V.- LA DISTRIBUCIÓN COMERCIAL EN CASTILLA-LA MANCHA

5.2 EL COMERCIO EN CASTILLA-LA MANCHA. EJE VERTEBRADOR DE LA ECONOMÍA DE LOS SERVICIOS

Las estructuras productivas de los países occidentales han experimentado un proceso de terciarización durante la segunda mitad del siglo XX. Actualmente, sus economías son principalmente de servicios puesto que más del 60% de sus ocupados se encuentran en dicho sector. No obstante, este fenómeno ha sido heterogéneo entre los distintos países e incluso también dentro de cada país.

En este sentido, se puede decir que España ha experimentado un cierto desfase de aproximadamente una década respecto a otros países occidentales. Como puede apreciarse en la tabla 5.2.1, se produce una diferencia en la importancia relativa de los ocupados del sector servicios de España respecto de la media de los países de la Unión Europea-15, siendo dicha divergencia menor cuando la comparación se realiza incluyendo a países con menor desarrollo de los servicios (esta circunstancia se observa claramente en la comparación con la Unión Europea-25 y la Unión Europea-27).

Tabla 5.2.1

De modo análogo, se ha producido un desfase en este proceso del sistema productivo de Castilla-La Mancha con respecto a España. A mediados de la década de los ochenta, los servicios en España representaban más del 50% en términos del Valor Añadido, mientras que este mismo nivel no se consiguió en Castilla-La Mancha hasta mediados de los años noventa. Como puede observarse en la tabla 5.2.2, a pesar del mayor crecimiento relativo en la región, sigue existiendo una cierta divergencia entre España y Castilla-La Mancha en términos de participación del Valor Añadido Bruto en el sector servicios (para el conjunto nacional se sitúa en valores del 67,99% mientras que la importancia de la producción en Castilla-La Mancha se acerca al 61,69%).

5.2.1 Producción y empleo en los servicios comerciales

Dentro del sector servicios, aproximadamente la sexta parte corresponde a la actividad desarrollada por la rama Comercio y reparaciones que incluye tres grupos de actividad: "Venta y reparación de vehículos de motor; comercio al por menor de combustible para automoción", "Comercio al por mayor e intermediarios" y "Comercio al por menor; reparación de efectos personales". La tabla 5.2.2 incide en la repercusión del sector servicios, y de forma concreta de las actividades de distribución comercial, sobre la economía de España y de Castilla-La Mancha.

La importancia de la rama Comercio y reparaciones en la actividad económica nacional constituye un 11,54% del Valor Añadido Bruto, mientras que en el ámbito de Castilla-La Mancha esta misma rama de actividad contribuye con un 11,24%. Dentro de ella, el Comercio al por mayor y el Comercio al por menor representan las partes más importantes de la misma, mientras que la Venta y reparación de vehículos de motor alcanza un peso del 15% aproximadamente. Como se puede observar en la tabla 5.2.2, la evolución del comercio en la región ha sido mucho más positiva que a nivel nacional, con una tasa media acumulada anual de crecimiento del Valor Añadido Bruto del 4,65% frente al 2,85% a nivel nacional.

En términos de empleo, en España, la distribución comercial representa actualmente el 15,37% de la población ocupada total, el 14,9% de la población activa, mientras que la tasa de paro alcanza en esta rama el 9,71%. Para el caso de la región, actualmente el comercio representa el 14,32% de la población ocupada, como se puede observar en la tabla 5.2.4.

El primer elemento que va a determinar en gran medida el tipo de empleo es la dimensión de las empresas (véase la tabla 5.2.3). Las actividades comerciales representan el 26,88% del tejido empresarial de la región. Además, se trata de una de las ramas con mayor nivel de atomización. El 52,65% de las empresas no tienen ningún trabajador asalariado y tan sólo un 1,06% emplea a más de 20 asalariados. Comparando con la situación en el ámbito nacional, como se observa en el gráfico 5.2.1, la evolución experimentada en los últimos años hace que la estructura de este sector se haya ido acercando a la media nacional. En España, las actividades comerciales representan el 25,33% del tejido empresarial y el 49,37% de las empresas comerciales no tienen ningún trabajador asalariado.

Tabla 5.2.2 Tabla 5.2.3 Gráfico 5.2.1 Tabla 5.2.4

Entre 1996 y 2007, el empleo en el comercio de la región creció a una tasa anual acumulativa del 3,70%, siendo este porcentaje para el comercio nacional del 3,51%. Por tanto, el comportamiento del sector en materia de generación de empleo ha sido más positivo que a nivel nacional, representando actualmente un 3,86% del total del empleo del comercio nacional.

Además, tradicionalmente, el comercio se caracteriza por generar más empleo que la media de las actividades económicas en períodos de crecimiento económico y de destruir empleo a una tasa inferior en fases recesivas. Sin embargo, dado el crecimiento del empleo en la construcción -con una tasa de crecimiento anual acumulativo de más del 7% a nivel nacional-, esta característica no se ha mantenido en la última década ni para la región ni a nivel nacional; así, la región ha presentado una tasa de crecimiento anual acumulativa en el empleo del 4,56%, siendo del 4,25% cuando se hace referencia a nivel nacional. Esta evolución, sobre todo de generación de empleo masculino, ha supuesto una pérdida de más de un punto en términos relativos. Así, entre 1996-2007 el empleo femenino en el comercio de Castilla-La Mancha creció a una tasa anual acumulativa del 7,07%, semejante al crecimiento del empleo femenino en la región y superior en dos puntos a la tasa de crecimiento anual acumulativa del empleo femenino en el comercio a nivel nacional. Sin embargo, cuando se habla de empleo masculino, las cifras son bien distintas, con una tasa anual acumulativa de crecimiento para el comercio regional del 1,59%, frente al 2,20% para el comercio en España o del 3,39% para el empleo masculino de la región para el total de actividades económicas (véanse las tablas 5.2.5 y 5.2.6).

Tabla 5.2.5

Otra de las características del comercio que se ha mantenido en esta década es la de actuar como sector refugio de la mano de obra femenina que se incorporaba al mercado laboral en épocas de crecimiento económico. Como se puede observar en la tabla 5.2.5, en España los activos en el comercio han crecido un 56% para el comercio, siendo el 48% para el total de las actividades económicas. En este contexto, de empleo femenino y comercio, en Castilla-La Mancha de cada 100 mujeres ocupadas, 18 lo están en este sector, porcentaje similar al que aparece en términos nacionales, con un crecimiento, como ya se ha indicado, en estos últimos años semejante al resto de las actividades económicas de la región. Esta favorable evolución del empleo femenino se refleja en la proporción de las mujeres en el sector: en 1996, de cada cien ocupados en el comercio de la región 32 eran mujeres mientras que en 2007, el 46% de los ocupados en el comercio regional son mujeres. A pesar de esta evolución, en España actualmente de cada 100 ocupados en el comercio 49 son mujeres, siendo posiblemente una de las causas la incorporación más tardía de la mujer al mercado laboral en Castilla-La Mancha.

En la distribución comercial regional tiene gran importancia el empleo no asalariado, representado en torno al 33% de la población ocupada, un porcentaje bastante significativa comparado con la media de la región -20%- y muy acorde con el tamaño de las empresas del sector. Actualmente, en el comercio de la Comunidad Autónoma trabajan el 23% de los no asalariados de la región, siendo el 33% para el caso de las mujeres no asalariadas. Sin embargo, en el comercio de Castilla-La Mancha durante la última década se está produciendo una sustitución del empleo autónomo por empleo asalariado; así, la evolución de este tipo de empleo no ha sido del todo favorable durante los últimos años:

Tabla 5.2.6

- Con una evolución favorable hasta principios de la década de los noventa, actuando como "sector refugio" del empleo desaparecido en la industria y la agricultura durante 1977-1985 y como "esponja" de los trabajadores desanimados que se incorporaban -sobre todo mujeres- al mercado de trabajo entre 1985 y 1991.

- En la última década, como se puede ver en la tabla 5.2.7, la proporción de no asalariados en el comercio en Castilla-La Mancha ha disminuido, con una tasa de crecimiento anual acumulativo del -0,14%, siendo de -0,6 % para el caso de los varones. Cuando hablamos de empleo no asalariado femenino, aunque el crecimiento es del 0,65% anual acumulativo, el aumento de empleo femenino no asalariado en la región (3%), origina una caída en la participación relativa de este sector.

Dentro del ámbito de la región de Castilla-La Mancha, las tasas de salarización, tanto a nivel general como en la rama Comercio y reparaciones, son menores que a nivel nacional. No obstante, es muy significativo el crecimiento que ha experimentado la tasa de salarización del comercio en Castilla-La Mancha pasando de un nivel del 48,77% en 1996 a un 66,17% en 2007, explicando este aumento de más de 17 puntos porcentuales el crecimiento experimentado de más de 28 puntos en el colectivo de mujeres asalariadas de la rama del Comercio y reparaciones (véase el gráfico 5.2.2). Así, los asalariados en el comercio de la región han crecido entre 1996 y 2007 a una tasa anual acumulativa del 6,63%, siendo esta variación de más del 12% para el caso del empleo asalariado femenino de la región, frente al 5,86% y al 8,04% -mujeres asalariadas- para el total de actividades económicas de la región, o al 5,22% y al 7,46% -mujeres asalariadas- cuando se hace referencia al sector comercial en España. Actualmente, como se puede observar en la tabla 5.2.8, el 15,25% de las asalariadas en la región trabajan en el comercio.

Por tanto, a modo de conclusión, se puede apuntar que en los últimos 12 años el empleo asalariado está absorbiendo la creación de nuevos puestos de trabajo en la distribución comercial castellano-manchega, presentando un comportamiento significativamente mejor que la economía en su conjunto, creando empleo con porcentajes bastante superiores.

Gráfico 5.2.2 Tabla 5.2.7 Tabla 5.2.8

La estructura de la empresa de distribución comercial, especialmente la que se dedica al comercio al por menor y la que tiene carácter tradicional, se caracteriza por haber contado con un reducido número de asalariados aunque las ayudas familiares hayan sido muy significativas. En la tabla 5.2.9 se recoge la proporción de asalariados, según el número de éstos que trabajan en el mismo establecimiento, y se observa que aproximadamente el 12% de los asalariados de España trabajan en establecimientos con un número de empleados igual o inferior a 4. Sin embargo, en la distribución comercial esta proporción supera al 20%. No obstante, desde el año 1996 hasta el 2004, se aprecia una tendencia a reducir la importancia de este tipo de establecimientos. Esta misma tendencia se observa en Castilla-La Mancha, aunque en el ámbito regional la importancia es casi el doble que en el caso nacional, ocurriendo una situación análoga si comparamos la rama Comercio y reparaciones de Castilla-La Mancha con la de España.

En cuanto a las condiciones del empleo (forma de contratación, tipo de jornada...), el comercio se ha caracterizado tradicionalmente por el considerable peso, por un lado, del empleo temporal y, por otro, del empleo a tiempo parcial. Analizando la evolución experimentada por la contratación en los últimos años, se pueden resaltar los siguientes aspectos:

- La segunda mitad de los ochenta y primeros de los noventa se ha caracterizado por un crecimiento continuo de la contratación temporal.

- Sin embargo, como puede observarse en la tabla 5.2.10, para Castilla-La Mancha, desde 1996, tanto a nivel general como de la rama de actividad Comercio y reparaciones, la proporción de contratos indefinidos ha subido notablemente siendo especialmente intenso el crecimiento en la distribución comercial, pasando en dicha rama del 62,05% de contratos indefinidos en 1996 al 75,91% en 2007.

Con respecto a la distribución de los ocupados por el tiempo que llevan en el trabajo actual, los últimos 12 años han representado una reducción del grupo de los que llevaban menos de 3 meses en ese empleo y también ha bajado en términos relativos la importancia de aquellos que mantenían su empleo durante más de 6 años. Como puede verse en la tabla 5.2.11, este comportamiento se ha producido para el conjunto nacional para todos los sectores y para la distribución comercial. Sin embargo, la situación en Castilla-La Mancha para ambos efectos es ligeramente distinta. Si bien ha habido una reducción de la importancia de los recién empleados, la proporción de los que llevaban más de 6 años en su puesto de trabajo se ha mantenido a nivel global para la economía castellano-manchega y ha crecido, aunque suavemente, para los empleados en el comercio de la región lo que supone una consolidación de la estabilidad en el empleo de la rama Comercio y reparaciones en Castilla-La Mancha.

Tabla 5.2.9 Tabla 5.2.10 Tabla 5.2.11

Actualmente, en Castilla-La Mancha el 12,9% de los ocupados en el comercio trabajan a tiempo parcial. Como se puede observar en el gráfico 5.2.3, Castilla-La Mancha presenta una tasa de empleo a tiempo parcial inferior a la media nacional; esta diferencia está explicada por la menor proporción de empleo femenino a tiempo parcial. Entre las razones que podrían explicar esta situación, destaca la menor presencia de grandes superficies comerciales junto a la menor incorporación de la mujer al mercado laboral.

No obstante, como se puede observar comparando los gráficos 2.3 y 2.4, durante la última década, caracterizada por una fase expansiva del ciclo económico, el empleo a tiempo parcial ha presentado en el comercio de la región un evolución muy favorable, con tasas de crecimiento anual acumulativas del 12,64%, frente al comercio a nivel nacional -crecimiento del empleo a tiempo parcial del 8,51%- o frente al resto de las actividades de la región -crecimiento anual acumulativo del 11%- (véase el gráfico 5.2.4). En este contexto, es preciso tener en cuenta las características del mercado de trabajo del comercio que, desde el lado de la oferta, cuentan con una alta participación de mujeres y jóvenes y, desde el lado de la demanda, precisa mano de obra flexible que complemente el empleo a tiempo completo para hacer frente a los amplios horarios de apertura y a las fluctuaciones en el nivel de ventas de los establecimientos.

En cuanto a los niveles formativos de los ocupados, en el periodo 1996-2007, ha experimentado una evolución favorable que afecta tanto a España como a la región castellano-manchega y, en general, a todos los sectores económicos. Resulta especialmente significativo este fenómeno en Castilla-La Mancha como puede verse en la tabla 5.2.12. De un 28,37% de los ocupados con educación primaria en la rama Comercio y reparaciones en 2000, se ha pasado a un 19,08% en 2007. Se puede observar también en el gráfico 5.2.6 que en el sector comercial representa un notable avance sobre todo si se tiene en cuenta la variabilidad de las estructuras productivas y la incorporación de nuevas tecnologías en todos los sectores económicos en el período analizado.

Gráfico 5.2.3 Gráfico 5.2.4 Tabla 5.2.12

La evolución del empleo femenino con estudios superiores en el comercio de la región, aportando más del 20% del empleo femenino creado desde el año 2000, obliga a reflexionar sobre la posible sobreeducación de la mano de obra femenina en el comercio que convive con una mayor proporción de empleadas que sólo cuentan con nivel de estudios primarios. Por lo tanto, junto a este elemento de sobreeducación, habría que plantear la existencia de cierto dualismo en la formación de las mujeres ocupadas en el comercio de Castilla-La Mancha. En la región, desde el año 2000, el 24% del empleo femenino creado ha sido ocupado por mujeres con estudios superiores, frente a poco más del 0,02% de los varones. Junto a estos datos se observa que el 33% de las mujeres que cuentan con estudios primarios y se incorporan como ocupadas al mercado laboral eligen el comercio en la región como una buena forma de inserción laboral.

Gráfico 5.2.5

Entre los elementos que contribuyen a explicar la existencia de este dualismo en materia de formación para el empleo femenino, destaca la consideración del capital humano por parte del empresario y la percepción de ausencia de requerimientos cualificativos por parte del empleado. Así, el trabajador cualificado (con estudios medios y superiores universitarios) consciente, por un lado, de no ser considerado como capital humano de la empresa y, por otro, de las facilidades para incorporarse a la misma (dada la necesidad coyuntural) utilizará dicho trabajo como "puente o trampolín" para introducirse en mercados de trabajo donde la mano de obra cualificada pase a formar parte del capital humano fijo de la empresa a quien es necesario tanto promocionar como formar. Mientras que la mano de obra femenina con estudios primarios contempla al sector como una posibilidad de incorporación al mercado de trabajo, en períodos de expansión, ante la percepción generalizada de ausencia de requerimientos cualificativos para el ejercicio de la profesión.

Como conclusión, el comercio en la región en la última década ha crecido a buen ritmo en lo que a creación de empleo se refiere -creciendo por encima del sector a nivel nacional-. La evolución de la estructura comercial, analizada en el capítulo 4, se refleja en el tipo de empleo generado, se trata de un empleo asalariado -presenta una tasa de crecimiento anual acumulativo un 13% superior a la de la región en su conjunto-, con una elevada presencia del empleo asalariado femenino -de cada cuatro nuevos puestos de trabajo, tres son mujeres-, con una contratación mayoritaria a tiempo indefinido, y con una jornada laboral a tiempo parcial para una de cada tres mujeres que se incorporan al mercado laboral. El comercio en la región sigue siendo atractivo como forma de inserción laboral para el empleo femenino sin cualificación, que convive con un aumento en la participación del empleo femenino con estudios superiores.

Asimismo, la distribución comercial de Castilla-La Mancha se caracteriza por una importancia creciente del empleo femenino -46,34% de la población ocupada, 49,69% de la asalariada-. Para el total de actividades económicas, la presencia femenina en la región se refleja en un 36,57% de la población ocupada y un 39,03% de la asalariada. Actualmente, de las 56.000 mujeres que trabajan en el comercio, el 71% son asalariadas y el 21,3% trabajan a tiempo parcial. Entre las mujeres asalariadas más del 31,20% tienen un trabajo temporal. Y, por último, desde el año 2000 un 33% del nuevo empleo femenino con estudios primarios encuentra trabajo en el sector.

Si este tipo de análisis se intenta realizar para cada una de las provincias y para cada tipo de comercio (mayorista, minorista, etc.), aparecen carencias notables en las fuentes estadísticas. No obstante, sin ánimo de ser exhaustivo, en los cuadros 2.13 y 2.14 se recogen las características del empleo en el comercio minorista de la región, distinguiendo por provincias y por tipo de comercio (Alimentación, No alimentación y Comercio mixto). Estos resultados detallados provienen del estudio realizado por el Consejo de Cámaras Oficiales de Comercio e Industria de Castilla-La Mancha, a partir de fuentes secundarias. En concreto, las características más relevantes del empleo minorista en la región son para el año 2004:

- Un 67,47% de los establecimientos cuenta con dos o menos empleados, un 23,61% tiene de tres a nueve empleados y un 8,92% emplea a más de diez personas. Por provincias Albacete alcanza la mayor participación en establecimientos que tienen menos empleados (un 71,55% cuenta con dos o menos trabajadores) mientras que Guadalajara tiene un 14,55% de establecimientos con diez o más trabajadores.

- El comercio de la comunidad autónoma se caracteriza por la alta participación femenina en el empleo (un 64,37% de mujeres frente al 35,63% de varones). La representatividad femenina es menor en Albacete (un 60,22%) y mayor en Guadalajara (un 71,12%).

- Al analizar la jornada de trabajo se observa claramente que la dedicación a tiempo completo supera al empleo a tiempo parcial (77,48% frente a 22,52%). Conviene puntualizar que la jornada de trabajo a tiempo completo tiene una menor representatividad en Albacete (un 34% de empleados a tiempo parcial) y notablemente superior en Toledo (sólo un 14,73% del empleo es a tiempo parcial)

Tabla 5.2.13

En cuanto a la modalidad de contratación, presenta una elevada participación del empleo fijo frente al empleo temporal (el 83,64% de los trabajadores son empleados fijos). El empleo temporal es más significativo en Albacete (casi un 30%) pero prácticamente irrelevante en Toledo (poco más de un 7%).

- Por tipología de comercio, los establecimientos de Alimentación y de No alimentación cuentan con un menor número de empleados que los establecimientos del Comercio mixto (por ejemplo, un 82,61% de los establecimientos de Alimentación tiene dos o menos trabajadores mientras que un 70,97% de los establecimientos de Comercio mixto dispone de diez o más empleados). En cuanto al empleo por sexo, la participación femenina es muy superior tanto en No alimentación como en Comercio mixto (por encima del 66% en ambos casos) puesto que en Alimentación los varones son mayoritarios (representan un 54,37%). La jornada de trabajo en el Comercio mixto presenta una mayor participación del empleo a tiempo parcial que en el comercio de Alimentación y No alimentación (28,44% de los trabajadores frente a 8,19% y a 11,92%, respectivamente). La modalidad de contratación según los distintos tipos de comercio otorga una mayor representatividad al empleo temporal en el Comercio mixto (17,30% del total de trabajadores) que en No alimentación (16,20%) y Alimentación (11,20%).

Tabla 5.2.14

5.2.2 Comercio y precios

Las actividades de distribución comercial mantienen una estrecha relación con las variaciones de precios puesto que en el escalón final el comerciante canaliza los productos hacia los consumidores. No obstante, el canal comercial es la síntesis de actuación de los diferentes operadores que conforman la cadena de valor de los productos y, por tanto, repercuten sus operaciones sobre la variable precio.

La estabilidad de precios es un objetivo básico de política económica. Ahora bien, el objetivo de conseguir controlar, dentro de unos niveles, los precios de los bienes y servicios no resulta una tarea sencilla. Las diferencias de precios entre Castilla-La Mancha y el conjunto nacional han sido escasas durante los últimos años tal y como muestra el gráfico 5.2.6 (la situación habitual es que las variaciones de precios sean más reducidas en la comunidad autónoma que en el conjunto del país).

Gráfico 5.2.6

Por otra parte, la economía española viene atravesando una situación, desde el año 2001, donde las tasas de variación del índice de precios de consumo (IPC) de Alimentación superan a las tasas del IPC General. Esta situación es relativamente nueva porque la partida de Alimentación había tenido, de manera habitual, un crecimiento de precios inferior al índice General tanto en España como en casi todos los países de la Unión Europea.

El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio elabora un trabajo de seguimiento de precios desde el año 2003 con el objetivo de identificar los formatos comerciales que ofrecen los productos de gran consumo a un precio más reducido (véase la tabla 5.2.15). En función de los resultados de este trabajo se pueden sentar las bases de la política comercial y de defensa de la competencia que contribuyen al desenvolvimiento de la política antiinflacionista. En este sentido, hay que apuntar que la disponibilidad de esta información genera un efecto transparencia, puesto que los datos que se han publicado periódicamente sobre los precios de venta de los productos analizados pueden haber influido en la estrategia desarrollada por algunos formatos comerciales y, por tanto, haber sido un factor muy importante en la determinación y/o fijación de sus precios. Otras conclusiones que también pueden apuntarse sobre la influencia de la distribución comercial en la variable precios son las siguientes:

- En productos frescos los recorridos de precios son más elevados que en droguería y alimentación envasada.

- Los supermercados buscan una especialización según el tamaño y, por tanto, la competitividad vía precios es diferente:

Los mercados municipales muestran una considerable asimetría atribuible a la diversidad de estrategias y características existentes dentro del formato (de segunda generación, modernizados, antiguos, en proceso de renovación). Por esta razón, son especialmente competitivos tan sólo en productos cárnicos.

Los hipermercados se muestran muy competitivos en precios en alimentación envasada y droguería debido a las economías de escala y condiciones de compra y, además, en productos de pescadería.

- Con respecto a los establecimientos en régimen de libreservicio -especialmente los hipermercados- se observa cómo centran sus esfuerzos en conseguir precios reducidos en determinadas familias de productos pero luego cuentan con los precios más elevados en el resto de familias. Esta estrategia puede suponer un posicionamiento intencionado de compensación global de precios apoyada en una elasticidad cruzada.

Tabla 5.2.15

La tabla 5.2.16 resume la evolución de los índices de precios en Castilla-La Mancha entre abril de 2003 y abril de 2008:

Los precios en frutas y verduras han mantenido unos niveles por encima de la media (entre un 5% y un 10% más elevados) en la comunidad castellano-manchega.

Los precios de los pescados han estado moderadamente por encima de la media en casi todos los controles (en torno al 4%) pero en octubre de 2006 y en abril de 2008 se han alcanzado diferencias del 11%.

Los precios de la carne son ligeramente superiores a la media aunque el desfase de octubre de 2007 (precios un 10% más elevados) es significativo.

Tanto en droguería como en alimentación envasada, Castilla-La Mancha es una de las Comunidades Autónomas que cuenta sistemáticamente con los precios más reducidos.

Tabla 5.2.16

Por último, la tabla 5.2.17 plantea la evolución de los precios entre abril de 2003 y abril de 2008 para las cinco familias de productos que son analizadas en el informe del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio considerando, al mismo tiempo, las ciudades que se engloban en el citado estudio (Albacete, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo).

Albacete cuenta con los precios más elevados en frutas y verduras aunque en el resto de familias los precios son moderados (incluso reducidos en droguería y alimentación envasada). Ciudad Real ha incrementado sus precios relativos en pescado y carne. En Guadalajara el precio del pescado ha experimentado un incremento muy importante (droguería y alimentación envasada cuentan con precios moderados). Por último, Toledo ha experimentado incrementos relativos en pescado y carne aunque se han reducido los precios de frutas y verduras.

Tabla 5.2.17

5.2.3 Otros indicadores económicos del sector

En la tabla 5.2.18 aparece una serie de magnitudes económicas, tanto de comercio en su conjunto como de las tres agrupaciones en que se divide según la Clasificación Nacional de Actividades Económicas: agrupación 50 (comercio de automóviles), agrupación 51 (comercio mayorista) y agrupación 52 (comercio minorista).

Como se puede observar la facturación del comercio alcanzó para el año 2006 los 23 millones de euros, representando el 3,29% del total nacional, con especial importancia de la participación relativa del comercio de automóviles, seguido por el comercio mayorista de la región. Las empresas de la región invirtieron 558.164 euros, siendo especialmente relevantes por su mayor volumen las empresas mayoristas y por la reducida inversión las empresas minoristas.

Haciendo un análisis de los últimos siete años, se observa un comercio regional que ha crecido a tasas muy superiores a la media nacional, siendo relevante el crecimiento experimentado en volumen de negocio -tasa anual acumulativa del 11,62% frente al 6,61% a nivel nacional- y en sueldos y salarios -tasa anual acumulativa del 12,47% frente al 8,65% a nivel nacional-. Por grupos, destaca el mayor crecimiento relativo del número de locales del comercio mayorista -como se analizará en el capítulo cuarto- y el menor crecimiento en inversión bruta en bienes materiales del comercio minorista de la región.

En este contexto, otro de los parámetros estratégicos del sector comercial hace referencia a la productividad laboral del mismo. Por un lado, y como ya se ha visto a lo largo de este capítulo, se ha experimentado un crecimiento del empleo que, unido a una tasa menor de crecimiento de los locales, ha originado un aumento del tamaño del establecimiento comercial y un acercamiento al tamaño medio del comercio nacional -sobre todo en lo que a comercio minorista se refiere-, aspecto que puede tener efectos sobre la productividad laboral. Sin embargo, la favorable evolución del empleo en el comercio no siempre va acompañada de una evolución similar en el volumen de negocios originando, por tanto, estancamientos en la productividad del sector.

En el ámbito nacional, la productividad en el comercio español es inferior a la generada en la mayoría de los países de la Unión Europea, aunque el menor nivel salarial español hace que la relación entre valor añadido y costes de personal se mantengan en un margen más favorable. Cuando este análisis se traslada a Castilla-La Mancha, como se puede observar en la tabla 5.2.19, a pesar de la evolución favorable, en 2006 la productividad del comercio en la región sigue siendo un 93,29% del total nacional, siendo especialmente destacable la productividad del comercio mayorista. Junto a este comportamiento de la productividad del sector en Castilla-La Mancha, es reseñable que en 2006 en la región los costes laborales por unidad de negocio son un 13% inferior comparado con el ámbito nacional, mientras que dicho porcentaje no alcanzaba el 7% en el año 2000, volviendo a sobresalir el comercio mayorista con un 19,6%.

Tabla 5.2.18 Tabla 5.2.18 Tabla 5.2.18

Por último, otro de los indicadores económicos del sector es la densidad comercial en la región, medida como el número de establecimientos de comercio por 1.000 habitantes, que permite apreciar las características de la estructura de la oferta comercial que se analizarán en el capítulo 4 (véase la tabla 5.2.20). En la región, el comercio minorista cuenta con 13,99 establecimientos por 1.000 habitantes, una cifra inferior a la media nacional y, como sucede en la mayoría de las Comunidades Autónomas, con una tendencia ligeramente decreciente. En el lado contrario, resalta el comercio de vehículos con un aumento de su densidad comercial en Castilla-La Mancha a una tasa superior a la media nacional, situándose en el 123,07% de la media nacional de establecimientos por habitante.

Tabla 5.2.19 Tabla 5.2.20