Proclamada la II República en 1931, el
revulsivo que supuso en el ámbito nacional y las expectativas despertadas en la
población, no parece tener reflejo en Villalgordo del Marquesado, donde la vida sigue
desarrollándose de conformidad con los ciclos de la naturaleza y sólo en la época de la
recolección se anima ante la gran cantidad de jornaleros locales y venidos de otros
pueblos, dispuestos a iniciar la campaña de la siega, tanto en el municipio como en otros
limítrofes. Relacionado con esta actividad, primordial para la subsistencia de un buen
número de familias, el Estado pretende regularizar la situación de los segadores a
través del Pacto Colectivo de Trabajo en la Siega, a cuyo efecto remite a los
Ayuntamientos una Circular (a través de la Delegación Provincial de Trabajo) en la que
se ordena la constitución de una Comisión Reguladora del Pacto Colectivo de Trabajo. En
cumplimiento de esta Circular, el Sr. Alcalde, por Decreto de 6 de junio de 1.934,
acuerda citar a los Patronos y Obreros para el día 8 de junio.
El día indicado, bajo la presidencia del Alcalde, se reúnen los
Patronos (asisten 13) y eligen a tres representantes; lo mismo hacen los Obreros, que
también asisten 13, y eligen a otros tres representantes. El día 11 de junio la
Comisión Reguladora del Contrato Colectivo del Trabajo de la Siega, ya constituida y
presidiéndola el Alcalde, acuerda fijar las condiciones o bases del Pacto Colectivo para
la siega de este año 1.934, que en esencia son las siguientes:
*Jornales: -Hombres, 7,50 Pta. por jornada reglamentaria.
-Mujeres de 14 años en adelante, 6 Pta. por jornada
*Horario: Acuerdan que "se amplíe el plazo máximo
de 12 horas por ser más conveniente y provechoso para los obreros, ya que de esta forma
aumenta más su salario, acordando por tal motivo que este destajo con horas
extraordinarias se pague por el patrono, la cantidad de 16 pesetas con 50 céntimos por
cada fanega de sembradura de trigo, centeno, avena y escaña que se siegue, y todo según
usos y costumbres de la localidad en años anteriores, para lo cual solicitan el
correspondiente permiso o autorización del Jurado Mixto del Trabajo rural de esta
provincia.
La Galera y el Carro
Los resultados electorales en Villalgordo del
Marquesado durante la II República, según datos obtenidos del libro "Cuenca
durante la II República", cuyo autor es Angel Luis López Villaverde (1.997), son
los siguientes:
*Elecciones Constituyentes de 28 de Junio de 1.931:
Electores Votantes
Conj. Repub-Socialista Acción
Nacional Agrarios
P.Liberal.Demócr.
Dcha. Lib. Repub.
99
80
17
5
18
1
42
*Elecciones Legislativas de 19 de Noviembre de
1.933:
Electores
Votantes
Unión Derechas Agrarias
Centro Izquierda
198
173
116
52 3
*Elección Parcial de 3 de Mayo de 1936:
Electores
Votantes
Frente Popular
Derechas
208
158
64
86
En apariencia la II República y la Guerra
Civil, apenas inciden en la vida cotidiana del pueblo; al menos no parecen existir
ambos sucesos a tenor de las Actas Municipales, donde se da la impresión que la
administración ordinaria del municipio sigue su curso sin sobresaltos aparentes (aunque
en la realidad sí los hubo). Las elecciones de febrero de 1.936, que dieron la victoria
al Frente Popular, implican un cambio en la Corporación Municipal (sesión de 11 de marzo
de 1.936), cesando los concejales y su presidente que lo habían sido hasta la fecha, que
son sustituidos por cinco nuevos gestores, en virtud de "comunicación del Excmo. Sr.
Gobernador Civil", incorporándose a las tareas municipales, por primera y única vez
hasta el momento, una mujer que además será candidata a Presidenta de la Comisión
Gestora, aunque obtuvo sólo dos votos frente a los tres del otro candidato. En la Guerra
Civil, se presentan algunos problemas de abastecimiento a la población que son
solventados por la Alcaldía, viajando a Cuenca, donde le fueron "concedidos
algunos artículos tales como arroz, jabón, azúcar, judías y vino, para dar principio a
la siega" (Acta de 1 de julio de 1938). También en plena Guerra Civil tiene
lugar en el municipio una experiencia de fuerte impacto socioeconómico: la formación de
una Colectividad Agraria, que se funda el 22 de noviembre de 1.937 por 25 miembros
y auspiciada por la C.N.T, según se recoge en el libro de Natividad Rodrigo González,
"Las Colectividades Agrarias en Castilla-La Mancha"; aunque en la
documentación existente en los archivos municipales no aparece ninguna referencia a la
expresada Colectividad.
A punto de finalizar la Guerra (Sesión de 18 de marzo de 1.939),
se deja notar en el municipio el enfrentamiento entre la Junta de Defensa Nacional y el
Partido Comunista, dimitiendo por voluntad propia, aunque después fueron cesados, el
Presidente (Alcalde) y un consejero, ambos de filiación Comunista, por no estar de
acuerdo "con el levantamiento sedicioso verificado por el Partido Comunista", y
que son sustituidos por un representante de la U.G.T y otro de la C.N.T (curiosamente este
último formará parte de la Gestora que se constituye una vez finalizada la guerra...),
que toman posesión el 20 de marzo de 1.939. El 10 de abril se celebra Sesión Municipal
para proceder a la constitución provisional de la Comisión Gestora, nombrada por el
General Jefe del Cuerpo de Ejército de Aragón, cuyo objetivo es "cooperar con el
mayor entusiasmo al resurgir de España"; los tres nuevos miembros de la Gestora,
lo eran ya de la anterior, incluido el representante de la C.N.T. La posguerra, con la
represión, el estraperlo, las cartillas de racionamiento y el hambre, había comenzado y
marcará a toda una generación que aún vive, razón por la cual no se profundiza en
estas cuestiones.
Ya en la década de los años sesenta y en plena dictadura va a
comenzar un tímido proceso de recuperación económica; el campo comienza a mecanizarse y
en consecuencia se produce una emigración rural masiva de las gentes de los pueblos,
jornaleros en su mayoría, a la ciudad en busca de nuevas oportunidades de trabajo que
además conllevase una mejor calidad de vida. Vimos cómo en el año 1.950 se alcanza la
máxima población de Villalgordo con 516 habitantes; a partir de esa década es
vertiginoso el descenso de población, pasando en 1.960 a 429 habitantes (87 menos), y en
1.970 el pueblo tiene 274 habitantes: en 10 años se marcharon del pueblo 155 personas.
Fiel reflejo de esa emigración forzada a la ciudad, se manifiesta en
el número de alumnos que asisten a la Escuela, a pesar de la construcción en
1.964 de las nuevas Escuelas.
Pero también el analfabetismo es una constante
de la época, sobre todo hasta la década de los 60. En 1.956, según los datos
obrantes en los archivos municipales, el analfabetismo se resume:
De 10 a 12 años: 4 (los padres son "obreros")
De 13 a 21 años: 8 (los padres son "obreros")
De 22 a 45 años: 20 (6 obreros y 14 "labores"-mujeres-)
De más 45 años: 24 (7 obreros y 17 "labores")
En 1.960 el número de analfabetos es ya menor, de tal manera que en
los tramos documentados existirían:
De 13 a 21 años: 9
De 21 a 40 años: 14
Con objeto de erradicar el analfabetismo se envía a los Ayuntamientos
la Circular de 5 de febrero de 1.965 elaborada por el Servicio de Alfabetización,
fundamentando la necesidad de Alfabetización en unas consideraciones que pocos años
atrás hubieren sido impensables: "Recordemos que España es un pueblo del Mundo y
que en él y con él ha de vivir; que necesita ponerse en línea, y no a la zaga, de ese
movimiento de superdesarrollo; que siempre fue pueblo rector, y que no sabrá ahora, por
tanto, quedar como pueblo regido. Y como ni sabe, ni quiere, ni puede cerrar las ventanas
al progreso exterior, toma alientos de superación y se lanza a ocupar el puesto que le
corresponde. Inicia su plan de Desarrollo, recoge de él los primeros frutos y hace oír
su voz en el concierto universal. Pero si ha de alcanzar el éxito, que por su historia le
es debido, necesita imprescindiblemente una elevación de su nivel cultural; analfabetismo
y desarrollo son términos que se chocan..." La concienciación de los padres
(que admiten la dificultad, por falta de recursos, de que sus hijos puedan quedarse en el
pueblo para vivir) y la labor de los "Maestros" del momento, determinaron una
escolarización total de la población infantil y una continuación de muchos de ellos en
estudios medios y superiores.
Es triste decirlo, pero la Escuela en Villalgordo del Marquesado, con
el inicio del nuevo milenio se va a ver avocada a su desaparición por falta de niños;
aunque aún el curso 2.000-2.001 contemplará una Escuela con dos niños, el futuro no se
muestra nada halagüeño...
En esta segunda década del Siglo XX el avance de los pueblos corre
parejo al retroceso de su población. El agua llegará por fín al pueblo, con las fuentes
de la Peana, la Plaza y la Solana (el agua en las casas será más tarde); la electricidad
(con apagones de muchos días, y algún mes...) comienza a generalizarse, incluso en las
calles hay bombillas (en 1.959 existen "29 lámparas de alumbrado público"). La
radio es el medio de comunicación por excelencia (la Televisión habrá de esperar hasta
mediados de los 60), y son muchos los hogares que disponen de aquéllos viejos aparatos:
en 1.955 existen en Villalgordo 27 aparatos de radio. También el Teléfono Público se
instalará en los años 60 (la solicitud de instalación la hace el Ayuntamiento el 7 de
mayo de 1.958). Las Obras Públicas comienzan a impulsarse: Construcción de las nuevas
Escuelas (el terreno se compra el 31 de diciembre de 1.957 a razón de 20 Pta. metro;
nuevo edificio para instalación del Ayuntamiento (se compra en 1.951 por 7.000 Pta. y
comienzan las obras en 1.959); arreglo de calles y aceras (el asfalto llegaría mucho
después), aunque todavía persisten "los repartos" y la prestación personal
para realizar estas obras. En consonancia con ese despertar de la vida municipal, los
Presupuestos del Ayuntamiento experimentan una notable subida, pasando de 15.665,95 Pta.
en 1.949 a 48.331,77 Pta. en 1.953.
No obstante este incipiente desarrollo, las
condiciones de vida de la mayor parte de las gentes de Villalgordo no son óptimas: la
"pobreza" como tal no existe (en muchas ocasiones ha emigrado a la ciudad), pero
los que aquí se quedan viven en el límite de la subsistencia ("hambre no
pasábamos, pero tampoco nos hartábamos de comer...", recuerdan muchos): los
pequeños huertos, "la matazón" anual, "el corral", allegan a la
economía familiar unos recursos básicos, que ni incluso "Los Americanos" con
su ayuda alimenticia testimonial, consiguen equilibrar. Y es que la larga mano de los
EE.UU, llega hasta Villalgordo con la leche para la Escuela y con el reparto de alimentos,
como ocurre en 1.954 en que se procede a repartir los "víveres donados por el
Gobierno de EE.UU", correspondiéndole a Villalgordo 8 bolsas que contiene, cada una:
1 paquete de azúcar (960 gr.), 2 paquetes de alubias (900 gr.), 1 paquete de arroz (500
gr.), 1 paquete de queso (1.000gr.), 1 paquete de ciruelas (1.000gr.), 2 botes de leche
condensada y un bote de carne en conserva; estos víveres se entregan a quienes están
incluidos en el Padrón Municipal de Beneficiencia. |