En el contexto del cambio climático es de vital importancia conocer cómo responden desde la perspectiva del uso del agua los diferentes cultivares de vid frente a la restricción hídrica. Sin embargo, hoy en día nos encontramos con la ausencia de métricas genuinamente efectivas para caracterizar con fidelidad su comportamiento estomático. Esta carencia ha motivado el desarrollo de una novedosa métrica denominada superficie de conductancia (CS). Dicha metodología recientemente publicada considera simultáneamente los efectos de la sequía del suelo y la sequedad hoja-aire sobre la conductancia estomática, permitiendo disponer de una visión cuantitativa de la conductancia estomática global. Conocer la estrategia que cada cultivar adopta para responder a la sequía resulta esencial para mejorar el manejo del riego, así como para decidir su cultivo en una determinada zona dependiendo de la disponibilidad hídrica y las condiciones edafoclimáticas