Por Juan Bermejo López, (julio de 2005)


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UTENSILIOS PARA LABRAR Y FORMA DE SUSARLOS
Por Antonio López Rubio "El Pati"

Os voy a explicar a todos
los apeos de labranza
que usaban hace años
en este pueblo y sin tardanza.

Primero era la yunta
de caballos, mulas y asnos.

Después venía la toza
de un madero bien formado
hecho por un carpintero
que uno había encargado.

Este tenía en cada punta
dos varas sujetadas
que el mismo carpintero
muy bien las colocaba.

Eran para sujetar los rollos
que así mismo se llamaban,
los rollos buenos chavales
de pajón de centeno se formaban,
y después con una piel de cabra
poco a poco se forraban.

Detrás de los rollos llevaba
una fuerte lona enrollada
y de esta forma los animales
nunca estos se rozaban.

Llevaban sus uncideras
que así también se llamaban
para uncir los animales
con los rollos y entremantas.

En el centro la mediana
que con un cuero sin sobar
cualquier gañan la formaba
para sujetar el timón del arado
cuando entonces se labraba

.

Llevaban también madrina
ramales y ramalillos
que en dos estos terminaban
y para ir bien sujetos
en la esteva se ataban.

El arado, amigos míos
estas piezas llevaba:
timón, reja, pescuño, orejeras
y la esteva lo formaban.

La esteva el “gañan” la sujetaba
cuando las tierras labraba.

Había algunos mañosos
que hacían unos surcos
como cuerdas de guitarra
cuando esta se templaba.

De labranza hemos hablado
lo del verano falta
y en este corto poema
os explicaré su usanza.

Empecemos con los arreos
que cada yunta llevaba:
lo primero las colleras
junto con las entremantas,


horcates, cabezadas y lomeras
pa sujetar las retrancas
unidos también los tiros
que al carro arrastraban.

Entonces el cereal
con una hoz se segaba
y de puñado a puñado
en gavillas se ataba.

 

Para después en el carro
a la era se llevaba
y donde allí se extendía
y se formaba una parva.

Después venía la trilla
que esta estaba formada
con unas tablas anchas y recias
y en un lado empedradas.

Con aquellas piedras antiguas
que pernales se llamaban
donde el hombre primitivo
con estas el fuego formaba.

Terminada ya la trilla
el allegador se usaba,
la mies se recogía
y toda ella se amontonaba.

Y cuando hacía aire
con horcas, horquillos y palas
este montón se aventaba,
que era retirar el grano
que estaba junto a la paja.

Había otro utensilio
que criba este se llamaba
para limpiar el cereal
donde el granero le esperaba.

Otros utensilios se usaban
para medir el grano
la media, el celemín y el medio
y con ellos los costales se llenaban.

Entonces en esos haceres
se trabajaba y sudaba
junto con aquel calorcillo
que el Sol tanto apretaba.