décima respecto al año anterior.
En términos de números índice, respecto al valor 100 que representaría la tasa de actividad de España, la tasa de actividad de Castilla-La Mancha se sitúa en un valor actual de 96,1, es decir, a 3,9 puntos de la media nacional, por debajo de los 5,7 puntos de 2006 y lejos de los casi 7 puntos de diferencia que se registraban en 2002. Por tanto, cabe hablar de una progresiva convergencia entre la tasa de actividad regional y nacional, lo que constituye un elemento relevante para la convergencia de Castilla-La Mancha en términos de empleo. La región con el valor mínimo es Asturias, un 14,4% por debajo de la referencia nacional, mientras que Madrid y Baleares presentan tasas con un valor relativo casi un 10% por encima de la referencia nacional igual a 100.
El análisis de la tasa de actividad por provincias sitúa a Toledo como la provincia con una tasa más elevada, 59,6% de su población de 16 y más años, incluso por encima de la tasa media nacional. A continuación se sitúan Albacete y Guadalajara. Por debajo de la media regional, se sitúan Ciudad Real y, especialmente, Cuenca, cuya tasa de actividad tan solo alcanza el 48,2%, a 7,8 puntos de la media regional y a 10,7 puntos de la media nacional. La evolución respecto al año anterior muestra un avance de la tasa de actividad en Albacete y Toledo y descensos en Ciudad Real, Guadalajara y Cuenca.
El análisis más detallado por provincias y colectivos según sexo permite observar que las provincias con tasas de actividad masculina más elevadas, por encima del 70% y, por tanto, superiores incluso a la media nacional, son Toledo y Albacete, mientras que el nivel mínimo se sitúa en Cuenca (61,5%). En cuanto a la tasa de actividad femenina, el porcentaje más elevado en la región en 2007 se sitúa en Albacete, seguida de Guadalajara, ambas a gran distancia de la tasa de actividad más baja para este indicador correspondiente también a Cuenca (34,9%). En comparación con las tasas de 2006, se produjeron descensos tanto de la actividad masculina como femenina en Ciudad Real y Guadalajara. Por el contrario, aumentó la tasa de actividad para ambos colectivos en Albacete y Toledo. En la provincia de Cuenca, desciende la actividad masculina y avanza de forma moderada la actividad femenina.
En el contexto europeo, los datos disponibles para 2006 muestran que la tasa de actividad española, considerada en términos homogéneos como porcentaje de la población entre 16 y 64 años, alcanza el 71,9 %, es decir, 2,2 puntos más que en 2005 y por encima, por primera vez, de las medias de la UE-15 y UE-27. En el caso de Castilla-La Mancha la tasa de actividad de la población entre 16 y 64 años se sitúa en 2006 en el 69,8%, a 2,1 puntos de la media nacional pero a tan solo 0,5 puntos de la UE-27, lo que indica la existencia de un proceso de convergencia.
Por debajo de la tasa de actividad de nuestra región se sitúan Eslovaquia, Lituania, Grecia, Luxemburgo, Bélgica, Bulgaria, Rumania, Polonia, Italia, Hungría y Malta. En niveles intermedios, similares a España o algo superiores (entre el 70-72%) aparecen Francia, República Checa, Holanda, Eslovenia, Letonia, Irlanda y Estonia. Las tasas más elevadas, entre el 74-80%, corresponden a Alemania, Finlandia, Reino Unido, Holanda, Suecia y Dinamarca. La tasa de actividad de Dinamarca (80,6%) es la más elevada de toda la Unión Europea y se sitúa 10 puntos por encima de la media de la UE-15. La tasa de la UE-25 está actualmente en el 71%, 4 décimas más que en la UE-15.
Las diferencias en los niveles de participación de la población en edad de trabajar en el mercado laboral europeo aparecen determinadas tanto por el nivel de desarrollo como por las características sociales e institucionales de cada país, predominando los niveles más bajos en los países de la Europa del Sur (más Bélgica y Luxemburgo) y las más elevadas en los países centrales y nórdicos.
La población con empleo de la región se incrementó en 2007 en 45 mil personas, con una tasa de variación anual del 5,6%, hasta situar la cifra media anual de ocupados por encima de 840 mil personas. Se trata de un ritmo de creación de empleo incluso más intenso que en el año anterior y el segundo más elevado en la presente década, sólo por debajo del incremento logrado en 2005. En el conjunto de España, la población ocupada se incrementó en términos netos en 608 mil personas en 2007, lo que representa una tasa de crecimiento del empleo del 3,1%, la tasa más baja desde 2002.
Entre 2002-2007 la población ocupada de la región ha aumentado en 183 mil personas manteniendo tasas anuales de crecimiento por encima de la media nacional desde el comienzo de la década.
El ritmo de aumento del empleo de Castilla-La Mancha en 2007 la sitúa entre el grupo de regiones con porcentajes más elevados en España, tan solo superado por Aragón y Murcia. En un nivel intermedio, todavía por encima de la media nacional del 3,1% aparecen Canarias, Extremadura, Cantabria, Andalucía y Comunidad Valenciana. Las regiones con un incremento por debajo de la media nacional pero aún superiores al 2% son Cataluña, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Galicia, Baleares, Asturias y Navarra. Sólo en La Rioja, País Vasco y Ceuta y Melilla cabe hablar de una situación de bajo crecimiento del empleo, con tasas entre el 0,6-1,5% para los dos primeros casos y una tasa negativa en las Ciudades Autónomas.
Durante el periodo 2002-2007, la tasa de variación acumulada del empleo castellano-manchego (27,8%) le sitúa entre las tres regiones que consiguieron un incremento mayor durante estos años en el conjunto de España, sólo por debajo de Murcia y Andalucía. Las restantes Comunidades Autónomas que lograron tasas acumuladas superiores a la media nacional, pero inferiores a las de este grupo, fueron La Rioja, Comunidad Valenciana, Cantabria, Aragón, Cataluña y Comunidad de Madrid. Por el contrario, las regiones con un variación acumulada más reducida durante este periodo fueron Asturias, Galicia, País Vasco y Ceuta y Melilla y Castilla y León.
Aunque el balance acumulado entre 2002-2007 no permite establecer un perfil definido de regiones en función de la capacidad de generación de empleo, sí se puede señalar que, a grandes rasgos, entre los factores que pueden haber incidido en mayor medida en el logro de ritmos más elevados de creación de puestos de trabajo parecen encontrarse la incorporación de población inmigrante y la creación de empleo en el sector Servicios, así como en el sector de Construcción.
Durante el último año, Albacete lideró el crecimiento de empleo a escala provincial con un incremento anual del 10%, en contraste con el ligero retroceso en 2006. A continuación, con tasas de crecimiento superiores al 6% se sitúan Guadalajara y Toledo. En el resto de provincias, el crecimiento fue moderado en Ciudad Real (2,8%) y presentó signos de estancamiento en Cuenca (0,3%).
En términos absolutos, el colectivo de población ocupada más elevado sigue correspondiendo a Toledo con 287 mil personas (el 34% de la población ocupada de la región), seguida de Ciudad Real con 203 mil (24,1%) y Albacete con 172 mil (20,5%). Por su parte, Guadalajara y Cuenca se aproximan ya a cifras de población ocupada de 100 mil y 82 mil personas, respectivamente, representando en torno al 10-12% del empleo regional en cada caso.
El balance acumulado de aumento de la ocupación durante el periodo 2002-2007 refleja con claridad los extraordinarios incrementos del empleo en la región en la etapa más reciente, sobre todo en determinadas provincias. Así, la provincia con un incremento relativo más elevado en esta etapa es Guadalajara, con una tasa acumulada del 53,5% (casi 35 mil personas más que en 2002). A continuación aparece Toledo con un incremento acumulado del 35,5% (75 mil empleos netos más). Le sigue Albacete con un 21% (30 mil empleos netos más), Ciudad Real con un ascenso del 18,5% y Cuenca con porcentajes de variación acumulada en torno al 16%.
El análisis comparativo de los datos disponibles sobre tasas de crecimiento del empleo en los países de la Unión Europea a lo largo de 2007, sitúa a Castilla-La Mancha y España entre los territorios con una mayor generación de empleo. A escala nacional, tan solo tres países, Polonia, Luxemburgo e Irlanda, logran un crecimiento anual superior al 3,1% de España, siendo a su vez significativamente superior el aumento del empleo en Castilla-La Mancha (5,6%)
El panorama general del empleo en Europa durante 2007 muestra aún una situación de moderado crecimiento económico con tasas medias de generación de puestos de trabajo del 1,4% para la UE-15 y del 1,6% para la UE-27. Por encima de estos valores de referencia se encuentran, además de los cuatro países ya citados, Bulgaria, Eslovenia, Lituania, Dinamarca, Suecia, Letonia, Holanda, Eslovaquia y Finlandia. En torno a la media aparecen Alemania, Republica Checa, Grecia, Chipre, Austria, Bélgica y Malta. Las tasas más bajas en 2007 corresponden a Rumania, Estonia, Francia, Italia, Reino Unido, Portugal y Hungría (que tiene, incluso, una tasa negativa del -0,3%).
En síntesis, las naciones con mayor dinamismo del empleo corresponden en gran parte al área de los países del Norte y Este de Europa junto con España, Holanda y Luxemburgo. Entre los países con mayor población tan solo España y Polonia consiguen tasas elevadas, mientras que Alemania, Francia, Italia y Reino Unido se sitúan en un intervalo del crecimiento entre el 1,7 y 0,5%.
El análisis del empleo de la región por sectores productivos muestra para el último año un ritmo de generación de puestos de trabajo especialmente elevado en Construcción y Servicios, un crecimiento moderado en Agricultura y un notable descenso del empleo en Industria. La comparación con la evolución sectorial del conjunto de España permite resaltar aún más este comportamiento al ser los incrementos regionales del empleo en Construcción y Servicios más intensos que los observados a nivel nacional, pero reflejando también un descenso del empleo industrial más acusado que en el conjunto de la industria nacional. El contraste es aún más significativo en el caso del empleo agrario al coincidir el crecimiento del 2,7% en la región con un descenso del 2% en España.
El análisis de la estructura sectorial del empleo ocupado en Castilla-La Mancha indica que tras las variaciones del último año, el peso relativo del empleo en el sector terciario aumenta 1,7 puntos hasta alcanzar un máximo del 58,8% de la población ocupada total de la región. En el sector de la Construcción avanza también ligeramente su peso relativo en el empleo total hasta casi el 17%. Por el contrario, se reduce el peso relativo de Agricultura y, sobre todo, del empleo industrial.
El balance del periodo 2002-2007 refleja un incremento neto acumulado del empleo terciario de 123 mil personas (un 33%, en términos relativos). El empleo en Construcción se incrementó en 42 mil personas (un 42,5% más que en 2002). En Industria, se logró un crecimiento neto del empleo de 23 mil personas durante el mismo periodo (18,5% en términos relativos). Por último, se constatan unos 5 mil empleos netos menos en el sector agrícola (-8% respecto a 2002).
El análisis desagregado de la evolución del empleo a escala provincial refleja una vez más la amplia heterogeneidad de la dinámica sectorial de cada territorio de la región. El único aspecto en común en las cinco provincias durante 2007 es el incremento del empleo en el sector Servicios, destacando el caso de Albacete con un avance neto de casi el 16%.
En empleo agrícola, se observan importantes incrementos del empleo en Albacete y Ciudad Real, mientras que desciende en Cuenca, Toledo y, sobre todo, Guadalajara. En Industria, el empleo ocupado crece tan solo en Guadalajara (8,2%) y desciende en las otras cuatro provincias, especialmente en el caso de Cuenca (casi un 14%).
Por lo que se refiere al empleo en Construcción, en 2007 destacan las tasas de crecimiento de Toledo (24%) y Guadalajara (17%). Con un incremento más moderado del 2,5% aparece Cuenca y con tasas ligeramente negativas Ciudad Real y Albacete.
El análisis de la estructura del empleo en cada provincia indica que el peso relativo del empleo en el sector agrícola representa tan solo el 3,3% del empleo total en Guadalajara, en contraste con el 14% en Cuenca. El empleo industrial tiene un peso relativamente elevado en la provincia de Toledo (21%) y mínimo en Ciudad Real (13,5%). El sector de Construcción supone un porcentaje relevante del empleo total en Ciudad Real (20%), frente a sólo un 13% en Albacete. Finalmente, el peso relativo del empleo en el sector Servicios es especialmente elevado en Guadalajara (65% del empleo total en la provincia) y Albacete (62%), pero tan solo el 55% en la provincia de Toledo.
El análisis comparativo de la evolución del empleo por colectivos según sexo en 2007 indica que las tasas de crecimiento del empleo masculino y femenino en Castilla-La Mancha fueron superiores a las correspondientes tasas de estos colectivos a escala nacional. No obstante, mientras que la diferencia a favor de la región sólo alcanza un 0,7 puntos en el caso del colectivo masculino, en el colectivo femenino la tasa de crecimiento regional (11,1%) es más de dos veces superior a la tasa de crecimiento nacional (4,5%)
El balance acumulado del periodo 2002-2007 muestra un incremento del empleo masculino de 90 mil personas lo que, en términos relativos, representa un crecimiento del 20,3%, es decir, 4,7 puntos más que el avance acumulado a escala nacional (15,6%). El aumento del empleo femenino regional para igual periodo es de 93 mil personas, es decir, una tasa acumulada del 43% (superior al 33,6% a escala nacional).
El peso relativo del empleo femenino sobre el empleo total de la región logra un notable avance en 2007 hasta el 36,6% (frente al 34,8% de 2006). No obstante, se mantiene aún una notable divergencia del mercado laboral de Castilla-La Mancha en relación al conjunto de España, donde el empleo femenino representa el 41% del empleo total.
En el análisis del empleo por tramos de edad los datos del último año indican que todos los grupos básicos considerados logran un aumento del empleo, destacando el incremento del 6,5% en el principal grupo de edad, correspondiente a los adultos entre 25-54 años.
En función de las variables sexo y edad, se aprecia que dicho incremento del empleo adulto se explica en mayor medida por el notable incremento del empleo adulto femenino de 25-54 años (de casi el 12%) y por un crecimiento más moderado del colectivo masculino (3,5%). Este predominio del efecto derivado del aumento del empleo femenino se pone de manifiesto también en el resto de tramos de edad de este colectivo, especialmente en los casos de las jóvenes entre 16-19 años y de los adultos de 55 y más años.
En una perspectiva más amplia, durante el periodo 2002-2007 el colectivo que logra un mayor crecimiento acumulado es precisamente el correspondiente a las mujeres adultas ocupadas entre 25-54 años. En concreto, a lo largo de estos años el empleo neto de este grupo se incrementó en 78,4 miles de personas, es decir, un 47,2% respecto a 2002.
A escala provincial, se observan elevadas tasas de crecimiento del empleo femenino en Albacete (19,9%) y Toledo (16,4%) y avances moderados en Guadalajara, Ciudad Real y Cuenca. En el caso del empleo masculino, el mayor crecimiento corresponde a Guadalajara y, a cierta distancia, a Albacete. En las restantes provincias, el incremento relativo fue moderado en Ciudad Real y Toledo e incluso negativo en Cuenca (-0,7%).
La población asalariada de Castilla-La Mancha alcanza en 2007 un total de 667 mil personas, lo que supone un aumento del 5,9%, por encima del incremento del 3,4% registrado a escala nacional. El empleo asalariado masculino logra un avance moderado del 2,1%, ligeramente inferior al observado a nivel nacional, mientras que, por el contrario, el femenino logra un extraordinario crecimiento del 12,4, más de dos veces superior al incremento medio a escala nacional (5%).
En el periodo 2002-2007 la población asalariada total de la región se ha incrementado en 172 mil personas, es decir, un 34,7%. Esta variación acumulada es también superior al 24,4% logrado a escala nacional. La población asalariada femenina de la región alcanza ya, en términos de media anual, una cifra de 260 mil personas, con un incremento acumulado desde 2002 de 86 mil personas, es decir, un 49% en términos relativos. Ello indica un ritmo de aumento del empleo asalariado femenino en Castilla-La Mancha que es 13 puntos superior al observado a escala nacional (36%). No obstante, las mujeres asalariadas en la región representan todavía un porcentaje del 39% del total de asalariados (37% en 2006), por debajo de su correspondiente peso relativo a escala nacional que alcanza actualmente el 43%.
Por sectores productivos, el empleo asalariado de la región crece en 2007 en Agricultura, Construcción y Servicios y desciende en Industria. El mayor incremento en términos relativos corresponde al empleo asalariado en el sector de Servicios (9,9%). A continuación se sitúa el crecimiento en Construcción con un 8,3% y en Agricultura con un 7,5%. Por el contrario, el empleo asalariado industrial registra un descenso del 7,9%.
En comparación con las tendencias del empleo asalariado en el conjunto de España, la región consiguió tasas muy superiores a los incrementos a escala nacional en Agricultura, Servicios y Construcción (sector con un descenso a escala nacional). Sin embargo, el notable descenso relativo en Industria contrasta con el moderado crecimiento del empleo asalariado industrial en España durante el mismo periodo.
En 2007, el colectivo de asalariados en el sector Servicios alcanza las 409 mil personas, un 61,3% del empleo asalariado total, 2 puntos más que en 2006. A continuación se sitúa el empleo asalariado industrial con 120 mil trabajadores (18% del empleo total frente al 20,7% del año anterior). El empleo asalariado en Construcción con una cifra de 110 mil trabajadores, mantiene un peso relativo del 16,4% del total. El empleo del sector agrario con 28 mil personas, representa tan solo el 4,3% del conjunto de asalariados.
El análisis de la estructura sectorial de la población asalariada de Castilla-La Mancha por tipo de contrato muestra un total de 439,5 miles de asalariados con contrato indefinido, mientras que casi 228 mil tienen un contrato por tiempo determinado. El incremento relativo del empleo indefinido en Castilla-La Mancha fue del 8,1% (1 punto más que la media nacional), mientras que el empleo temporal se incrementó el 1,7% (frente al descenso del 3,8% observado a escala nacional).
La tasa de temporalidad de la región se sitúa en el 34,1% del total de asalariados, lo que significa una reducción de 1,4 puntos respecto a 2006. En el conjunto de España, la tasa de temporalidad desciende hasta el 31,7%, incrementándose la divergencia del indicador en nuestra región de 1,5 puntos en 2006 a 2,4 puntos en 2007 respecto a la media nacional.
De forma más desagregada, se observa que la modalidad de contratación temporal más habitual es la de Obra y Servicio (casi 90 mil asalariados), seguida de los contratos por circunstancias de la producción (30 mil) y de los contratos de Sustitución (19,6 miles).
La cifra media anual de asalariados en 2007 en el sector público se situaba en Castilla-La Mancha en 152 mil personas, de las cuales 107 mil tenían empleo indefinido y 44 mil tenían empleo temporal (29,3% del total de asalariados en el sector público regional). En el sector privado, la cifra de asalariados con contrato indefinido alcanzó un total de 332 mil y la de trabajadores temporales un total de 183 mil, es decir, el 35,6% del total de asalariados en el sector privado.
La tasa de ocupación de Castilla-La Mancha alcanza en 2007 el 51,8% de la población de 16 y más años, lo que representa un aumento del 1,6% respecto a 2006. Este incremento es superior al logrado un año antes y permite además reducir el diferencial respecto a la tasa de empleo del conjunto de España (54%) desde los 3,2 hasta los 2, 2 puntos. Durante el periodo 2002-2007 el avance neto de la tasa de ocupación regional es de 6,6 puntos, superior al aumento de 6 puntos observado a escala nacional.
En comparación con el resto de Comunidades Autónomas, la tasa de ocupación del último año coloca a Castilla-La Mancha en una posición intermedia, próxima a la tasa de ocupación nacional aunque aún por debajo. Las regiones con una tasa de empleo más baja continúan siendo las mismas que en años anteriores, es decir, Extremadura, Asturias, Andalucía, Castilla y León, Galicia, así como Ceuta y Melilla.
Entre las regiones con tasas de ocupación superiores a la media nacional pueden distinguirse dos grupos. Por un lado, aquellas regiones que presentan niveles relativos medio-altos (en un intervalo comprendido entre 54-56% de la población de 16 y más años), formado por Canarias, País Vasco, Aragón, Murcia, Comunidad Valenciana y La Rioja. Por otro, el grupo de Comunidades Autónomas con tasas iguales o superiores al 58% constituido por Navarra, Cataluña, Baleares y, en especial, la Comunidad de Madrid, que se convierte en la región con una tasa máxima, próxima al 60% respecto a la población de 16 y más años.
Aunque la diferencia entre los valores mínimo y máximo de tasa de ocupación a escala regional, se ha incrementado de 16 puntos en 2006 a 17,2 puntos en el último año, se observa, en general, una mejora en las tendencias de convergencia de las tasas de ocupación regional. El largo periodo de crecimiento ininterrumpido del empleo en el conjunto de España parece haber favorecido esta moderada tendencia convergente, a pesar de la gran heterogeneidad en la evolución de los mercados de trabajo regionales en aspectos como el ritmo de incorporación de población inmigrante, población femenina y crecimiento del empleo a nivel sectorial, especialmente en Servicios.
En el análisis a escala provincial destaca Toledo con una tasa de ocupación del 55,3%, por encima incluso de la media nacional. A continuación se sitúa Guadalajara con una tasa de ocupación del 53,8%. También Albacete consigue situarse ya por encima del 53%, mientras que Ciudad Real alcanza el 48,1%. En el caso de la provincia de Cuenca, su tasa de ocupación está aún en 45,5%, descendiendo incluso respecto al año anterior y con una diferencia de 6,3 puntos respecto a la media regional y de 8,5 puntos respecto a la media nacional.
El balance acumulado del periodo 2002-2007 muestra como hechos más notables los ascensos de la tasa de ocupación en Guadalajara y Toledo, con incrementos acumulados de 10,3 y 8,2 puntos, respectivamente. A continuación se sitúa Albacete con un incremento de 5,9 puntos y, finalmente, Cuenca y Ciudad Real con aumentos acumulados del 4 y 4,5%, respectivamente. La diferencia entre las provincias con valores mínimo y máximo, que en 2002 era de 5,7 puntos, se sitúa en 2007 en 9,8 puntos.
La comparación de las tasas de ocupación en el conjunto de los países europeos, en términos de porcentaje respecto de la población de 16-64 años en 2006, sitúa a Castilla-La Mancha, en una tasa del 63,7% y al conjunto de España en el 64,8%. Estos porcentajes sitúan a ambos territorios en una posición intermedia, próxima a la media de la UE-27 (64,5%) pero aún lejos de la media de la UE-15 (66,2%). No obstante, cabe destacar que, tanto a escala regional como nacional, se mantiene una positiva tendencia hacia la convergencia, con avances de este indicador homogéneo superiores a 1 punto. Entre los países con tasas más elevadas, por encima del 70%, destacan Reino Unido, Suecia, Holanda y Dinamarca. Con tasas similares o algo inferiores a Castilla-La Mancha y España están Francia, Lituania y Luxemburgo. Los países con tasas de empleo más bajas, por debajo del 59% son Italia, Hungría, Malta, y Polonia.
Los países nórdicos y anglosajones mantienen las tasas de empleo más elevadas en la Europa ampliada, mientras que otros países correspondientes a los denominados modelos continentales y mediterráneos presentan tasas intermedias o bajas. Entre los países de la ampliación tan solo Chipre, Estonia, Letonia, Eslovenia y República Checa consiguen tasas elevadas.
A excepción de los cuatro países con tasas de ocupación más elevadas, así como de Austria, el resto de naciones no consigue por el momento cumplir con el objetivo previsto en la Estrategia de Lisboa de alcanzar el 70% de la población de 16-64 años en 2010. En el caso de España, la divergencia con este objetivo es aún de 5,2 puntos, aunque en 2005 la diferencia era de 6,7. En el caso de Castilla-La Mancha, la diferencia respecto al objetivo europeo del 70% se ha reducido también hasta situarse en el último año en 6,3 puntos.
Por sexos, durante 2007 la tasa de ocupación del colectivo masculino de la región se mantiene prácticamente estable (mejora en una décima), mientras que la del femenino se incrementa de forma extraordinaria en 3 puntos respecto al año anterior, alcanzando un 37,9%. Entre 2002 y 2007 la tasa de empleo masculina ha aumentado en 4,2 puntos y la tasa de empleo femenina en 8,6. En comparación con el conjunto nacional, mientras que la tasa de ocupación masculina de la región es más elevada que el valor medio nacional, la tasa de ocupación femenina se sitúa 5,7 puntos por debajo, pero consigue una sustancial reducción ya que un año antes este diferencial era del 7,5%.
Por edades, la tasa de ocupación aumenta en todos los tramos básicos considerados. El incremento más significativo corresponde al tramo entre 25-54 años, con un avance de 2 puntos porcentuales, seguido de los incrementos en los tramos de jóvenes.
Durante 2007, el número de desempleados en Castilla-La Mancha, según los datos de la Encuesta de Población Activa, alcanzó una cifra media anual de 69,5 miles personas, lo que supone un notable descenso del 9,9% respecto al año anterior y permite retroceder hasta las cifras de paro de 2002. Esta reducción es aún más significativa teniendo en cuenta el elevado incremento que durante el último año se ha producido también en la población activa de la región y que ha conseguido ser más que compensado con el aumento neto del empleo. En el conjunto de España apenas se produjeron cambios en la cifra neta de parados, logrando un descenso relativo de tan solo un 0,2%.
La evolución del desempleo regional por sectores productivos muestra un descenso apreciable del número de desempleados en todos los sectores, salvo en el caso de Construcción cuya cifra media anual presenta un ligero repunte. La cifra de parados más elevada sigue correspondiendo a parados no clasificados en un sector determinado (41% del total de parados), así como al sector Servicios con 25,3 miles de personas (36,4% del total). A continuación se sitúan, ya a mayor distancia, el sector de Construcción con 7 mil parados (10,6%) e Industria, con una cifra claramente inferior a 6 mil personas tras el descenso del último año (7,6% del total). En el sector agrícola el desempleo se reduce también hasta 3,3 miles de personas, reduciendo su peso relativo por debajo del 5%.
La composición de la población parada por sexos muestra un ligero descenso en el paro masculino (-1%) y una extraordinaria reducción en desempleo femenino (-15,1%). Estas tendencias contrastan con lo ocurrido a nivel nacional, donde el colectivo masculino registra un aumento en el número de parados y el colectivo femenino logra tan solo un moderado descenso.
Tras estos cambios, el peso relativo del paro femenino en Castilla-La Mancha desciende desde el 62,9% del desempleo total en 2006 hasta un 59,3% en 2007. No obstante, esta importancia relativa sigue siendo superior a la existente a nivel nacional, donde el desempleo femenino es actualmente del 55,5%.
El análisis del desempleo en función de los diversos colectivos por grupos de edad indica un descenso del paro en la mayoría de tramos, salvo en el caso de los jóvenes de 16-19 años. Destaca la reducción en el principal tramo de edad, correspondiente a adultos entre 25-54 años, que pasa de 52,9 a 46,7 miles de parados (-11,7%).
Entre la población parada masculina se registraron descensos en los tramos de jóvenes de 20-24 años y de adultos entre 25-54 años, mientras que aumentó el paro en los otros dos tramos básicos de edad. En el caso del colectivo femenino, el paro desciende en 2007 en todos los grupos de edad considerados, especialmente en el tramo principal de 25-54 años con una reducción del 17,2%.
Por lo que se refiere al colectivo de parados en busca de primer empleo, su cifra desciende un año más hasta situarse en 9,1 miles de personas. De ellas, 3,4 miles pertenecen al colectivo masculino, aumentando respecto a 2006 y 5,7 miles al colectivo femenino, lo que supone un descenso respecto al año anterior. Por edades, el número de parados en busca de primer empleo desciende en los grupos de jóvenes de 20-24 años y de adultos entre 25-54, mientras que se mantiene estable para el resto.
En función del tiempo de búsqueda de empleo se observa un notable descenso del colectivo de parados de larga y muy larga duración (1-2 años y más de 2 años), que se sitúa en 15,2 miles de personas, 5 mil menos que en 2006. Con ello, su peso relativo se reduce hasta el 21,9% del desempleo total, frente al 26,2% de 2006 y el 32,5% de 2002. En el conjunto de España, el desempleo de larga y muy larga duración desciende hasta un total de 435 mil personas, frente a las 470,6 miles del año anterior, con lo que su peso relativo se sitúa en el 23,7%, 1,8 puntos por encima de la correspondiente cifra en Castilla-La Mancha.
A escala provincial el número de desempleados, según los datos de la Encuesta de Población Activa, se redujo en 2007 en todas las provincias salvo en Albacete donde se mantuvo constante. En términos relativos, el descenso más significativo corresponde a Guadalajara (26,1%) y a Cuenca (16,7%).
Tras esta evolución reciente, el colectivo más numeroso de desempleados corresponde a Toledo con 22 mil personas (31,6% del desempleo regional). A continuación se sitúa Ciudad Real con 20,2 mil (29% del total) y Albacete con algo más de 17 mil (24% del desempleo regional). Las provincias de Cuenca y Guadalajara presentan cifras de paro en torno a 5 mil personas en ambos casos. Cuenca, Guadalajara y Toledo han reducido el número de parados respecto a 2002, al contrario que Albacete y Ciudad Real.
La distribución provincial de los parados en busca de primer empleo indica un descenso de este colectivo hasta niveles mínimos en Cuenca y Guadalajara. Por el contrario, aumenta su importancia en Albacete y Ciudad Real. El número más elevado de parados en busca de primer empleo corresponde a Ciudad Real y Toledo, con 3,1 y 2,5 miles de personas, respectivamente. La cifra más baja en el último año corresponde a Cuenca.
La tasa de paro regional descendió 1,2 puntos en 2007 para situarse en el 7,6% de su población activa. La tasa de paro nacional, por su parte, desciende tan solo 2 décimas, manteniéndose por encima del 8%. Por tanto, tras estas variaciones, la tasa de paro de la región recupera una posición relativa por debajo de la media nacional, tal como ocurrió hasta 2004.
Debe destacarse, de nuevo, que ello se produce incluso a pesar del elevado dinamismo de la población activa de la región, al ser compensado por un ritmo de generación de empleo aún más elevado. En cambio, en el conjunto de España, además de registrarse variaciones menos intensas, la diferencia entre los incrementos de actividad y ocupación ha sido más reducida, dificultando un mayor descenso de la tasa de paro.
En 2007, la tasa de paro masculino se redujo ligeramente en Castilla-La Mancha, en contraste con una tendencia ascendente en España y se situó en el 5%. En cuanto a la tasa de paro femenino, se observan descensos tanto a escala regional como nacional, aunque la reducción es más intensa en Castilla-La Mancha al pasar del 14,9 al 11,8% de la población activa femenina. La diferencia en la incidencia relativa del desempleo entre hombres y mujeres sigue siendo significativa en la región, aunque por primera vez se aprecia un notable descenso del diferencial de tasa de paro entre ambos colectivos. Mientras que en 2006 la tasa femenina era 2,9 veces superior a la masculina, en 2007 pasa a ser tan solo 2,3 veces superior, cercana ya a la observada en el conjunto nacional (1,7 veces superior).
En cuanto a la tasa de paro juvenil, durante el último año se produjo un descenso de 1,3 puntos, situándose por debajo de la media nacional que, en cambio, aumentó en 2007. En concreto, la tasa de paro juvenil de menores de 25 años se sitúa en el 15,7% de su población activa frente al 18,2% del mercado de trabajo nacional.
La tasa de paro adulto correspondiente a la población de 25 años y más años, experimenta igualmente un descenso en la región más acusado que el observado en España. Con ello, el porcentaje de parados adultos se sitúa en la región en el 6,4%, seis décimas inferior a la media nacional.
A su vez, dentro del colectivo masculino, la tasa de paro desciende tanto entre jóvenes como adultos, al contrario de lo ocurrido a nivel nacional. En cuanto al desempleo femenino, la tasa de paro regional se reduce igualmente entre jóvenes y adultas, mientras que a escala nacional tan solo se reduce la tasa de desempleo femenino de 25 y más años.
La tasa de paro descendió en 2007 en todas las provincias de la región, especialmente en Guadalajara, donde pasa del 7% en 2006 a un nivel mínimo del 4,9%. En cuanto a las restantes provincias, Cuenca y Toledo mantienen tasas de paro inferiores a la media nacional, mientras que Albacete y Ciudad Real siguen presentando tasas superiores, en torno al 9% de la población activa.
En el periodo 2002-2007, las provincias que han conseguido un descenso neto de su tasa de desempleo han sido Toledo (4,4 puntos), Guadalajara (4), Cuenca (3,4) y Ciudad Real (0,3). En cambio, Albacete aún mantiene una tasa 1,9 puntos mayor que la de 2002.
En comparación con el resto de Comunidades Autónomas, Castilla-La Mancha se sitúa en un nivel intermedio, ligeramente inferior a la media nacional. En 2007, la tasa de paro descendió en la mayoría de regiones, salvo en los casos de Baleares, Comunidad Valenciana, Ceuta y Melilla.
Las regiones con una tasa de desempleo inferior, entre el 7-6% de su población activa son Castilla y León, Baleares, Cataluña, Comunidad de Madrid, País Vasco y Cantabria. Por debajo del 6% aparecen La Rioja, Aragón y Navarra (4,8%). En el lado contrario, con tasas por encima de la media nacional se encuentran Asturias, Valencia, Canarias, Andalucía, Extremadura y Ceuta y Melilla.
Por lo que se refiere al análisis comparativo con los países de la Unión Europea, los datos homogéneos disponibles para el año 2007 indican que el nivel relativo de desempleo de Castilla-La Mancha se sitúa 2 décimas por encima de la tasa de paro de la zona euro y a 5 décimas de la tasa correspondiente a la UE-27. Las tasas de paro más elevadas, por encima de la media española, corresponden a Eslovaquia, Polonia, Grecia y Alemania. A continuación se sitúa un grupo de países con tasas de paro de valores intermedios formado por Portugal, Bélgica Rumania, Hungría, Bulgaria, Finlandia, Italia, Malta y Suecia. El resto de países presentan tasas de paro inferiores al 6% de su población activa, destacando Chipre, Dinamarca y Holanda con tasas inferiores al 4%.
Los datos más recientes relativos a la media anual de paro registrado en 2007 en las oficinas del Servicio Público de Empleo de Castilla-La Mancha (SEPECAM) sitúan este indicador en 91,7 miles personas, prácticamente igual a la cifra observada un año antes (variación relativa del 0,1%). En el conjunto de España, los datos de los Servicios Públicos de Empleo sitúan el paro registrado en 2.039,0 miles de personas, cifra muy similar a la observada en 2006 (variación relativa del -0,4%). En Castilla-La Mancha, las cifras son más elevadas en relación a la situación existente en 2002, aunque diversos cambios metodológicos pueden haber influido, a pesar de los esfuerzos de homogeneización realizados, en la evolución de las series estadísticas.
Por provincias, los datos de Diciembre de 2007 muestran un aumento del paro en relación a igual periodo del año anterior en todas las provincias, especialmente en los casos de Guadalajara y Toledo. En términos absolutos, Toledo con 29,4 miles de parados y Ciudad Real con 26,9 miles, presentan las cifras más elevadas, A continuación se sitúa Albacete con 23 mil, mientras que tanto Guadalajara como Cuenca mantienen un número de parados en torno a las 7-8 mil personas.
Conviene recordar también que, desde 2004, se dejaron de publicar datos relativos a tasa de paro registrado de forma que el único indicador relativo sobre desempleo que se considera a efectos estadísticos es la tasa de paro estimada a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa que se ha analizado anteriormente.
El análisis detallado de los datos de paro registrado a diciembre de 2007 en función de diversas características, refleja algunas de las diferencias existentes actualmente entre la estructura del desempleo registrado de Castilla-La Mancha y España. Así, mientras el colectivo femenino representa el 65% del paro total registrado en la región, en el conjunto de España, el peso relativo del desempleo femenino es del 58,4%, es decir, 6,6 puntos menos que en Castilla-La Mancha.
Por tramos de edad, el paro juvenil registrado (menores de 25 años) de Castilla-La Mancha se sitúa en 12.447 personas, (13% del total), el desempleo adulto de 25 y más años se sitúa en 82.508 personas. En el conjunto nacional, los parados menores de 25 años representan un 11% del total, con lo que la incidencia respecto al paro juvenil en la región, es ligeramente menor.
Por provincias, en la mayoría el desempleo registrado femenino se sitúa entre el 64-65%, salvo en Guadalajara, donde su peso relativo es significativamente inferior (57,2%). Por edades, los parados menores de 25 años suponen un máximo del 15% en Ciudad Real y un mínimo del 10,7% en Guadalajara.
Por sectores productivos, destaca el mayor peso relativo que presenta respecto al conjunto nacional el desempleo registrado correspondiente a los sectores de Industria y Construcción. A su vez, a escala provincial, en el caso de Industria resulta especialmente elevado el porcentaje de desempleo de Toledo (17,6% del total). En el caso de la Construcción, destaca el peso relativo de los parados de esta actividad en Ciudad Real que alcanza el 21% (frente al 13,3% en España) y, en menor medida, también en Cuenca (17,7%). En Agricultura, aunque el peso relativo del paro en el sector es inferior a la media nacional, destacan los porcentajes más elevados de las provincias de Cuenca y Albacete. En Servicios y en el colectivo de Parados Sin Empleo Anterior, los porcentajes relativos sobre desempleo total son también inferiores a los correspondientes valores nacionales. Tan solo en el caso de Guadalajara, el porcentaje de parados en Servicios resulta excepcionalmente importante (70,2% del total de parados de la provincia), así como en el colectivo sin empleo anterior de las provincia de Albacete y Ciudad Real.
Por nivel de estudios, el paro registrado de la región refleja una mayor presencia relativa de los parados con niveles de Estudios Primarios Incompletos, especialmente en Albacete y Cuenca. También es relativamente elevado el peso relativo de los parados con Estudios Secundarios de carácter general, sobre todo en Ciudad Real y Toledo, donde alcanzan un porcentaje del 38,8% del total de desempleados (34,6% a escala nacional). En cambio, el desempleo de personas con estudios de Formación Profesional y Universitarios de grado medio y superior presenta en general porcentajes inferiores en toda la región, con la excepción de la provincia de Guadalajara.
En cuanto a la situación del desempleo registrado por Comunidades Autónomas, durante el último año se aprecia una notable heterogeneidad en cuanto a las tendencias ascendentes y descendentes en este indicador.
En concreto se produjeron incrementos de la cifra media anual de parados en Andalucía, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Murcia y Melilla. En cambio, se observan descensos en Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Navarra, País Vasco, La Rioja y Ceuta.
En la actualidad, el mayor número de parados registrados sigue correspondiendo a Andalucía (492 mil), seguida de Cataluña (256 mil), Comunidad de Madrid (222 mil), así como Comunidad Valenciana (201 mil) y Galicia (150 mil).
El número de beneficiarios de prestaciones por desempleo en la región se situó en 47,6 miles de personas en 2007, lo que supone un incremento de 4 mil personas respecto al año anterior. En el conjunto de España, la cifra asciende a 1.421,5 miles beneficiarios, 91 mil más que en el año 2006. Por provincias, aumenta el número de beneficiarios en todas las provincias, especialmente en Albacete, Ciudad Real y Toledo. Los valores más elevados en términos absolutos corresponden a Toledo (14,4 miles de beneficiarios) y Ciudad Real (12,9 miles de beneficiarios).
La tasa de cobertura en el conjunto de Castilla-La Mancha pasa a superar el 50%, aunque se mantiene, como es habitual, quizá como consecuencia de factores estructurales ligados al tipo de puestos de trabajo generados, por debajo del porcentaje a escala nacional que se aproxima en 2007 al 67%. La cobertura relativa aumenta además en todas las provincias de la región, destacando los incrementos relativos de cobertura en Albacete, Ciudad Real y Cuenca. Tras estos cambios, las tasas de cobertura más elevadas a escala provincial corresponden a Guadalajara (68,5%) y Cuenca (54,2%).
La evolución de los flujos de demandas, ofertas y colocaciones registradas por el Servicio Público de Empleo de Castilla-La Mancha (cuyos datos se obtienen del Servicio Público de Empleo Estatal-SISPE) permite obtener una importante información sobre la dinámica del mercado laboral de la región y resulta de gran utilidad para la detección de necesidades y prioridades de las políticas de empleo.
El análisis detallado de los datos de diciembre de 2007 en función de diversas características del colectivo de demandantes permite apreciar algunas de las diferencias existentes entre la distribución porcentual de Castilla-La Mancha y España. Tales diferencias presentan escasas variaciones respecto a años anteriores por lo que pueden considerarse de carácter estructural.
Por grupos de edad, destaca el mayor peso relativo en la región respecto a la media española de las altas de demandas de los menores de 20 años, en especial en el caso de Albacete y Ciudad Real. En cambio, en los tramos de 25-29 y 30-34 años son Cuenca y Guadalajara las que presentan pesos mayores. En el caso de otros tramos de edad, el peso relativo de cada colectivo a escala regional y nacional es muy similar.
En función del nivel de estudios terminados, las diferencias en la estructura regional de demandantes se ponen de manifiesto en el mayor peso relativo del colectivo de Estudios Primarios Incompletos en Albacete y Cuenca. Igualmente, cabe destacar los valores extremos, por encima y por debajo de la media nacional, en el caso de Estudios Secundarios-Educación General de Ciudad Real (69,8%) y de Guadalajara (55,6%).
En cuanto a altas de puestos ofrecidos para gestión (ofertas de trabajo), los datos de Diciembre de 2007 permiten observar que la mayor parte de las ofertas de la región se concentra en los sectores de actividad correspondientes Actividades Inmobiliarias, Construcción y Administración Pública, mientras que a escala nacional se sitúan en primer lugar Administración Pública seguida de Construcción. A escala provincial, se mantienen tales características regionales, destacando los casos de Actividades Inmobiliarias en Cuenca y de Administración Pública y Construcción en Albacete, Ciudad Real y Toledo.
Los datos de colocaciones registradas, muestran una cifra total de 40.419 colocaciones en Castilla-La Mancha, lo que supone un incremento relativo del 4,9% respecto a igual periodo del año anterior. En el conjunto de España, se alcanzaron 1.223.197 colocaciones, lo que supone una tendencia opuesta a la evolución regional, con un descenso del -1,7%.
El mayor dinamismo en el ritmo de colocaciones a diciembre de 2007 corresponde a las provincias de Guadalajara y Ciudad Real (10-11%). En Albacete y Cuenca se registraron también tasas positivas de crecimiento, aunque algo más moderadas (entre el 5-8%). En cambio, en Toledo las colocaciones registradas descendían en -3,6%. En valores absolutos, el mayor número de colocaciones correspondió a Toledo, con 11.462, seguida de Ciudad Real y Albacete y, también, a escasa distancia de Guadalajara.
En comparación con el resto de Comunidades Autónomas, Castilla-La Mancha aparece, como ya ocurriera en 2006, como la región más dinámica en cuanto a ritmo de colocaciones registradas. De hecho, la mayoría de regiones presentaron tendencias descendentes en este indicador. Tan solo Comunidad de Madrid y Murcia lograron variaciones positivas, aunque inferiores al 2%. En Cantabria, Cataluña y Navarra, la cifra de colocaciones se mantuvo en niveles prácticamente iguales a un año antes. En el resto de regiones, el número medio de colocaciones fue inferior al año anterior, destacando los descensos de La Rioja, Extremadura, Galicia, Asturias, Baleares y Canarias.
El análisis detallado de colocaciones en el mercado laboral de la región en función de sexo y edad, así como en función del tipo de colocaciones (originadas por demandas activas o de otro tipo), indica que un 45,4% de las colocaciones correspondió en Castilla-La Mancha al colectivo femenino. Este porcentaje es algo inferior al registrado en el conjunto nacional (49,4%). Por tramos de edad, en cambio, el peso relativo de las colocaciones de jóvenes menores de 25 años (28,6%), supera en 1,3 puntos el porcentaje medio nacional para diciembre de 2007.
El número total de contratos iniciales registrados en 2007 alcanza en la región un total de 647.824, un 7% más que en 2006. En el conjunto de España se produce un ascenso del 2%, alcanzándose una cifra anual de 17.719.898 miles de contrataciones. De nuevo, las elevadas cifras en términos absolutos, indican la existencia de un intenso nivel de rotación laboral tanto a escala regional como nacional. No obstante, junto al número de contratos iniciales es importante considerar también los contratos temporales convertidos en indefinidos, con importantes incentivos económicos tras la reforma laboral introducida en este aspecto en 2006. Tras el fuerte impulso en los primeros meses de implantación, durante 2007 se registra una cifra algo más moderada pero significativa de 35.286 conversiones en Castilla-La Mancha y 902 mil en el conjunto de España.
El análisis desagregado de contrataciones iniciales realizadas muestra que las modalidades de contratación por tiempo determinado más utilizadas a escala nacional y regional son los contratos por Obra o Servicio y los Contratos Eventuales por Circunstancias de Producción. Con una mayor importancia relativa del primer tipo de contrato en Castilla-La Mancha y del segundo en el conjunto de España. Consideradas conjuntamente, el peso relativo de ambas modalidades alcanza el 85,4% del total de contratos iniciales en la región y el 82% en España. A continuación se situaron los contratos de interinidad con un peso relativo del 6,5 y 8,4% respectivamente. El resto de modalidades presentan una escasa importancia en términos porcentuales, inferior al 1%.
En cuanto a la contratos iniciales de carácter indefinido, en 2007 se registraron 37.506 contrataciones en la región, un 47,2% más que el año anterior, aunque manteniendo un peso relativo en el total de contrataciones aún relativamente reducido del 5,8%, frente al 7,4% a escala nacional.
A escala provincial, el mayor número de contrataciones iniciales corresponde a Toledo con 197 mil, seguido de Ciudad Real (151 mil), Albacete (125 mil) y Guadalajara con una cifra muy próxima de 116 mil, que duplica la registrada en Cuenca.
Los ritmos de variación anual más elevados del total de contratos iniciales registrados en 2007 corresponden a Guadalajara y Cuenca con un 10%, mientras que en el resto de provincias de la región los incrementos se sitúan en torno al 6%. En el caso de los contratos indefinidos, destacan Guadalajara y Toledo con aumentos relativos del 51,4 y 32,6%, respectivamente. En cuanto a la estructura porcentual lo más significativo es el mayor peso relativo de los contratos indefinidos en Cuenca y Toledo, así como el elevado grado de utilización de los contratos por Obra o Servicio en Ciudad Real y Cuenca y de los contratos eventuales en Guadalajara. En cuanto a los contratos En Prácticas y de Formación, aunque su peso es relativamente reducido, destaca su mayor utilización en el caso de Ciudad Real.
En una perspectiva más amplia, la comparación entre Comunidades Autónomas de la estructura de contrataciones registradas permite apreciar que Castilla-La Mancha se mantiene aún como una de las regiones con menor incidencia de la contratación indefinida y mayor utilización de la contratación temporal, en especial en el caso de los contratos por Obra o Servicio, cuyo porcentaje es uno de los dos más elevados entre el conjunto de Comunidades Autónomas, sólo superado por la Comunidad de Murcia. No obstante, ello se compensa con el hecho de que, junto con Asturias y Madrid, también presenta el porcentaje más bajo de utilización de contratos Eventuales
En 2007 el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en Castilla-La Mancha alcanzó un total de 751 mil personas, un 5,6% más que en el año anterior. Este incremento relativo se sitúa una vez más por encima de la media nacional (3,0%), aunque sin alcanzar los elevados valores, superiores al 6% de 2005 y 2006.
Por provincias, la cifra más alta en términos absolutos corresponde a Toledo (258 mil), seguida de Ciudad Real y Albacete. Respecto al año anterior, los mayores incrementos relativos corresponden a Guadalajara, Toledo y Cuenca.
La evolución de afiliaciones por sectores productivos muestra tasas de variación positivas y por encima de la media nacional en todos los sectores. El incremento más importante corresponde a Servicios (6,8%) seguido de Construcción (4,8%). En agricultura destaca el incremento del 2,3% frente a la caída del 1,1% registrada en el conjunto de España. Por provincias destacan los crecimientos de Guadalajara en Agricultura e Industria (13,3% y 7,1%, respectivamente) de Cuenca y Albacete en Construcción (10,4% y 9,7%, respectivamente) y de Toledo en Servicios (7,8%).
En el periodo más reciente se mantiene el extraordinario ascenso de la población inmigrante en Castilla-La Mancha. Según los datos estadísticos del Padrón Municipal publicados por el INE, a 1 de enero de 2007, la región presentaba un ritmo medio anual de crecimiento de este colectivo del 20,3%, mucho más intenso que el registrado a escala nacional que fue del 9,1%. En términos absolutos se alcanza una cifra de 159.637 personas, es decir, el 8,1% de la población total de la región. En el conjunto nacional, la cifra de población extranjera se sitúa para el mismo periodo en 4.519,6 miles de personas, lo que constituye ya el 10% de la población española.
La provincia con una población extranjera más elevada en términos absolutos es Toledo con casi 58 mil personas. A continuación se sitúa Ciudad Real con 31 mil personas, seguida de Albacete y Guadalajara (en torno a 26 mil en ambos casos) y, por último, Cuenca con una cifra próxima a 19 mil personas. No obstante, las tasas de inmigración más elevadas en relación a la población total de cada provincia corresponden a Guadalajara (11,4%), seguidas de Toledo y Cuenca, en torno al 9%. En cambio, su peso relativo en la población de Albacete y Ciudad Real se sitúa en torno al 6-7%.
La información estadística básica correspondiente a la población inmigrante incorporada al mercado laboral de la región puede obtenerse a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa. Los datos medios anuales disponibles correspondientes a 2007, muestran que la población activa extranjera en Castilla-La Mancha se situaba en 106,7 miles de personas. De ellas, 91,5 miles estaban ocupadas y 15,2 miles estaban paradas. En cuanto a las tasas relativas de este segmento del mercado de trabajo regional, la tasa de actividad alcanza un valor elevado del 78,3% de la población de 16 y más años de este colectivo. Esta tasa resulta significativamente superior a la correspondiente a escala nacional, pero muestra una tendencia decreciente en los dos últimos años.
La tasa de empleo de la población inmigrante presenta un comportamiento similar. En 2007 se situó en la región en el 67,2% de la población potencialmente activa, es decir, por encima de la media nacional del 66,7% pero en descenso respecto a 2005 y 2006.
La tasa de paro de la población activa extranjera en Castilla-La Mancha, por último, fue del 14,2%, la misma que en 2006 y 2 puntos porcentuales por encima de la tasa media de paro de este colectivo en el conjunto de España.
En cuanto a la información correspondiente a los datos de afiliación a la Seguridad Social puede apreciarse como hecho más destacable el elevado ritmo de incorporación de estos trabajadores al mercado de trabajo regional, con una tasa media anual del 20,2%, frente al 8,4% a escala nacional. En términos absolutos, la cifra de trabajadores extranjeros en alta de Seguridad Social alcanza en 2007 un total de 77.297 afiliaciones, lo que representa un peso relativo del 3,9% del total nacional, es decir, un 0,4% más que en 2006 y un 1,5% más que en 2003.
Por provincias, merecen destacarse los elevados ritmos de crecimiento de afiliación que se alcanzan en Cuenca, Guadalajara y Toledo, en los tres casos por encima del 23%, en contraste con tasas de variación más moderadas del 12-13% en Albacete y Ciudad Real.
Por último, el análisis de los contratos registrados correspondientes a trabajadores extranjeros en 2007 muestra que, del total de 171.760 contrataciones realizadas en Castilla-La Mancha con este colectivo, un 73,2% corresponde a hombres. Este porcentaje es claramente superior al observado a escala nacional, situado en el 63,3% para el mismo periodo.
Por sectores productivos, la estructura de contratación de inmigrantes presenta en Castilla-La Mancha, un mayor peso relativo para los sectores de Agricultura, Industria y Construcción (casi un tercio del total). En cambio, las contrataciones en el sector Servicios, que en el conjunto nacional alcanzan casi el 60% del total, en Castilla-La Mancha suponen un 40%.
Por provincias, destaca el elevado grado de concentración del empleo inmigrante en Agricultura en Albacete y Cuenca. En el caso del empleo industrial, la provincia de Toledo presenta un valor máximo del 12,4%. En las provincias de Ciudad Real y Toledo, más del 40% de las contrataciones de inmigrantes se concentran en Construcción. Por último, en Guadalajara, hasta un 73% de las contrataciones corresponden al sector Servicios.