Adquirir conocimientos adecuados a la realidad que nos podemos encontrar como policías. Ser capaces de reconocer las situaciones de peligro y el grado de responsabilidad e implicación que le compete frente a las mismas. Establecer unas medidas básicas de seguridad en el desarrollo del procedimiento. Hacer uso de técnicas reales, fácilmente asimilables, con un alto grado de eficacia partiendo de la premisa fundamental en toda intervención policial: nuestra seguridad. |