Historia
La Escuela de Protección Ciudadana fue creada por la Ley 8/2002, de 23 de mayo, de Coordinación de Policías Locales de Castilla-La Mancha, como órgano adscrito a la Dirección General de Protección Ciudadana, al que corresponde el ejercicio de las funciones relativas a la formación, perfeccionamiento y especialización de los Cuerpos de Policía Local de la Comunidad Autónoma.
No obstante, los antecedentes en materia de formación al personal de policía local por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, de los que la Escuela de Protección Ciudadana es heredera, se remontan a finales de la década de los 80, organizados por el Servicio de Coordinación de Policías Locales de la Dirección General de Administración Local.
Estas actividades formativas tuvieron su primera sede en Albacete, donde se desarrollaron hasta el año 1994 para trasladarse, seguidamente, a Tomelloso, que se constituyó en la sede oficial de las actividades formativas dirigidas al personal de policía local de la Región hasta el año 2000. Actualmente, la sede oficial de la Escuela de Protección Ciudadana se encuentra en la ciudad de Toledo. Las demandas de una sociedad cada vez más compleja, la necesidad de orientar la formación de todos los colectivos relacionados con la seguridad y las emergencias en Castilla-La Mancha en el entorno de unos principios básicos comunes, y la exigencia de contar con una visión integral de la protección ciudadana, han hecho que la Escuela extienda paulatinamente su ámbito de actuación a otros colectivos de la Región vinculados con la protección civil y las emergencias: bomberos/as, técnicos/as y voluntariado de protección civil, personal del Centro de Atención de Urgencias 1-1-2 de Castilla-La Mancha y demás colectivos relacionados con la protección ciudadana de Castilla-La Mancha.
Así, desde el año 2004, la Escuela oferta regularmente actividades formativas dirigidas específicamente a bomberos/as y voluntariado de protección civil, y, desde el año 2005, se incluyen en tales ofertas actividades de formación, encuadradas en el área de protección civil y emergencias, dirigidas a cuantos colectivos de profesionales y voluntariado intervienen activamente en dicha área.
Este constante proceso de evolución, en el que debemos persistir en el futuro, no tiene otra finalidad que la de contribuir a la seguridad y protección de la ciudadanía de Castilla-La Mancha, mediante la incidencia en un factor clave, cual es la formación de los y las profesionales y voluntariado llamados a prestar dicha seguridad y protección.