Franjas transversales de aviso, de textura y color diferenciado, indicando una zona de descanso y dotacional en un parque o jardín.
Los señalizadores acústicos instalados en semáforos presentaban el inconveniente de generar molestias al vecindario dado su régimen continuo de funcionamiento y tenían la limitación de interrumpir su uso durante la noche.
El sistema de avisador acústico se activa mediante un pequeño mando a distancia omnidireccional, tipo llavero, evitando así sonidos innecesarios cuando ningún usuario requiere de los mismos.
El equipo consta de un dispositivo de regulación automática de volumen, que permite emitir las señales acústicas en función del ruido ambiente exterior.
La instalación de estos sistemas es sencilla y sólo requiere la conexión de los tres cables en la caja de semáforos peatonales (común, luz verde y luz roja). La instalación ha de llevarla a cabo la empresa encargada del mantenimiento de los semáforos.
El usuario, mediante su mando a distancia, activa el semáforo.