PREGÓPREGÓN de FIESTAS
SANTA ANA 2009

Mi saludo y agradecimiento al Sr. Alcalde y a toda la Corporación Municipal por haberme invitado a hacer el pregón de estas fiestas de Santa Ana 2009.

He de decir que me sorprendió la invitación que hace unos meses me hizo nuestro alcalde Don Ángel Mansilla, y que al principio no supe como reaccionar porque este ha sido un año diferente y a mi me resultaba muy difícil subirme aquí arriba. Aunque haya hablado muchas veces en público, es la primera vez que lo hago delante de tanta gente a la que quiero, y esa razón muchas veces me impide plasmar en papel tantos sentimientos. Pero llegados a este punto, he de hacer como me han enseñado mis padres y es “a tirar para adelante”.

Agradecerle a la corporación de festejos, a nuestro párroco D. Alberto García y al coro parroquial, la ilusión y el esfuerzo que han hecho para preparar estas fiestas como Santa Ana se merece. Estoy segura de que van a ser estupendas.

Siempre he pensado que las personas no son del lugar del que nacen sino del lugar donde está su corazón, y tanto el mío como el de toda mi familia están aquí, aunque algunos incluso hayan nacido en este pueblo. Me he sentido tribaldeña porque así me lo habéis hecho sentir, y no solo a mí sino a todas las personas que a este pueblo llegan, así que con mucho orgullo puedo decir en voz alta, que soy de Tribaldos.

Mis primeras palabras, para todos aquellos que han visto más fiestas que nadie, los más ancianos de nuestro pueblo, y este año especialmente a Saturnino que con sus 100 años se ha convertido en el que más fiestas de Santa Ana ha disfrutado. Vosotros habéis sabido mantener el verdadero espíritu de estas fiestas, y espero que las generaciones que estamos detrás lo sepamos hacer tan bien como lo habéis hecho vosotros.

Hace muchos años que mis padres se fueron a Madrid, aunque haciendo un pequeño viaje intermedio por distintos sitios, pero daba igual donde estuviéramos siempre nos han transmitido a mi hermana y a mi, el amor hacia Tribaldos y sobre todo hacia Santa Ana, y creo que lo han hecho tan bien, que no recuerdo un solo año en el que por lo menos no hayamos venido a rezar la Salve a nuestra querida Patrona, y este especialmente.

Han sido muchas las cosas vividas aquí, así que no se por donde empezar, supongo que recordando toda la gente con la que he crecido y con la que he compartido, mi niñez, mi adolescencia, mi juventud… en general mi vida, a Ana, Raquel, Mayte, Mavi, Ana Isabel, Gloria. En este momento, sería imposible recordar todas las experiencias, pero no quiero olvidarme de mencionar esas noches de verano, jugando cuando éramos niñas, en la plaza hasta bien entrada la madrugada, los polos de horchata que comprábamos donde “la Marga”, las tardes en bicicleta con la que tantos y tantos viajes hemos hecho a Uclés, y mientras por el camino hacíamos alguna parada para meternos en los campos y coger algunos girasoles y así poder pasar la tarde comiendo pipas, aquellas noches en el parque, y tantas y tantas cosas que ha sido suficientes para mantener nuestra amistad, aunque hoy nuestros caminos sean distintos.

Como han cambiado las cosas desde entonces. Nos hemos casado y nos ahora nos acompañan nuestros maridos, tengo dos hermanos más, Natalia y Sasha, que aunque no este año no haya podido venir a estas fiestas, nos vamos a acordar de él en el momento del bingo. El tiempo pasa muy deprisa, y si se me olvida se encargan de recordármelo Candela y Gabriela que crecen muy rápido….., pero a las que desde muy pequeñas les hemos transmitido el amor por Tribaldos, y así dice Candela “yo me voy a mi pueblo”. Esto me alegra porque es el reflejo de un espíritu que se transmite de generación en generación y es el amor a Santa Ana.

Hoy, hay gente que no está, pero solo físicamente porque es en estas fiestas donde más se avivan los recuerdos de los que también disfrutaron de ellas.

También, quisiera mencionar a toda la gente que ha trabajado tanto por este pueblo y que por circunstancias varias en este momento no pueden, pero que lo volverá a hacer de una u otra manera. No os olvidéis nunca que sois de Tribaldos y que aquí se lucha siempre y además con alegría, sabiéndonos protegidos por nuestra Santa Ana. Los jóvenes de ahora (aunque nunca creí que fuera a decir esto, lo de jóvenes) y sin ser yo tan mayor, os recomiendo que guardéis la hermosa herencia que hemos recibido, que es la ilusión por nuestro pueblo pero sobre todo por Santa Ana, que nos cuida y nos protege y nunca se olvida de nosotros.

En estas fiestas nos volvemos a encontrar. Algunos hacen un largo viaje, pero no importa, solo queremos estar juntos y así recordar y disfrutar de este momento. Acompañar a nuestra Santa, aunque sea solo un momento y poder despedirla como siempre, subiendo al cerro, con la ilusión puesta en el próximo año, en el que de nuevo volverá a bajar y acompañarnos en estas sus fiestas.

Para terminar, quiero darles las gracias a mis padres por su ejemplo, siempre de lucha y superación, pero sobre todo de amor a la familia y a Santa Ana. Y recordar que con la ayuda de Santa Ana no hay dificultad alguna que no podamos superar Gracias por escucharme y que mis últimas palabras vayan dirigidas ancianos y niños, tribaldeños y forasteros, que aquí somos todos iguales. Así, que a disfrutar, que empiece la fiesta y gritando todos juntos:

¡¡¡¡VIVA TRIBALDOS!!!

Y

¡¡¡¡¡VITOR SANTA ANA BENDITA!!!!!!