Según los últimos datos publicados por la AIE (Asociación Internacional de la Energía), en 2005 se consumieron en el mundo 11.435 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) de energía primaria. El consumo aumentó en ese año un 3,4% con respecto al año anterior.
La distribución del consumo de energía primaria, reflejada en el gráfico 4.4.1, muestra que el mayor consumidor en 2005 fue Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) con casi un 25% del total. China, con incrementos muy importantes en los últimos años, superó en 2005 el 15% del consumo energético mundial.
En cuanto a la composición por fuentes de la energía primaria (gráfico 4.4.2), vemos que el 35% de la energía consumida en el mundo proviene del petróleo, seguido del carbón y del gas natural, ambos por encima del 20%. Las fuentes renovables aportan el 13% de la energía mundial.
La estructura energética de la Unión Europea se apoya en mayor medida en el petróleo, el gas natural y la energía nuclear (76% entre las tres) en detrimento del carbón y las renovables. En España aumenta la dependencia del petróleo con respecto a las estructuras mundial y europea, cuya aportación al mix energético alcanza el 49%.
Castilla-La Mancha apoya su estructura energética en el petróleo (aunque 8 puntos por debajo de España), el gas natural y la energía nuclear, sumando entre ellas el 93% del total.
El consumo de energía final (CEF) durante el año 2006 en la Unión Europea-27 ascendió a 1.176 millones de tep, un 0,3% más que en 2005 (gráfico 4.4.3). Del total de energía consumida, el 41% provino de productos derivados del petróleo (gasóleos, gasolinas, gases licuados del petróleo y fuelóleos), el 24% del gas natural y el 21% fue energía eléctrica. Es importante subrayar, según se observa en el mismo gráfico, que el crecimiento del PIB (3,1% en 2006) fue casi 3 puntos superior al crecimiento del consumo de energía, lo que se reflejará positivamente en la evolución de la intensidad energética, que veremos posteriormente.
El CEF en España durante el año 2006 ascendió a 105,7 millones de tep (el 9% del total de la UE-27), un 1,1% superior al año 2005. La estructura de consumo energético, que aparece en el gráfico, muestra que el peso de los derivados del petróleo es 17 puntos superior a la Unión Europea y que el porcentaje de gas natural es 8 puntos inferior a esta (16%). El peso de la energía eléctrica es parecido con un 20%. También vemos que el crecimiento del PIB en 2006 es superior al del consumo de energía final, lo que aliviará el alto nivel de intensidad energética española.
El CEF en Castilla-La Mancha durante 2006 fue de 5,6 millones de tep, un 2,3% superior a 2005. En cuanto a la estructura del consumo es de resaltar el descenso en 2 puntos del peso de los productos petrolíferos y el aumento hasta el 22,4% de la participación del gas natural.
En el mismo gráfico 4.4.3, en el que aparece la evolución de los incrementos del PIB y del consumo de energía de Castilla-La Mancha, se ve claramente que en 2006 el PIB ha crecido por encima del consumo energético, lo que implica, como ocurre en Europa y en España, una mejora de la intensidad energética regional.
El índice de autoabastecimiento energético de la UE-27, que representa la capacidad que tiene una zona para generar sus propios recursos, va decreciendo año tras año. En 2006 (gráfico 4.4.4) fue del 48%, es decir, menos de la mitad de la energía primaria consumida se produjo en los propios países, el resto fue importada. En España, que sigue la misma tónica que la Unión Europea, el índice desciende hasta el 22% en 2006, dejando de manifiesto la alta dependencia energética de nuestro país. Castilla-La Mancha produjo el 35% de la energía primaria consumida en 2006. Este índice es superior al del conjunto de España debido al alto peso que tiene la energía nuclear (25%) en la estructura de consumo de energía primaria de nuestra región.
La demanda de energía eléctrica de Castilla-La Mancha ascendió en 2007 a 11.945 GWh (gráfico 4.4.5 y tabla 4.4.1), un 4,7% más que en 2006. No podemos comparar estos datos con el conjunto de España porque faltan las estadísticas de los sistemas eléctrico extrapeninsulares.
La energía eléctrica se genera a partir otras fuentes energéticas denominadas energías primarias. Las energías primarias utilizadas en España y en Castilla-La Mancha para la generación de energía eléctrica son fundamentalmente: energía nuclear, carbón, fuelóleo, gas natural, energías renovables (Hidráulica, Eólica, Solar y Biomasa) y residuos.
La vigente Ley del Sector Eléctrico clasifica las instalaciones generadoras de energía eléctrica, además de por el tipo de energía primaria, por el tamaño de la instalación (potencia instalada). Las grandes instalaciones de producción se denominan de Régimen Ordinario y las pequeñas instalaciones de producción (potencia menor a 50 MW cumpliendo ciertos requisitos referentes a la fuente y al rendimiento) se denominan de Régimen Especial, teniendo éstas un tratamiento económico favorable con respecto a las de régimen ordinario.
Las grandes instalaciones de generación de energía eléctrica (régimen ordinario) ubicadas en Castilla-La Mancha a finales de 2007 son:
La potencia eléctrica instalada en Castilla-La Mancha a finales de 2007 fue de 7.240 MW (gráfico 4.4.6), un 10% más que en 2006, alcanzando el 8% de la potencia nacional. El incremento de potencia experimentado en Castilla-La Mancha en 2007 ha sido debido exclusivamente, al aumento de la potencia de régimen especial.
El gráfico 4.4.7 ilustra la composición de la potencia instalada de régimen ordinario en Castilla-La Mancha. Vemos que, en 2007, esta potencia se ha mantenido constante. El incremento de la potencia de régimen ordinario del conjunto de España fue en 2007 del 8%. Este se debió, fundamentalmente, a la entrada en operación de las nuevas centrales de ciclo combinado.
La potencia eléctrica de régimen especial, en 2007, alcanzó en Castilla-La Mancha los 3.506 MW, el 23% más que el año anterior. En España, el incremento fue bastante inferior (15%). Estos aumentos de potencia, tanto en nuestra región como en España, se han debido, fundamentalmente, a la entrada en operación de nuevos parques eólicos.
La potencia eólica en Castilla-La Mancha aumentó un 24% en 2007 (gráfico 4.4.8), alcanzando los 2.825 Mw, el 80% de la potencia de régimen especial regional y el 20% de la potencia eólica nacional. En 2007, Castilla-La Mancha alcanzó el liderato del ranking de potencia eólica instalada (gráfico 4.4.9), posición que hasta ahora estaba en manos de la Comunidad gallega. El resto de la potencia de régimen especial está integrada por la potencia renovable no eólica (pequeña hidráulica, solar, biomasa y residuos), que supone el 7% y la potencia no renovable (cogeneración) que añade el restante 13%.
Analizando en detalle la potencia renovable no eólica instalada (gráfico 4.4.10), vemos que la que representa mayor porcentaje es la pequeña hidráulica con un 45%, seguida muy de cerca, con un incremento muy importante en 2007, de la solar (38%). En España se ha producido, igualmente, un gran aumento de las instalaciones generadoras a partir de energía solar pasando de un 3,4% en 2006 al 13% de la potencia renovable no eólica instalada en 2007.
La generación de energía eléctrica neta nacional (tabla 4.4.1) en el año 2007 ha sido de 271.373 GWh (excluyendo los sistemas extrapeninsulares). En Castilla-La Mancha la energía generada fue en el año 2007 de 21.622 GWh, lo que supone un incremento de más del 12% con respecto al año anterior. Destacamos que nuestra Región exportó en 2007 a otras Comunidades Autónomas el 43% de la energía que generó.
La estructura de la generación de energía eléctrica en Castilla-La Mancha y España aparece en el gráfico 4.4.10. En España, alrededor del 80% del total de energía eléctrica proviene del régimen ordinario (grandes centrales de producción). El restante 20% se genera en instalaciones acogidas al régimen especial. En Castilla-La Mancha se incrementa año tras año la aportación de la energía que proviene del régimen especial, alcanzando en 2007 el 28% de la energía generada.
En cuanto a la distribución de la generación de régimen ordinario (que aumentó en el último año un 8%), vemos que en 2007 la energía eléctrica castellanomanchega fue principalmente de origen nuclear, aunque disminuyo su peso relativo. Es representativo el aumento de la energía eléctrica de las centrales de ciclo combinado, que ha pasado de representar el 7% en 2005 al 27% en 2007. En España el reparto está más equilibrado, siendo las centrales de carbón las que mayor producción aportan al sistema eléctrico seguidas muy de cerca por las centrales de ciclo combinado.
El régimen especial en Castilla-La Mancha, que ha incrementado su producción en 2007 un 22%, está basado en la energía eólica, que supone casi el 75% del total generado en este régimen. España, con un aumento en la generación del 11%, tiene una estructura basada, por un lado, en la generación no renovable (sobre todo en cogeneración de gas natural), y por otro, en la energía proveniente de parques eólicos.
El gas natural, tal como vimos en el gráfico 4.4.3, proporciona el 16% en España y el 22% en Castilla-La Mancha del total de la energía final consumida en 2006. El aumento de la disponibilidad de esta fuente de energía gracias a la extensión de la red de distribución, su alto rendimiento y el menor impacto en el medioambiente, llevarán a que el consumo de este gas continúe creciendo hasta llegar a niveles de la Unión Europea, que se encuentran en un 24% en 2006.
La demanda de gas natural en España sigue aumentando, de modo que, durante el año 2006 esta fue de 391 mil GWh, con un incremento del 4% con respecto a 2005. Castilla-La Mancha consumió 18 mil GWh (gráfico 4.4.12), con un decrecimiento del 6%. El consumo de nuestra región supone el 4,6% del total de España.
El sistema de aprovisionamientos del mercado español está condicionado por su situación geográfica, por la ausencia casi total de producción nacional, así como por las escasas conexiones por gasoducto con Europa.
En 2006, el mayor proveedor del sistema español de gas fue Argelia que abasteció el 32% del total demandado. Nuestro segundo proveedor es Nigeria con el 20%. El aprovisionamiento nacional fue en 2006 prácticamente nulo.
Por tipo de gas, en 2005, el 31% del total aprovisionado se incorporó al sistema en forma de Gas Natural (GN), proveniente de los gasoductos del Magreb (Argelia) y Lacq-Calahorra (gas de Noruega). El resto de los aprovisionamientos fueron en forma de Gas Natural Licuado (GNL) a través de buques metaneros que llegaron desde Argelia, Egipto, Países del Golfo Pérsico y Nigeria.
El desarrollo de las infraestructuras gasistas de España viene condicionado por la escasa producción de gas nacional, y por la situación geográfica de España, alejada de los yacimientos europeos del Mar del Norte y Rusia. Ambos factores han provocado un desarrollo tardío del gas natural, que comenzó a finales de los sesenta con la construcción de la primera planta de regasificación en Barcelona, abastecida a partir de gas natural licuado libio y argelino. En 1993 se realiza la conexión por gasoducto con Francia, que conecta la red española con el yacimiento francés de Lacq, y en 1996 se finaliza el gasoducto del Magreb que conecta la Península Ibérica con los yacimientos de gas argelinos, atravesando Marruecos y el Estrecho de Gibraltar.
El avance de las infraestructuras de gas natural por el territorio peninsular experimenta un gran impulso a partir del Protocolo de Gas de 1985, avance que continúa en la actualidad y que se concreta en el documento elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo titulado "Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 2002-2011", documento que ha sido actualizado con una revisión 2005-2011 aprobada el 31 de marzo de 2006.
Las infraestructuras actuales de gas natural en España que aparecen en la figura 4.4.1 están compuestas por:
Plantas de regasificación: convierten el GNL descargado de los barcos metaneros en gas natural que inyecta en el sistema nacional de gasoductos. Actualmente tenemos en España 4 plantas: Barcelona, Huelva, Cartagena y Bilbao.
Gasoductos de conexión internacional: En España disponemos de 4 conexiones internacionales: con Francia por Larrau (Navarra), con Marruecos por Tarifa, dos con Portugal, una en Badajoz y otra en Tuy (Pontevedra).
Yacimientos de gas nacionales: Actualmente sólo disponemos de 3 yacimientos en Andalucía con una producción que supone solo el 2% del consumo nacional.
Red de Gasoductos: se distinguen varios tipos de gasoducto. Por un lado, los denominados gasoductos de transporte, caracterizados por soportar una presión mayor que 60 bares, que conducen los grandes tráficos de gas. Estos son en su mayoría propiedad de la empresa ENAGAS S.A. Por otro lado están los gasoductos de distribución con una presión inferior a 60 bares y menor calibre que son propiedad de las empresas distribuidoras de Gas.
Almacenamientos de gas natural: el gas natural se almacena en los almacenamientos subterráneos, en los tanques de GNL y en los propios gasoductos.
Estaciones de compresión: el sistema gasista español dispone de 9 estaciones de compresión.
La infraestructura gasista dentro del territorio de Castilla-La Mancha (figura 4.4.2) tiene como ejes sur-norte los gasoductos que introducen el gas proveniente del Magreb. La última infraestructura puesta en operación ha sido el segundo eje, un gasoducto de 32" que, partiendo de Córdoba, pasa por Santa Cruz de Mudela, Alcázar de San Juan y Quintanar de la Orden hasta llegar a la zona de Tarancón. De este gasoducto saldrá la conexión que, desde la zona de Alcázar de San Juan, llevará gas canalizado a Albacete, que hasta ese momento se suministra con una planta satélite de gas natural licuado.
Los productos petrolíferos suponen el 58% en España y el 61% en Castilla-La Mancha de toda la energía final consumida en 2006. Las previsiones de la evolución energética española estiman que la dependencia energética de los productos petrolíferos vaya descendiendo hasta situarse alrededor del 53% para España en el 201123.
El ciclo por el que se obtienen los productos petrolíferos comienza con la extracción del crudo en los pozos petrolíferos, su transporte hasta las plantas de refino, proceso de refino y transporte de los productos terminados hasta los puntos de consumo.
Los productos petrolíferos de más generalizado consumo son:
Fuelóleos: utilizados mayoritariamente en las centrales generadoras de energía eléctrica.
Gasóleos: utilizados mayoritariamente en automoción, usos industriales y domésticos.
Gasolinas: mayoritariamente para automoción.
Querosenos: utilizado en aviación
Gases Licuados del Petróleo (GLP): utilizados mayoritariamente para usos de calefacción doméstica.
España dispone de once refinerías. Todas las refinerías españolas, excepto la de Puertollano, se encuentran situadas en el litoral. Las refinerías peninsulares están conectadas a la red de poliductos española.
La capacidad de refino total instalada en España es de 65 millones de toneladas/año de petróleo. Castilla-La Mancha dispone de una refinería ubicada en Puertollano propiedad de la empresa REPSOL con una capacidad de refino de 7 millones de toneladas/año.
La capacidad de producción de la refinería de Puertollano representa el 11% del total nacional y el 19% de la capacidad de refino de la empresa REPSOL. Está alimentada de crudo a través del oleoducto Cartagena-Puertollano, de 358 Km. de longitud. Además del área de refino cuenta con una planta de lubricantes con capacidad de 110.000 toneladas/año, una planta de producción de asfaltos (300.000 toneladas/año) y una planta de olefinas donde se produce etileno y propileno, que sirven de materia prima a empresas petroquímicas. Además dispone de una capacidad de almacenamiento de crudo de 545 miles de m3 y de 1.325 miles de m3 de productos acabados.
España dispone de una red de poliductos (conductos por los que transitan distintos productos petrolíferos) y de parques de almacenamiento que establecen la base de la red logística para el suministro de los productos derivados del petróleo.
La estructura de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH S.A.), continúa siendo el más relevante en España. Este cuenta con 3.426 Km. de poliductos, 5 buques tanques propios, 40 instalaciones de almacenamiento y 33 instalaciones aeroportuarias. La red de poliductos que aparece en el figura 4.4.3 constituye el principal medio de transporte del CLH (85% del transporte primario), conectando las 8 refinerías peninsulares y los principales puertos con los centros de almacenamiento. Esta red dispone de un sofisticado sistema de control basado en comunicaciones vía satélite, controlándose desde un centro de control los diferentes equipos y parámetros que configuran la red.
Por Castilla-La Mancha discurre el poliducto propiedad de CLH por el que se realiza buena parte del trasiego primario de los productos petrolíferos líquidos. El poliducto conecta la refinería de Puertollano con la zona centro, donde se encuentran varios parques de almacenamiento, con la zona sur enlazando con el parque de almacenamiento de Córdoba y del resto de Andalucía, y con la zona oeste conduciendo el tráfico del almacenamiento de Mérida.
La refinería ubicada en Puertollano está también conectada con Cartagena a través de un oleoducto de 358 Km. propiedad de REPSOL.
En cuanto a parques de almacenamiento de derivados líquidos del petróleo, Castilla-La Mancha dispone de dos instalaciones propiedad de CLH ubicadas en Puertollano y en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Estos almacenamientos están conectados con la red general a través del poliducto del CLH (figura 4.4.4). El transporte final desde los parques de almacenamiento a los centros de consumo se realiza a través de camiones que son propiedad, generalmente, de CLH o de las grandes compañías operadoras.
Los gases licuados del petróleo (butano y propano, fundamentalmente), por sus propias características, disponen de una logística independiente al resto de productos petrolíferos. En España hay 21 grandes centros de almacenamiento y envasado de GLP. Los que se encuentran cercanos a refinerías reciben los productos de éstas mediante tuberías; los de la costa, por barco, y los del interior, por ferrocarril o camión. Castilla-La Mancha dispone de 2 centros de almacenamiento/envasado. Uno situado en Puertollano propiedad, de REPSOL BUTANO y otro en Cebolla (Toledo), propiedad de la empresa CEPSA.
Los principales derivados gaseosos del petróleo son el propano, que se distribuye mayoritariamente a granel mediante pequeños camiones cisternas que llenan los tanques fijos de las instalaciones que emplean este combustible. El butano se distribuye principalmente a través de bombonas de distintos tamaño destinadas al consumo doméstico.
En 2007, el consumo de productos petrolíferos alcanzó en Castilla-La Mancha los 3,1 millones de tep (el 5,3% del total de España), el 7% menos que en 2006. Según la estructuras de consumo de Castilla-La Mancha y España reflejadas en el gráfico 4.4.14, el producto más consumido en ambas fue el gasóleo, aunque en nuestra región con un porcentaje 15 puntos superior al de España.
En cuanto a la evolución de la demanda de productos petrolíferos en Castilla-La Mancha, el gráfico 4.4.15 muestra una reducción generalizada en el consumo. Con un descenso del volumen total de un 7,4% en 2007, las caídas más acusadas son para el fuelóleo, con un 48%, y para los gases licuados del petróleo (GLP), con un 13,4%.
Entre los productos que empiezan a tomar relevancia en ámbito energético se encuentran los biocombustibles. Los biocombustibles, que son aquellos combustibles obtenidos de una fuente que no tienen origen mineral o fósil sino biológico, están ya representando una apuesta, a nivel mundial, para reducir la dependencia energética del petróleo.
El desarrollo de la producción y, sobre todo, del consumo de biocombustibles en España está retrasado con respecto al resto de países desarrollados. Se da la situación de que la mayoría de la producción española de estos productos se dedica a la exportación. La regulación estatal que obligará a incluir una parte de este tipo de combustibles a los carburantes tradicionales hará que su uso, por fin, se generalice.
En la tabla 4.4.2 aparecen las instalaciones de producción de biocombustibles en Castilla-La Mancha. En este momento, tenemos en la región una capacidad de producción de 310 mil toneladas de biodiesel al año, casi el 35% de la producción nacional. A esta capacidad hay que sumar otras 260 mil toneladas entre instalaciones en construcción y en proyecto.
También tenemos ya en producción en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) una planta de Bioetanol con una capacidad de 26 mil toneladas y otra en proyecto en Puertollano que tendrá una capacidad de 150 mil toneladas al año.