En la historia de nuestro país, pocas Instituciones han
conseguido sobrevivir a los cambios políticos, sociales y económicos con tanto acierto
como los Pósitos ....., que desde la Baja Edad Media hasta nuestros días han estado
presentes en buena parte de nuestros Municipios." Con esta afirmación inician
Mª del Carmen Fernández Delgado y Mariano García Ruipérez su resumido y claro estudio
sobre "Los Pósitos Municipales y su Documentación" (M.A.P.A.-1.989) En Villalgordo del Marquesado también nos encontramos con el
"Pósito Municipal". La documentación existente en los archivos municipales es
cuantiosa pero totalmente deteriorada por la humedad, de tal modo que resulta ilegible en
su mayor parte; razón por la cual es difícil aventurar cuando surgió el Pósito como
institución, en nuestro municipio. Se conserva en el archivo la Real Cédula de 1.792,
en la que minuciosamente se dan instrucciones sobre el funcionamiento de los Pósitos, por
lo que, presumiblemente, ya en esta época estuviese funcionando el Pósito.
La última actuación del Pósito en el Municipio es del año
1.987; actualmente, como en la práctica totalidad de los municipios, el Pósito ya es
historia.
Siguiendo a los autores citados es preciso destacar el carácter
exclusivamente localista de los Pósitos, con independencia de los diferentes
objetivos que, desde su nacimiento allá por el Siglo XV hasta su desaparición a finales
del Siglo XX, han desempeñado. Inicialmente los Pósitos tenían como principal objetivo
lograr que la escasez del pan desapareciera y que el precio de aquél estuviera siempre
por debajo de otras poblaciones cercanas. Una Pragmática de 1.548, incide en la
fundación de los Pósitos para garantizar el abasto del lugar y de los caminantes en los
periodos críticos, pero ya señala la posibilidad de que cuando hubiere mucho trigo en
los graneros ("Paneras"), para evitar que se pudriera si no se utilizaba, el
Ayuntamiento podía mandar su entrega a personas abonadas con entrega de fianzas, y con el
compromiso de devolverlo al Pósito a la cosecha siguiente.
El Reglamento de 1.792 incide en la importancia del Pósito en
cuanto "sus fondos en trigo y en dinero son los auxilios más necesarios para la
conservación y aumento de la población, que es el nervio más principal del Estado, pues
se sostiene en tiempos de calamidad y carestía de granos por medio de panadeos que corren
al cargo de las Justicias y Regidores, baxo la más exacta cuenta y razón, proveyéndose
no solo a los vecinos, sino también los transeuntes y tragineros que conducen
géneros y bastimentos de unos pueblos a otros, y dejarían de hacerlo si les faltasen
estos auxilios con grave daño público
, sirviendo igualmente dichos fondos para el
fomento de la agricultura con los socorros de granos y dinero, que se hacen a los
labradores en tiempos de sementera, barbechera, y otros de urgentísima necesidad, sin los
cuales no podrían subsistir por ser el mayor número pobres que cultivan por
arrendamiento tierras ajenas
".
Se fija pues, como principal objetivo de los Pósitos destinar sus
fondos al fomento de las sementeras y de las labores agrícolas, y así se continúa
durante el Siglo XIX. En las "Cuentas de Caudales del Pósito, presentada por el
Alcalde, correspondiente al año económico de 1.866 a 1.867", de este Municipio se
expresa que "son cargo de panera, veinte y siete fanegas y tres cuartillos
existentes en granos que resultaron al cerrarse la cuenta anterior a la presente en 16 de
diciembre de 1.866. Idem, diez y ocho fanegas con veinte cuartillos a que ascienden las
entradas que ha habido en el periodo económico que abarca esta cuenta por los conceptos
siguientes: Compras y renuevos de granos; reintegraciones naturales; ejecuciones contra
los morosos y otros conceptos ....." De estas cuentas resulta que el préstamo en
grano se alterna también con el préstamo en dinero, hasta que estos últimos acaban
siendo los únicos en el Siglo XX. En Sesión del Ayuntamiento de 18 de octubre de 1.885
se dice "...que era llegada la época de abrir la panera del pósito y repartir el
trigo entre los vecinos más necesitados para que puedan acabar de sembrar..." Y
sin embargo ya en Sesión de 8 de marzo de 1.908, se da cuenta de una Circular de 4 de
julio de 1.907 en la que se ordena a los Ayuntamientos que deben proceder " a
convertir en metálico el trigo de mediana calidad existente en el pósito",
convocándose al efecto subasta para "vender el caudal que en especie tienen los
pósitos para convertirlo en metálico" ( en el caso de Villalgordo se venden en
un solo lote los 2.074 Kg. de trigo depositados en el pósito) Se convierten así los
Pósitos exclusivamente en una institución de crédito local, que apoya actividades que
no tenían por qué ser estrictamente agrícolas.
Los avatares políticos, sociales, económicos y hasta sanitarios
dejaron sentir su influencia en la administración del Pósito Municipal, o al menos
sirvieron de justificación para la no rendición de cuentas. En Sesión de 17 de enero de
1.892 constan las declaraciones hechas por una serie de ex alcaldes que fueron
citados para comparecer en el expediente abierto, a instancia de la Comisión de Pósitos
de la Provincia, por no haber rendido las cuentas del Pósito en determinados años: "...el
ex alcalde D. Saturnino Navarro, como más anciano, manifestó que las malísimas
cosechas (que ocasionaron el hambre) en los años 1.867 y 1.868 paralizaron el
Pósito, pues los deudores al mismo no cosecharon ni lo necesario para sus primeras
necesidades y el Ayuntamiento tuvo que contentarse con renovar las obligaciones de
reintegro para asegurar el capital del establecimiento; que en los años sucesivos con los
cambios políticos a consecuencia de la Revolución de 1.868, paralizó las gestiones de
los Ayuntamientos en materia de Pósitos, que es cuanto puede manifestar en cuanto al
tiempo de su gestión administrativa... Acto seguido compareció el ex alcalde D.
Lesmes Hermosilla manifestando, que además de lo que ya tiene manifestado en este
expediente como testigo de informes, la causa principal de la falta de movimiento en el
caudal del Pósito en los años 1.873 y sucesivos fue la Guerra Civil (se refiere a la
Guerra Carlista) que hizo que los Ayuntamientos dejaran los caudales de los
establecimientos en poder de los deudores, temerosos de que una u otra facción se los
arrebataran. En Iguales consideraciones abundó el ex alcalde D.Julián Olmedilla,
añadiendo que por parte del vecindario no hubo peticiones de fondos, quedando en poder de
los mismos deudores. Acto seguido compareció el ex alcalde D. José Vicente
Alarcón, que lo fue en los años 1.880, 1.881 y 1.882, manifestando que su Ayuntamiento
quiso recoger el caudal del establecimiento...pero la falta de local en donde depositar
los granos, pues este Pósito no tiene paneras, fue causa de no recoger los fondos en
poder de los deudores, y la falta de peticiones de dichos fondos por parte de los vecinos.
El ex alcalde D. Julián Buendía que lo fue en los años 1.885, 1.886 y 1.887
manifestó que el Cólera Morbo el primer año y la Langosta en los dos últimos, que han
puesto a prueba el valor de los pueblos de la parte llamada Mancha Alta de esta Provincia,
paralizaron en esta localidad el movimiento de su Pósito que venía en tal estado desde
muchos años antes. "
Sea como fuere, aunque llame la atención la derivación de
responsabilidades no ya a aconteceres ajenos a la población, sino a la actitud de
"los deudores", cuando más bien habría que echar mano del viejo refrán
"a río revuelto...", lo cierto es que se archiva sin más el expediente,
acordándose formar la cuenta del último año, una vez que el Capital y Creces acumuladas
ha de arrastrarse, así como la relación de los deudores actuales y remitirse todo lo
actuado a la Comisión Provincial de Pósitos.
Sin poner en duda la importancia general del Pósito Municipal de
Villalgordo del Marquesado, sí puede dudarse de su efectividad, sobre todo en su última
época, pues se constata documentalmente que quienes más acuden al Pósito recabando
créditos son precisamente quienes menos los necesitan.
Real
Cédula de 1.792 |