Poder disfrutar de una Región accesible, eliminando las barreras que impiden la autonomía personal y la movilidad de los ciudadanos de Castilla-La Mancha, es uno de los principales objetivos de cualquier política que pretenda mejorar el bienestar social y la solidaridad en nuestra comunidad autónoma.
Por ello, dotarnos de marcos jurídicos, medidas e instrumentos eficaces que hagan posible avanzar en la accesibilidad debe ser la primera de las tareas de una administración pública. Estos primeros pasos ya se han dado y en sus manos tienen la segunda edición de un manual que ha sido pionero en la eliminación de barreras.
Sin embargo, por sí solas estas medidas no son nada. Para poder llevarlas a cabo, para hacerlas realidad necesitamos de la complicidad y la implicación de todos los ciudadanos. Necesitamos de una mayor concienciación social que nos haga ponernos en la piel del otro, para poder comprender que la accesibilidad no es algo que incumba solamente a las personas con alguna discapacidad física, sino que es una actitud solidaria que permite el libre acceso de los ciudadanos a todos los servicios y oportunidades que ofrece nuestra sociedad.
La accesibilidad, la eliminación de todas las barreras, es una tarea democratizadora que nos iguala por encima de las diferencias. En esta tarea los arquitectos, promotores urbanísticos y cualquier profesional implicado en el diseño de nuestros pueblos y ciudades tienen una labor fundamental, para conseguir que la accesibilidad sea una realidad en Castilla-La Mancha.
José Bono Martínez
Presidente de Castilla-La Mancha