En su descripción, anticipándose a las actuales fronteras, se indica, en dicho documento que Terrinches “no es tierra llana; no es Mancha ni serrania ni sierra Morena, está entre medias de Sierra Morena y Sierra de Alcaraz y Mancha”, destacando ya su singularidad como punto privilegiado, desde el que acceder a los puntos antes relacionados, por su proximidad y vecindad con todos ellos. Otro aspecto histórico que arroja este documento es el posible origen de uno de los oficios más significativos de Terrinches, en el transcurso del siglo XIX y los dos últimos tercios del siglo XX, la arriería. |
Los arrieros, su peculiar forma de entender la vida y sus largas correrías por los caminos de Andalucía, tuvieron su punto de partida en los importadores de aceite que, desde estas tierras de frontera entre la España castellana y Andalucía, ya se citan en el catastro del Marqués de la Ensenada. En la descripción y relación de Felipe II, a propósito de este punto, se indica que “por ser tierra esteril y estrecha y no se coge en ella aceite y se trae del Andalucia y que esta caro”. Contrariamente, el paisaje actual ofrece una estampa típicamente jiennense, con la mayoría de las tierras cultivables, de los 54 km2 de término, dedicadas al olivar. Este hecho no responde sino a la significativa labor emprendida por arrieros, en su comercio de aceite, primero, ya citado en el Catastro del Marqués de la Ensenada al señalar, en el capítulo de industria y comercio, la existencia de un molino harinero en el término, así como tráfico de arriería, para la “estracción de granos é importación de aceite y otros géneros”. Posteriormente, a lo largo del siglo XX, se convertiría en un comercio especializado, preferentemente sobre embutidos y especias, fundamentalmente, pimienta. Los recursos actuales sobre el significado de la arriería en Terrinches se concentran en un rico y variado espacio etnográfico, todavía presente en muchas casas del pueblo.
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A
los cincuenta y seis capítulos dijeron que en el termino de esta
villa oyeron decir a sus mayores y mas ancianos, que hubo un lugar que
se decia el Hinojo el cual era pequeño y de muy poca vecindad
y que en tiempos antiguos robadores y salteadores y otras personas de
mal vivir los robaban y estragaban por ser pequeña hasta que
tuvieron por medio de se venir a vivir a esta villa y de presente hay
vecinos en ella que sus nombres derivan de alli”. |
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