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La
Genaración de los Residuos
La evolución del ser humano y el conocimiento de
las propiedades de los materiales de la corteza terrestre, han
supuesto un incremento
en el consumo de recursos y, por lo tanto, una mayor generación
y diversidad de resiuos.
La Prehistoria
Los residuos eran básicamente orgánicos, siendo
perfectamente asumibles por el medio ambiente. Al principio, las
poblaciones eran ómadas y abandonaban sus campamentos dejando
las basuras producidas: huesos, pieles, restos de sílex,
conchas, marfil, madera, astas, etc. Cuando la agricultura y la
ganadería se desarrollaron, comenzaron a establecerse en
asentamientos, depositando entonces los residuos en basureros
fuera de los núcleos de población.
La Antiguedad y la Edad Media
En la Antigüedad, se establecieron las primeras civilizaciones
y los grandes imperios. Los importantes avances tecnológicos
de la época, trajeron asociados nuevos tipos de residuos.
En muchas ciudades, las basuras se recogían en contenedores
de arcilla, o en fosas que se vaciaban y limpiaban periódicamente.
En otras, los residuos se vertían a las afueras de la ciudad
y se cubrían con tierra, quemándose regularmente.
En la Edad Media, muchos de los conocimientos tecnológicos
y normas de higiene de la antigüedad se perdieron y las grandes
epidemias mermaron en un tercio la población europea. Sin
embargo, en el siglo XV se empezó a considerar de nuevo
la necesidad de gestionar los residuos y las calles se comenzaron
a limpiar y pavimentar.
La Revolución Industrial
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, tuvo lugar un
gran desarrollo de la metalurgia y de la producción industrial
de bienes. Como consecuencia, se emitieron grandes cantidades
de dióxido de carbono (CO ) a la atmósfera. Por
otra parte, las investigaciones determinaron que los microorganismos
eran los principales causantes de las enfermedades, lo que supuso
un importante avance en todo lo referente a la higiene y a la
gestión de residuos, al demostrarse que aquéllas
podrían controlarse con adecuadas medidas de salud pública.
En la segunda mitad del siglo XIX se pusieron en marcha las primeras
incineradoras, planes de gestión de residuos y tratamiento
de aguas, aunque las epidemias siguieron afectando a la población
a causa de las aún precarias condiciones de salud pública.
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La Actualidad
Desde la segunda mitad del siglo XX, los nuevos avances
tecnológicos y el desarrollo de la sociedad de
consumo, dieron lugar a la aparición de nuevos
tipos de residuos, cuyo volumen y peligrosidad han obligado
a desarrollar nuevas técnicas de gestión
de los mismos, con el fin de minimizar su impacto.
Así, una sociedad moderna no se concibe sin una
gestión integral de sus residuos, gestión
que se realiza mediante la depuración y reutilización
de aguas residuales, la creación de centros de
reciclaje para los residuos sólidos urbanos, la
retirada selectiva de materiales tóxicos (pilas,
aceites) y la elaboración y aplicación de
leyes y políticas de protección ambiental
a todos los campos de la actividad económica; todo
lo cual es consecuencia y expresión de un cambio
cultural en el que la protección del medio ambiente
se presenta comouno de los desafíos prioritarios
de nuestro tiempo.
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La Tierra como
Almacén: El Retorno
El ser humano,
al igual que utiliza la corteza terrestre para almacenar recursos
(gas, agua, etc.), puede utilizarla para almacenar muchos de los
residuos que su actividad genera. Aplica para ello, entre otros
conocimientos, el adquirido en sus estudios sobre las propiedades
de conservación de la corteza.
Se han desarrollado distintos sistemas de almacenamiento de residuos
en función del aislamiento que, dado su potencial impacto
en el medio ambiente, requieran las sustancias a almacenar.
Las Instalaciones Someras
Los residuos menos peligrosos se almacenan en INSTALACIONES SOMERAS
que serán más o menos complejas a medida que se
requiera mayor protección. Entre este tipo de instalaciones
se pueden destacar las siguientes:
1.-Vertedero controlado de residuos sólidos urbanos.
2.-Vertedero controlado de inertes.
3.-Depósito de seguridad para residuos peligrosos.
4.-Almacén de residuos radiactivos de baja y media actividad.
Un
ejemplo de este último es:
El Centro de Almacenamiento de Residuos
de Baja y media actividad de El Cabril
Situado en la provincia de Córdoba, se construyó
tras exhaustivos estudios geológicos, sismotectónicos,
hidrológicos, etc. que demostraron la idoneidad del
emplazamiento. |
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El
Cabril incorpora las más modernas tecnologías en
este tipo de instalaciones, garantizando de este modo la ausencia
de impacto radiológico en el entorno.
Para ello se lleva a cabo un Plan de Vigilancia Ambiental (PVA
y PVRA):
1.-El PVA(Plan
de Vigilancia Ambiental) mide continuamente parámetros
tales como la pluviometría, el viento, la temperatura,
etc.
2.-El PVRA(Plan
de Vigilancia Radiológica Ambiental) permite disponer de
los datos necesarios para garantizar que los niveles de radiactividad
naturales del emplazamiento no se vean alterados debido a las
actividades llevadas a cabo en este centro de almacenamiento.
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Los
datos obtenidos por medio del PVRA se envían sistemáticamente
a los siguientes organismos: Consejo de Seguridad Nuclear,
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, Junta de Andalucía,
Junta de Extremadura y ayuntamientos del entorno. |
Almacenamiento en Formaciones Geológicas
Al aumentar el potencial impacto negativo de los residuos, los
requisitos de seguridad deben ser más estrictos y por ello
se recurre a almacenamientos en formaciones subterráneas.
Como ejemplos de ALMACENAMIENTOS EN FORMACIONES GEOLÓGICAS
podemos citar:
Inyección
de residuos tóxicos y peligrosos, líquidos
y gaseosos, en espacios de estructuras subterráneas
Estos espacios, formados por poros y fisuras interconectados
en la roca, están ocupados por determinados fluidos
(aguas saladas, petróleo, etc). La inyección
profunda permite depositar los productos, comprimiendo los
fluidos naturales o desplazándolos a otra formación.
Como ejemplo de este sistema, encontramos la eliminación
de CO mediante su inyección en acuíferos o
en bolsas petrolíferas. |
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Almacenamiento
geológico profundo para residuos radiactivos de alta actividad.
A pesar del desarrollo y
perfeccionamiento de técnicas cada vez más avanzadas,
cuyo objetivo es la minimización de los residuos radiactivos
de alta actividad, siempre será necesaria la gestión
de un volumen de sustancias que habrá que aislar durante
miles de años. La solución que se contempla para
estos residuos es su almacenamiento en formaciones geológicas
profundas de gran estabilidad.
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En
todos los sistemas de almacenamiento, pero en especial en
el caso de los almacenamientos geológicos profundos,
es necesario obtener información precisa de cuál
será el comportamiento de
los distintos componentes del sistema, tanto en lo referente
a los procesos que tendrán lugar, como a su variación
en el tiempo dentro de las distintas posibilidades de evolución
que pueden considerarse.
Desde este punto de vista, la investigación en el
campo de los análogos naturales y arqueológicos
es fundamental para avanzar en el conocimiento, en especial
por la referencia temporal que ofrecen y que es imposible
de reproducir en laboratorio. |
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